El maratón electoral arranca con la victoria en Hesse de la CDU y el castigo al SPD

Berlín.-  El año electoral alemán arrancó en el estado de Hesse con una victoria de la Unión Cristianodemócrata (CDU) de la canciller Angela Merkel y un mazazo para el Partido Socialdemócrata (SPD), condenado a entrar con mal pie en el maratón de comicios que culminará con las generales el próximo septiembre.

Un año después de que ambas formaciones quedasen técnicamente empatadas, en las anteriores regionales de ese estado, la CDU se impuso en los nuevos comicios anticipados con un 37,2 por ciento, mientras que el SPD cayó al 23,7, según los resultados finales de las autoridades de Hesse.

El conservador Roland Koch, que llevaba un año gobernando en funciones tras fracasar todos los intentos de ambos partidos por formar gobierno, salió respaldado y podrá formar coalición con su aliado natural, el Partido Liberal (FDP).

La CDU subió un 0,4 por ciento sobre el resultado de un año atrás, mientras que el FDP aumentó 6,8 puntos y se alzó con el 16,2 por ciento en un estado identificado con el poder banquero y financiero de Alemania -su ciudad más representativa es Fráncfort, sede del Banco Central Europeo y de la gran banca alemana, además de la Bolsa-.

Otra formación minoritaria, los Verdes, subieron asimismo al 13,7 por ciento, 6,2 puntos más que un año atrás, mientras que la Izquierda quedó en el 5,4 por ciento, por encima de mínimo para obtener escaños.

Los comicios de Hesse eran los primeros del maratón de seis regionales, ocho municipales, las Europeas y las presidenciales -éstas, no por voto directo, sino de la Asamblea Federal- que tendrán lugar en el país hasta las generales del 27 de septiembre.

Se trataba del primer barómetro directo sobre el electorado, en el camino hasta unas legislativas en que la jefa de la CDU y canciller, Merkel, se enfrentará a su vicecanciller, ministro de Asuntos Exteriores y candidato del SPD, Frank-Walter Steinmeier.

Desde Berlín, el presidente del SPD, Franz Müntefering, se apresuró a calificar lo ocurrido de "algo específico de Hesse".

La líder socialdemócrata en el "land", Andrea Ypsilanti, asumió de inmediato toda la responsabilidad y dimitió como jefa local del SPD, media hora después de cerrar los locales electorales y mientras las televisiones difundían las primeras estimaciones.

Ypsilanti no tenía otro remedio que encajar una derrota que ha hundido a su formación a otro récord a la baja, con una pérdida de trece puntos respecto a los resultados obtenidos hace un año.

Tan espectacular caída de votos es consecuencia directa de las idas y venidas de Ypsilanti.

En la anterior campaña electoral, la líder socialdemócrata prometió que no se dejaría apoyar por La Izquierda, aglutinante de post-comunistas y disidencia socialdemócrata. Luego, tras su práctico empate con Koch, trató de hacerse elegir con los votos de esa formación.

Tras dos intentos en vano, tiró la toalla al faltarle el apoyo de sus propias filas. Mantuvo la jefatura de la agrupación local, pero pasó el relevo como candidato a estas regionales anticipadas al casi desconocido Thorsten Schäfer-Gümbel.

El electorado le pasó factura y asestó, de paso, un golpe psicológico al SPD en la línea de salida del maratón electoral.

A Koch, con diez años al frente del gobierno de Hesse, no tuvo más remedio que seguir gobernando en funciones y observar cómo los socialdemócratas se escindían entre partidarios y contrarios a un acercamiento a La Izquierda.

Al líder de la CDU se le había dado por derrotado el año pasado, al quedar empatado con el SPD. Aguantó el temporal y hoy revalidó su título de superviviente, aunque con un lamparón: los sondeos le habían pronosticado un 41 por ciento y se quedó casi donde estaba.