Adiós colonia, adiós

Esta noche llegan los Reyes con su cargamento de juguetes, de corbatas... y colonias. La vuelta al cole y la llegada de las rebajas coincidirá con la desaparición casi total de los anuncios de este tipo de productos de la parrilla publicitaria hasta el año que viene.

En principio no tendrían por qué ser un producto de temporada, pero lo cierto es que, como les sucede a los fascículos (por cierto, ojo a la nueva oleada de coleccionables que comienza ya), los cavas o los juguetes, el punto de ebullición de la publicidad televisiva de colonias se alcanza en la campaña de Navidad. Concluida ésta, adiós a las colonias.

A lo largo del año sólo veremos spots de aquellas que llevan el nombre de algún personaje famoso, como Antonio Banderas, Rosarillo, Bisbal, el niño Torres (habrán comprobado que ahora, si no tienes una colonia propia, no eres nadie) y un puñado de fragancias de grandes marcas como Calvin Klein, Chanel, que nunca dejan de estar presentes en los medios, además de por su volumen empresarial, por su interés en que el consumidor no se olvide de sus múltiples productos asociados como ropa y complementos.

Del resto de marcas no sabremos nada hasta que los anunciantes regresen a la pantalla aprovechando la necesidad de los espectadores de hacer un regalo con motivo de las fiestas navideñas. Como ustedes sabrán tan bien como nosotros por haberlo sufrido en sus propias carnes, las colonias son un regalo comodín para aquellos que no saben qué obsequiarte, sin reparar en que eso de los aromas, las fragancias y los olores personales es justamente eso, una cosa muy personal que difícilmente puede ser dejado en manos ajenas.

Y a todo esto, ¿tienen noticias del famoso Jacques? No sabemos nada de él desde hace unas cuantas Navidades y nos tiene un poco preocupados.