Pilotos brasileños abordan "ilusionados" una nueva liberación

Villavicencio (Colombia).-  El coronel Achiles Furlan Neto, jefe del grupo de militares brasileños que participa en Colombia en una misión humanitaria para recibir a seis rehenes de las FARC, manifestó hoy que mañana concluirán su tarea con "una sensación placentera".

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Para este jueves está prevista la última de las seis liberaciones prometidas por las FARC, la del ex diputado regional Sigifredo López, que lleva secuestrado desde el año 2002.

En declaraciones a Efe el coronel Furlan manifestó que él y sus compañeros abordarán "ilusionados" este nuevo operativo, que tendrá como punto de partida y de llegada la ciudad de Cali, a 430 kilómetros de Bogotá, y sigue a otros dos llevados a cabo desde Villavicencio, a 120 kilómetros de la capital, en los que fueron liberados tres policías, un militar y un político.

El Gobierno de Brasil ha prestado dos helicópteros Cougar de fabricación francesa con sus tripulaciones para la misión de recogida de los liberados por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en zonas selváticas del sur de este país.

Los dos helicópteros, que no están armados y llevan logos del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), se desplazaron hoy desde Villavicencio a Cali, un vuelo difícil por lo montañoso de la ruta, lo que llevó a contratar un piloto civil colombiano para que los guiara, según fuentes del organismo humanitario.

El haber participado "en la liberación de, hasta ahora, cinco secuestrados que pudieron reencontrarse con sus familias es algo muy bonito que impulsa a seguir", subrayó el oficial brasileño.

Los pilotos brasileños no han conocido las coordenadas de los lugares donde se han producido las liberaciones hasta tanto no despegó la aeronave.

En la primera fase de la operación, desarrollada este domingo, uno de los testigos y garantes, el periodista colombiano Jorge Enrique Botero, declaró al canal internacional Telesur que las fuerzas militares colombianos hostigaron con sobrevuelos a los participantes en la misión humanitaria.

"Yo de hostigamientos no sé nada", declaró Furlan antes de señalar que tampoco puede hablar de los contactos con las FARC ni de las localizaciones, al no estar autorizado para ello.

El coronel prefirió "hablar de esa sensación tan placentera de ayudar a las personas aquí" y destacó que trabajar para una misión humanitaria como esta es "un honor, como dice la gente".

"Es muy bonito, lo hemos pasado muy bien y esa sensación fue vivida por todos los miembros de la tripulación. El equipo dio todo su apoyo, hasta el miembro del equipo que se encuentra en Brasil dio su apoyo, que no se me olvide", subrayó.

Furlan resaltó que la compenetración entre la misión humanitaria se afianzó tanto durante las dos primeras etapas de liberaciones, que ha encontrado "a seis miembros de una nueva familia".

Se ha formado "un lazo que no existía de forma natural", dijo.

Ayer, después de la liberación del ex gobernador Alan Jara, el presidente de Colombia, Álvaro Uribe, anunció que se iba a comunicar hoy con su colega de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, para agradecerle el apoyo prestado.

"Nosotros no tenemos sino palabras de agradecimiento y así se lo hemos expresado al canciller de Brasil, al presidente Lula y al embajador de Brasil en Colombia, de la forma como ellos discretamente, silenciosamente y con el ánimo de cooperar nos han acompañado en este proceso", subrayó por su parte el canciller colombiano, Jaime Bermúdez.

El canciller anunció una visita del presidente Álvaro Uribe a Brasilia el próximo 17 de febrero.

El Gobierno de Brasil ha mantenido una prudente discreción sobre la operación, pero la prensa de ese país dio algunos detalles como el de que los tripulantes militares podrán portar sólo pistolas enfundadas para casos de necesidad de supervivencia en la selva.