Wii: ficción publicitaria

Cuando lo que se ve en los anuncios no responde al funcionamiento real del producto los anunciantes están obligados a incluir una leyenda que advierte al espectador que se trata de una "ficción publicitaria". Esto no se contempla en los anuncios de la Nintendo wii, pero tal vez debería comenzar a hacerse.

Automóviles utilitarios que circulan a velocidades endiabladas y hacen trompos en el centro urbano de una población; barcos de juguete que a duras penas flotan pero surcan los mares rompiendo las olas; aviones de plomo macizo que vuelan sin motor ni ayuda humana... estas son algunas de las recreaciones que solemos ver en los anuncios. Imágenes que se alejan tanto de las prestaciones o el uso real del producto, que requieren de una advertencia para aquellos espectadores que no hayan sido capaces de darse cuenta de semejante truco.

Es la famosa "ficción publicitaria", que suele ir acompañada de aclaraciones más extensas como "realizada por especialistas en circuito cerrado" cuando se trata de vehículos, o "se venden por separado" cuando, para anunciar una muñeca, se la presenta con la casa, el coche y un fondo de armario propio de Nati Abascal.

Una advertencia que curiosamente no se incluye en los anuncios de consolas como la wii pero que aquellos que hayan tenido la suerte o la desgracia de tener un vecino del piso superior al que los reyes le hayan regalado la wii, empiezan a echar en falta.

Si prestan atención a los anuncios que les adjuntamos de tan exitoso regalo, comprobarán que en todos ellos la familia, que suele morar en una vivienda unifamiliar, juega unida en un ambiente de cordialidad y sosiego digno de cualquier sociedad civilizada.

Sin embargo, nada más lejos de la realidad. Una familia española, habitante un bloque de pisos, cuando se junta alrededor de una wii puede ser como una jauría de animales salvajes capaces de proferir los más crueles insultos, provocar reyertas familiares difíciles de cicatrizar y trotar como una manada de potros desbocados para desesperación de sus vecinos de los pisos adyacentes y, en especial, de los inferiores.

Sin ninguna duda, "ficción publicitaria" en los anuncios de wii, ya.