La becaria, la Paqui, Rajoy y las nuevas tecnologías

Mariano y Paqui por fin se dan un beso. El encuentro entre la 'facebookera' más activa y el líder se ha producido en 'Queremos', el ensayo de Congreso que el PP ha montado este fin de semana en Madrid apoyado por sus seguidores en las redes sociales. Esperanza, Gallardón, Soraya o Mayor Oreja han posado con los interneteros, con Obama en mente.

Paqui, la 'facebookera' más devota de Rajoy.

Paqui está impactada. Acaba de recibir el saludo del hombre al que idolatra y defiende desde su perfil de Facebook todos los días. Esta murciana entregada a la causa popular, está que no se lo cree. "Qué ilusión tan grande. No me lo podía ni imaginar. Me conecto tres veces al día y hago lo que puedo". Que debe ser mucho porque José Luis Ayllón, el promotor de la idea de usar internet para fomentar la cercanía y la complicidad con simpatizantes y afiliados sin voz junto a Esteban González Pons, la presenta al jefe como uno de los mayores activos con los que cuentan en Facebook. "Esta es la Paqui", le dicen al presidente. Pero, y Rajoy ¿usa mucho las redes sociales?. "En facebook entro cuando tengo tiempo libre" contesta a soitu.es. ¿Y tuenti? El político de 53 años, duda antes de apuntar: "Ahí entra mi hijo". Teniendo en cuenta que el mayor de sus vástagos cuenta con 10 años, debe ser el más pequeño de esta red en la que los jóvenes de entre 13 y 25 -la mayoría- cuelgan sus fotos, se relacionan y organizan su tiempo libre. De fondo suena "música electrónica en plan ambiental", tal y como apuntan los tres djs contratados para la ocasión, David Bordalás, Marqués y Mario Vetese, residentes de la sala 'Metro Dance Club' de Alicante. Todo muy moderno.

Hoy es lo que toca, así de camaleónica es la vida del político. Mariano se mete en el papel de internauta aunque no se le note muy cómodo. Claro que después de asistir en primera fila al discurso de apertura de Esperanza Aguirre en este primer foro abierto 'Queremos', se comprende la falta de entusiasmo. Resulta que se monta un 'sarao' en el que sólo tiene cabida el sector del partido afín a Rajoy, con la excepción de ese animal político llamado Esperanza Aguirre, que se mueve como pez en el agua hasta en los ambientes más adversos. Resulta que comparte escenario con Nacho Uriarte, Alberto Ruíz Gallardón, Antonio Basagoiti y Mª Dolores de Cospedal. Pero lo que acaba sucediendo es que ninguno de ellos recibe una ovación tan cerrada como la de Aguirre.

Ayllón con los usuarios de Facebook.

No importa que los pocos dirigentes que la observan con desconfianza a pie de escenario (Jorge Moragas, Arias Cañete o Montoro, entre otros) no aplaudan cuando agita los "principios morales sólidos que han sido la fuerza de este partido" frente al oportunismo ideológico, ni cuando se refiere a España como la fábrica de parados de la UE, o cuando asegura que cuando Zapatero se quede sin empleo "sabremos que ha empezado la recuperación económica" o cuando le dedica un recuerdo emocionado a María San Gil y aprovecha para nombrar a María del Mar Blanco,sentada más sola que la una en la quinta fila. Esperanza gusta a las bases. Ni tan siquiera el alcalde de Madrid, el segundo más aplaudido logra con su inteligente discurso robarle el cariño de las masas populares. Nacho Uriarte (el cada día más presente líder de Nuevas Generaciones superinspirado en las palabras de Obama en su toma de posesión), Basagoiti o Cospedal están aun a años luz de la popularidad de la presidenta de la Comunidad madrileña.

Pero lo más interesante de este encuentro no son los políticos. Gallardón y Cobo, no saben o no contestan sobre el CaspaGate -tal y como se ha bautizado al asunto de la trama de espionaje en la comunidad de Madrid-. Juan José Güemes, secretario de comunicación de Aguirre, es el único que se pronuncia, con permiso de su jefa, para acusar de mentir al diario El País. El juego de siempre con los participantes habituales. Lo realmente curioso es observar a toda esa gente que sólo se conocía virtualmente en acción. La mayoría no se había visto en carne y hueso. La noche del viernes al sábado, alrededor de 400 internautas rompieron el fuego en La Botellita de Serrano, uno de los sitios de copas más pijos de la capital.

David y Margarita, veinteañeros, aseguran que al principio les daba un poco de corte pero en seguida se relajaron. "La mayoría de la gente que estaba de copas tenían entre 20 y 30 años. La experiencia ha sido muy positiva. Está muy bien eso de que la gente de a pie pueda relacionarse con los políticos". José Luis Ayllón también lo pasó de miedo. "Es muy emocionante tener delante a esas personas con las que intercambias opinión en Facebook y a las que reconoces de inmediato". A su lado, asiente Marta Arrufat. Anoche fue la primera vez que hablaron en vivo y en directo. Marta fue jefe de prensa del PP en Castellón hace 15 años y a pesar de haberse acostado a altas horas de la madrugada después del fin de fiesta en Joy Eslava, está eufórica. "Esta quedada de Facebook ha sido una magnífica herramienta para descubrirnos, difundir las ideas y acercar las propuestas de las bases a los líderes", apunta.

María, la becaria.

Y entre tanto internauta, también hay estrellas que rivalizan en popularidad con los políticos. María Martín se ha convertido en la becaria más buscada gracias a un impagable vídeo en el que se cuela en los despachos de los dirigentes en Génova y propone adivinar a quién pertenecen los objetos que enseña. 'Diario de una principiante' es una idea con fecha de caducidad. María, de 23 años, licenciada en derecho y políticas, está en prácticas hasta junio en la vicesecretaría de comunicación. "Con el fin de dinamizar la página, González Pons me animó a crear este blog que durará 15 días coincidiendo con la celebración de este foro", explica María, que no oculta que cámara en mano "se me han abierto muchas puertas y he conocido a gente a la que no tenía acceso". Inocencia, sinceridad y naturalidad. Cualidades que parecen reñidas con cualquier partido. Ahí están los auténticos valores que deberían ser una norma y no una excepción. María, no dejes que te perviertan.