Y ya van tres. Después de que nos lo dijera el FMI y el Deustche Bank ahora es la agencia de calificación Standard & Poor's la que pone en entredicho la recuperación económica que nos viene prometiendo Zapatero. Los "desafíos a los que se enfrenta la economía española" han hecho que la agencia de calificación ponga en duda la capacidad de España de pagar su deuda y le ha colocado algo tan poco atractivo como una "vigilancia negativa". La empresa norteamericana tampoco es que goce de mucha credibilidad después de fallos tan sonados como no advertir de lo que pasaba en Lehman Brothers. Aún así para una gran parte de los mortales siguen siendo una referencia sus famosas 'triples A' (la máxima calificación positiva). En unos días en que el ateísmo es tema de conversación obligado, ¿creéis que hay crisis de fe en la economía española?.
Es como si un médico del que no te fías te dice que puedes estar enfermo de úlcera. Seguramente dirás, pues no me fío. Ya, pero es que él es un experto y tú no. Entonces te vas a otro experto a contrastar la opinión. Pero resulta que de éste tampoco te puedes fiar porque, aunque tenía muy buena fama, ha cometido dos errores garrafales en los últimos meses que han acabado con la vida de varias personas. Entonces, ¿de quién me fío?.
Con este ejemplo —aunque no son palabras textuales— nos han explicado la situación de las agencias de calificación en la actualidad. El hecho de que ninguna de las tres agencias existentes (Standard & Poor's, Moody's y Fitch) avistara de lejos la suciedad que las hipotecas basura estaban dejando en los balances de los bancos hizo que se perdiera la confianza ciega que se tenía en ellas. "En realidad nadie califica a las agencias de calificación pero son los árbitros y en este caso no hay donde elegir", reconoce el economista del IE Business School Rafael Pampillón.
Éste y otros expertos consultados coinciden en reconocer que ahora es un momento para fiarse de las calificaciones que dan las agencias. "Han puesto toda la carne en el asador para recuperar la confianza perdida, así que ahora están más vigilantes que nunca", confirma uno de ellos.
En esta ocasión es a España a quien le han avisado de que le pueden bajar la nota. Después de que lo hiciera con Irlanda y Grecia, la agencia de calificación ha puesto bajo "vigilancia negativa" la calificación de triple A de la deuda española. Dicho en cristiano: se fía menos que antes de que el Estado español pueda hacer frente la deuda que tiene.
¿Y de qué nos acusa esta agencia de calificación? "Esta acción refleja nuestra visión sobre los importantes desafíos que encara la economía española, la cual atraviesa un periodo de desaceleración del crecimiento y de desapalancamiento", comentan los autores del estudio. "No aporta nada nuevo", recuerda Pampillón; "obviedades", resumen otros. Según Standard & Poor's "el probable resultado de estos factores será una tasa de potencial de crecimiento mucho más débil a medio plazo que la experimentada en la última década".
Economía ha contestado rápido a la nota de la agencia británica. Según el Ministerio que capitanea Pedro Solbes se han tomado muchas medidas a corto plazo para paliar la crisis. Además, fuentes de Economía han remarcado que "el Gobierno está comprometido con reformas estructurales que pretenden superar los desequilibrios de la economía española y asegurar un crecimiento sostenido a corto y largo plazo". La agencia tiene el plazo de un mes para decidir si finalmente baja o no la calificación española. Podría pasar de la triple A a AA--.
La decisión de hoy, según expertos consultados por Europa Press, puede interpretarse como una sobrerreacción de la firma dentro del intento generalizado de las agencias de ganar credibilidad con informes "no benévolos" y acabar con el deterioro de su imagen por participar en la expansión de la crisis financiera internacional al "haber calificado erróneamente productos tóxicos".
Si la agencia de calificación, tal y como amenaza, rebaja la calidad de la deuda de nuestro país, al Gobierno le saldrá más caro salir de la crisis. ¿Por qué?. Para poder pagar todos los planes que Zapatero ha puesto o piensa poner en marcha para salir de la crisis (vienen muy explicados en la nueva página web con muñecos Lego que ha creado en Gobierno) el Estado tiene que salir a la calle y decir: "cómprame mi deuda y te ofrezco una rentabilidad por ella". Con cada uno de los planes el Estado va aumentando su déficit y por ello vende su deuda.
Pues bien, si mi deuda es muy segura (esto es, "mi país no va a quebrar y por eso tengo triple A") puedo ofrecer una rentabilidad baja porque "vendo" algo seguro. En cambio si, como puede llegarle a pasar a España, tengo una deuda menos segura según los estándares de las agencias de calificación (aunque no nos fiemos son los únicos que hay) tengo que atraer al inversor con una rentabilidad más alta por su dinero. En definitivas cuentas, España tendría que sacar más dinero de su bolsillo para que a la gente le resultase atractiva su deuda.
La semana que viene, el día 19, se verá si la gente de la calle confía en la deuda española o no. Ese día se realizarán las emisiones de deuda con aval público de la banca española (por lo que el Estado aporta su calificación como garantía). El hecho de que la capacidad del Estado de soportar su deuda esté en entredicho puede, según varios analistas, poner en peligro que se coloquen todos estos activos.
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