El italiano Battisti insiste en que es inocente de asesinato

Río de Janeiro.-  El ex activista de izquierda Cesare Battisti, centro de una crisis diplomática y jurídica entre Brasil e Italia, reafirmó que es inocente de los cargos de asesinato y terrorismo, según una entrevista difundida por la versión electrónica del semanario Istoé.

"Yo nunca maté a nadie. Nunca fui un militante militar en ninguna organización", dijo Battisti en el adelanto de la entrevista hecha el miércoles en la cárcel de Pampuda, en la capital federal Brasilia.

Negó que sea responsable de asesinatos cuando militaba en el Frente Amplio y en Proletarios Armados por el Comunismo (PAC), al contrario de lo que sostiene la justicia de Italia, donde en los años 70 fue condenado en ausencia a cadena perpetua, acusado de cuatro ejecuciones.

"Salí de los PAC en mayo de 1978, después de la muerte de Aldo Moro", añadió en alusión al asesinato del ex primer ministro de Italia, secuestrado y asesinado por miembros de las Brigadas Rojas de Italia.

El caso Battisti ha enturbiado las tradicionalmente buenas relaciones entre Brasil e Italia, desde que el ministro de Justicia, Tarso Genro, le concediera el 13 de enero al ex guerrillero estatus de refugiado político.

Esta semana la Procuraduría General de Brasil recomendó al Supremo Tribunal Federal (STF) que también se incline por conceder refugio político al ex activista de izquierdas y que ratifique la decisión ejecutiva del ministro de Justicia.

En sus declaraciones, Battisti calificó como "un acto de coraje y humanidad" la "bien fundamentada" decisión de Genro.

"No fue una lectura superficial y la persecución política está probada en los documentos", insistió.

"Brasil me concedió refugio político. El procurador general de la República dio su parecer favorable al refugio y creo que el Supremo irá en la misma dirección", opinó.

Battisti, de 54 años, recreó en la entrevista su saga de los últimos años, desde su fuga de Italia en los años 80 hasta su escondite en Francia y en México.

En Francia vivió 11 años en calidad de asilado político, amparado por una doctrina del presidente Francoise Mitterrand, que daba refugio a ex guerrilleros que renunciaron a las armas.

En 2006 huyó de Francia cuando el Gobierno de Jacques Chirac revisó la doctrina Mitterrand, por lo que se dirigió hasta Brasil y se instaló en Río de Janeiro, donde fue detenido en febrero de 2007.

Afirmó que la idea de su fuga a Brasil fue de un integrante del servicio secreto de Francia.

"Uno de ellos me habló de Brasil, recordó que había muchos refugiados italianos en Brasil. Una semana después él mandó a otra persona a entregarme un pasaporte italiano, con mi foto y mis datos", afirmó.

Esta mañana en una entrevista en el canal de noticias Globonews el ministro Genro defendió una vez más la decisión del Gobierno de amparar a Battisti y afirmó que "cualquier juez" absolvería al italiano "por falta de pruebas" si analizara detalladamente el proceso en el que el ex activista fue juzgado en ausencia.

En medio de la crisis desatada por el caso entre los dos países, Italia llamó a consultas a su embajador en Brasilia, Michele Valensise, en respuesta a la posición del Gobierno de Brasil.

La Suprema Corte es la única instancia con poder de decisión en este momento, tanto para continuar con el proceso de extradición, abierto en 2007 tras la detención de Battisti en Río de Janeiro, como para revocarla, en favor de la orden de refugio.