Desencanto en la semana bursatil

Madrid.-  La caída de la banca por los problemas del sector financiero estadounidense y el continuo deterioro económico, tanto nacional como internacional, condicionaron la evolución de la bolsa española esta semana, en la que perdió el 8,09 por ciento.

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(EFE)

Varios inversores en la Bolsa de Madrid. EFE/Archivo

Ni la rebaja de los tipos de interés por parte del Banco Central Europeo (BCE), del 2,5 al 2 por ciento, sirvió para aliviar las ventas esta semana, la peor desde hace casi dos meses.

Con este retroceso se han desvanecido las esperanzas e ilusiones que generaron las primeras sesiones del año. Además, la bolsa ha incurrido en pérdidas y acumula en este ejercicio un descenso del 6,26 por ciento.

Aparte del contagio de los problemas de las entidades extranjeras, los bancos españoles resultaron afectados por informes, como uno de UBS, que invitaba a vender sus títulos.

Pero los verdaderos instigadores de la nueva situación anímica del mercado fueron los bancos estadounidenses, aunque algún europeo -Deutsche Bank dijo que perderá 3.900 millones en 2008 y se publicaba que HSBC necesita 30.000 millones de dólares para fortalecer su capital- también influyó.

Durante toda la semana se especuló sobre las dificultades de Bank of America y Citigroup, y, finalmente, el Tesoro estadounidense nacionalizó parcialmente a la primera entidad al comprarle acciones preferentes a cambio de una ayuda de 138.000 millones de dólares. Citigroup anunció unas pérdidas próximas a 19.000 millones el año pasado.

Además de la calamitosa situación de los bancos, la bolsa tuvo que afrontar el empeoramiento de la coyuntura económica, que en España se reflejaba en la revisión del cuadro macro: el PIB caerá el 1,6 por ciento este año y el déficit se elevará hasta el 5,8 por ciento.

En el extranjero, destacaban la apatía del consumo estadounidense -las ventas minoristas cayeron en diciembre el 2,7 por ciento- y el parón de las exportaciones chinas. Ni la OCDE o la ONU fueron capaces de levantar el ánimo de la bolsa, pues en sus informes económicos publicados esta semana pintaban un panorama desolador.

Las noticias empresariales también ensombrecían el horizonte bursátil, pues los despidos masivos -Motorola o GE- o las ingentes pérdidas de algunas compañías causaban tal desazón que la bolsa encadenó siete jornadas consecutivas a la baja y en esta semana sólo subió en una sesión, el viernes, y sólo el 0,1 por ciento.

En cuanto a la evolución del petróleo, esta semana subió dos dólares y acabó a 46,5 después de que Arabia Saudí decidiera recortar su producción. El euro bajó hasta 1,325 dólares por la bajada de tipos y la mejora del déficit comercial estadounidense.

Respecto a los valores del Ibex-35, bajaron treinta y tres, en tanto que sólo subió Grifols, el 5,46 por ciento, e Iberdrola Renovables repitió cotización.

BBVA lideró las pérdidas con un descenso del 16,25 por ciento, mientras que Endesa bajó el 14,22 por ciento, mientras aguarda a que Acciona venda a Enel su participación en la eléctrica y tras ser sometida a revisión su calificación crediticia.

Banco Popular perdió el 14,11 por ciento y Cintra, afectada por los datos de tráfico de sus autopistas, cedió el 13,35 por ciento.

Del resto de los grandes valores, el Banco Santander cayó el 11,96 por ciento, la quinta mayor bajada del Ibe, mientras que Repsol perdió el 11,70 por ciento; Telefónica, el 6,25 por ciento, e Iberdrola, el 5,27 por ciento.

La próxima semana, en la que el Ibex partirá de 8.620,10 puntos y tomará posesión el presidente electo estadounidense Barack Obama, el mercado estará pendiente de la publicación de resultados empresariales, así como de la confianza inversora en Alemania y de la decisión del Banco de Japón sobre los tipos de interés.