ETA atenta en Madrid unas horas después de la anulación de sus candidaturas

Madrid.-  ETA ha colocado hoy una furgoneta-bomba en el Campo de las Naciones de Madrid, que no ha causado víctimas pero sí importante daños materiales, apenas unas horas después de que el Tribunal Superior anulara las candidaturas auspiciadas por la banda terrorista para las elecciones vascas del 1 de marzo.

La furgoneta-bomba, una Peugeot Partner que había sido robada anoche en la localidad madrileña de Valdemorillo y que pertenecía a un vecino de Pozuelo de Alarcón, ha explotado pasadas las 09.00 de la mañana junto a la sede de Ferrovial-Agroman, que ha resultado afectada por la onda expansiva.

Ferrovial-Agroman es una de las constructoras que trabaja en las obras de Tren de Alta Velocidad, uno de los objetivos de ETA en los últimos meses.

A las 07.34 de la mañana, varias llamadas en nombre de ETA alertaron de la colocación de la furgoneta tanto a los bomberos de la Comunidad de Madrid, como al Samur y a la Cruz Roja de la capital.

El comunicante informó de forma precisa del lugar del atentado: "Llamo en nombre de ETA. Hemos colocado una furgoneta-bomba en la calle Ribera del Loira junto al edificio de Ferrovial-Agromán que estallará a las 09.00 horas".

Tras evacuar los edificios cercanos y establecer un perímetro de seguridad de 500 metros, la Policía localizó el vehículo a las 08.13 horas estacionado junto a un puente por donde pasa el tráfico ferroviario.

Pocos minutos después de las 09.00 de la mañana, la furgoneta-bomba hizo explosión provocando un cráter en el suelo de tres metros de diámetro por un metro de profundidad.

La onda expansiva ha destrozado al menos 30 vehículos estacionados en la zona y ha causado diversos daños materiales en un en un puente y en la estructura exterior del edificio de Ferrovial-Agroman.

La deflagración ha roto ventanales y falsos techos que se han desplomado por la fuerza de la explosión.

Una testigo ha relatado que en el momento de la explosión se oyó un golpe muy fuerte, al que siguieron momentos de pánico entre los trabajadores de la zona.

"Ha sido un golpe muy fuerte. Ha empezado a entrar polvo por una de las ventanas" -cuyo cristal estalló por la onda expansiva-, mientras por los conductos del aire comenzaba a salir humo, ha indicado esta trabajadora que se encontraba en el interior de uno de los edificios colindantes, desde donde pudieron ver dos coches en llamas.

A pesar de estos destrozos, fuentes de la investigación han explicado a Efe que sólo ha explotado una parte de la carga explosiva cargada en el vehículo y que el resto se ha quemado, evitando en parte el efecto devastador esperado por los terroristas.

El jefe de bomberos del Ayuntamiento de Madrid, Eugenio Amores, ha explicado que los trabajos de desescombro y retirada de cristales rotos estarán terminados en las próximas horas, de manera que los trabajadores desalojados podrán volver a los edificios afectados.

Los bomberos han extinguido y controlado el incendio provocado por la explosión con agua a baja presión para no destruir pruebas y permitir que los TEDAX puedan inspeccionar y tomar muestras que determinen el tipo y la cantidad de explosivo utilizado por los terroristas.

No es la primera vez que ETA atenta en el Campo de las Naciones de Madrid.

Hace exactamente cuatro años, el 9 de febrero de 2005, y casi a la misma hora, la banda hizo explotar un coche-bomba cargado con unos 30 kilos de cloratita en la misma zona en la que ha atentado hoy, cercana al recinto ferial de IFEMA que acoge las grandes ferias internacionales.

Con el atentado de hoy, ETA ha cumplido además su amenaza sobre las empresas que trabajan en las obras del Tren de Alta Velocidad en el País Vasco.

Ferrovial-Agroman, en alianza con Fonorte, se adjudicó en diciembre de 2006 un subtramo del proyecto del TAV para Euskadi, el que unirá Legutiano (Álava) con Eskoriatza (Guipúzcoa), de 2,4 kilómetros de longitud.

Desde que se iniciaran las obras de la "Y" vasca, ETA ha atentado hasta en cinco ocasiones contra intereses de las empresas adjudicatarias de la infraestructura ferroviaria.

El pasado 3 de diciembre, la banda asesinó a Ignacio Uría, propietario de la empresa "Altuna y Uría", que también participa en las obras.