Los socialistas gallegos creen que Feijóo "debe ligar su suerte" al candidato del que prescindió

Santiago de Compostela.-  El vicesecretario general del PSdeG, Ricardo Varela, considera que el aspirante a la Presidencia de la Xunta por el PP, Alberto Núñez Feijóo, "debe ligar su suerte" a la de Luis Carrera Pásaro, el cabeza de lista de los populares de Ourense apartado de la candidatura por problemas con el fisco.

ampliar foto

(EFE)

El vicesecretario general del PSdG y Conselleiro de Traballo, Ricardo Varela (c), acompañado por el conselleiro de Economía, José Ramón Fernández (i), y la secretaria de Organización del partido, Mar Barcón (d), en una reunión del partido.

En una entrevista con EFE, Varela calificó de "escándalo sin precedentes" la situación fiscal del ex candidato popular, que Feijóo retiró de la lista por no estar "plenamente al corriente" con la Hacienda pública", según anunció ayer el propio líder popular.

En opinión de Varela, el relevo de Carrera pone de manifiesto la "guerra a muerte" en el seno del PP gallego, "que es un reino de Taifas", ya que el número uno por Ourense le había sido "impuesto" al líder popular de la provincia, José Luis Baltar.

"El asunto no se resuelve con el cese, porque este señor (Carrera) hizo operaciones no transparentes en paraísos fiscales, por lo que Feijóo debe ligar a él su suerte", manifestó Varela, también conselleiro de Trabajo y cabeza de lista del PSOE por Lugo.

Además, Ricardo Varela consideró que ayer dos "bombas" han caído "sobre la mesa" del PP, dijo en referencia, además del cambio en la candidatura orensana, a la detención de un ex dirigente popular en la operación anticorrupción en la que fueron apresadas al menos cinco personas, entre ellas Pablo Crespo.

Éste fue secretario de Organización del PP en Galicia, pero, según los populares, no tiene responsabilidades desde 1999 ni está afiliado al partido.

Varela sostuvo, sin embargo, que se trata de una persona habitual "del Casino de Pontevedra", del círculo del líder del PP, Mariano Rajoy, y de la dirigente popular Ana Pastor, y que, pese a su desvinculación actual del partido, se ha dedicado a "organizar actos y fastos" del PP.

Por otra parte, Ricardo Varela pronosticó una campaña "sucia" del PP para las elecciones del 1 de marzo, con el objetivo de "deslegitimar" a un Gobierno de izquierdas y "eliminar" así el voto progresista.

Se refería así a las recientes denuncias sobre la "tendencia" al lujo del Gobierno gallego, referidas al gasto de cerca de cuatro millones en tres salas de reuniones de la Xunta, críticas ante las que pidió a los ciudadanos "que no se dejen engañar".

Varela, que apuntó que el ex presidente popular Manuel Fraga "es bastante más moderno y más centrado" que Núñez Feijóo, indicó que este último "en lo único que cree es en el poder, y no tiene ningún reparo para alcanzarlo".

Lamentó que, en pleno periodo electoral, se planteen asuntos que a su juicio están manipulados. "Es la vieja táctica empleada por la derecha de tratar de deslegitimar ética y moralmente a los partidos de izquierda para desmoralizar a su electorado".

Puso como ejemplo que en el año 36, la prensa de derechas llegó a publicar que el fundador del PSOE y de la UGT, Pablo Iglesias, "se había comprado un abrigo de pieles y viajaba en primera, aunque entraba en el tren en segunda: estamos ante la misma situación pues lo del PP ahora es lo mismo", apostilló.

A este respecto, reprochó que recientemente se criticase el precio del coche del presidente de la Xunta, Emilio Pérez Touriño, cuando es el blindaje lo que lo encarece, y se preguntó si el PP tiene intención de eliminar esta medida de seguridad.

También calificó de "manipulación infame" que los populares hubiesen atribuido a la reforma del despacho del presidente, de 56 metros cuadrados -"más pequeño que el mío", afirmó-, el coste de 2,2 millones de euros que supuso toda la reforma de dos plantas del edificio administrativo de la Xunta.

Finalmente, Ricardo Varela consideró que, "absolutamente" se ha registrado una "involución" en el PP, puesto que Manuel Fraga no se hubiese sumado al "apartheid lingüístico" que a su juicio pretende Núñez Feijóo.