Una buena corrida de Buenavista y el buen momento de "El Fundi"

Valdemorillo (Madrid).-  Una oreja cada uno cortaron "El Fundi", Antonio Ferrera y Ángel Teruel, en la corrida que cerró hoy la Feria de Valdemorillo, festejo que tuvo como nota sobresaliente el buen juego de los toros de Buenavista, y, trofeos al margen, la destreza y el buen gusto del primer espada.

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(EFE)

José Pedro Prados "El Fundi", con el primero de sus toros de la corrida celebrada hoy en la localidad madrileña de Valdemorillo.

FICHA DEL FESTEJO.- Toros de Buenavista, desiguales de presentación y de buen juego en líneas generales, aunque duró poco el primero y manseó el cuarto. Los mejores, el segundo, premiado con la vuelta en el arrastre, y sobre todo el tercero.

José Pedro Prados "El Fundi": estocada desprendida (ovación); y estocada (una oreja).

Antonio Ferrera: tres pinchazos y bajonazo (ovación con protestas al salir a saludar); y estocada caída (una oreja).

Ángel Teruel: pinchazo hondo y descabello (una oreja); y dos pinchazos y estocada corta (silencio tras aviso).

En las cuadrillas, buen puyazo de Aurelio García al tercero y eficaz brega de Gimeno Mora en el sexto.

La plaza tuvo algo más de media entrada, con agradable temperatura bajo la cubierta, aunque de nuevo molestó el humo de los fumadores, una neblina irrespirable.

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DOS GRANDES TOROS

Lisonjas para la ganadería. Hay que empezar por ahí. Embistieron cuatro de seis, que es porcentaje alto para los tiempos que corren.

La pena es que los dos menos aptos fueron a parar al más dispuesto de la terna, "El Fundi", de paso el más capaz. Así no se notaron tanto los inconvenientes.

Y al revés, dos grandes toros, segundo y tercero, no encontraron respuesta adecuada. Sobre todo en el caso de Ferrera, demasiado acelerado. Todavía Teruel, un pelín despegado y todo, hizo las cosas con más asiento.

"Fundi" toreó de capa al primero con pasmosa suavidad, en dos verónicas y una media en el recibo, y en un quite por chicuelinas. Dos trincherazos de cartel al abrir faena en esa línea. Pero el toro no quiso más, protestando mucho por los dos pitones, sin aportar nada y sabiendo lo que se dejaba atrás. No obstante, no se aburrió el torero. Y al final aunque había pañuelos más que de sobra, el presidente no quiso dar la oreja.

Al mansón cuarto le echó "Fundi" tanta entrega y ciencia en un trasteo impensable para muchos, y con final feliz al cobrar la estocada de la feria. Aquí sí hubo trofeo.

Ferrera acabó en un pis pas con el bravo segundo, un animal con mucho poder y, en consecuencia, "transmisión". Todo muy acelerado, y a ratos también embarullado. La gente tomó partido por el animal después de fallar también el torero a espadas. La vuelta al ruedo a los despojos del toro contrasta con la división de opiniones al artista.

El quinto se movió igualmente mucho, pero fue otra cosa, más violento, menos claro. Queda la duda de si echaba la cara arriba al no someterle bajándole la mano. El caso es que Ferrera sorteó algún que otro hachazo. Le pegó pases, unos mejores que otros, Y antes, como manda el guión, había puesto banderillas con espectacularidad. Oreja al canto.

Teruel gustó por su concepto clásico y estilista. Aunque algo frío, compuestito y sin el ajuste preciso. Su primero se desplazó largo y con temple. Lo toreó bien con el capote y anduvo resuelto con la muleta. Faena pulcra, con algunos pases a compás, como dicen los flamencos de las cosas con ritmo y buen fondo. Pero con un toro tan bravo y dócil había que poner aquello patas arriba, y no conformarse con estar bien sin más.

El sexto fue también toro que iba "hasta allí". Pero el hombre estuvo mucho fuera de cacho, donde tardan más las embestidas. También falló a espadas, y no pasó nada.