Ayudar en Gaza es difícil hasta para la ONU

Asistir a los refugiados palestinos parece una tarea titánica. No sólo hay que conseguir apoyo internacional y evitar el bloqueo de Israel. Después de que la comunidad internacional haya respondido de manera positiva a los llamamientos que las ONG y los organismos internacionales han realizado para enviar ayuda humanitaria, la UNRWA ha decidido suspender los envíos. La agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos denuncia que Hamás se ha quedado con parte del material. Ellos hablan de un 'malentendido'. Mientras, una población ahogada después de tres semanas de ataques y meses de bloqueo se queda sin su principal fuente de alimentos.

Mohammed Saber (EFE)

La ayuda humanitaria es esencial para que un millón de personas (casi la mitad) sobreviva en Gaza. Se trata de los desplazados de los que se encarga la UNRWA y que, prácticamente, no tienen otro modo de vida. Por eso, que la agencia de Naciones Unidas deje de introducir material en la Franja es una medida muy grave. Según sus responsables, el Gobierno de Gaza ha confiscado en dos ocasiones material de la UNRWA: el miércoles y anoche. A pesar de que Hamás haya hecho público un comunicado en el que afirmaba que todo se traba de "un malentendido" y que el incidente "ha sido resuelto a través del contacto directo", los envíos siguen suspendidos. El portavoz de la agencia, Christopher Gunnes, ha negado ningún acuerdo y ha defendido que mantendrán la decisión "hasta que la ayuda sea devuelta y la agencia reciba garantías creíbles del Gobierno de Hamás en Gaza de que esta situación no se repetirá".

Introducir cualquier tipo de material en Gaza es algo más que complicado. El bloqueo israelí hace que incluso la ayuda humanitaria tenga que pasar inspecciones antes de entrar en el territorio palestino. "Los camiones llegan hasta el paso fronterizo y pasan el control israelí. Allí tienen que descargar toda la mercancía y, cuando se han ido, acuden otros camiones palestinos a recogerlo", cuenta Tina Miñana, miembro de uno de los grupos de Médicos del Mundo que está actuando en la zona.

Su organización consigue introducir material a través de los camiones de la Cruz Roja y, una vez dentro de la Franja, se encargan de repartirlos entre los centros hospitalarios. "En nuestro caso, no hemos tenido ningún problema porque se trata de envíos más pequeños. Trabajamos áreas más específicas y enviamos material ortopédico por eso no son grandes cargamentos".

Sin embargo, la UNRWA cuenta con toda una red que se encarga de repartir los alimentos y el material entre las familias y trabajan al margen del gobierno palestino. "Tenemos que pasar controles en los pasos de Israel o Egipto y luego cuando entramos en Gaza. Una vez dentro, tenemos total libertad: hacemos estudios socioeconómicos de la población para determinar qué familias son las más vulnerables, tenemos nuestros propios mecanismos de distribución y hacemos controles y seguimiento de las situaciones individuales", cuenta Raquel Martí, directora ejecutiva del Comité Español de la UNRWA.

Los programas de alimentos y de salud son los que se van a ver afectados por esta decisión de la UNRWA de no introducir más material. Mientras, la agencia mantendrá otros programas relacionados con la educación, el apoyo psicológico, la mujer, etc. Pero, a pesar de que otras organizaciones sí que continúen con sus actividades en Gaza y de que el Gobierno de Hamás también tenga programas dirigidos a los refugiados, el vacío de la UNRWA se va a notar. "Suponemos que Hamás repartirá entre la población la ayuda que ha confiscado pero no hay que olvidar que nosotros proporcionamos alimentos a un millón de refugiados y aunque haya otras organizaciones el mayor peso en este aspecto lo lleva a cabo la agencia", recuerda Martí.