Nadal se mete en el armario de Federer

Primero le arrebató el número uno en una temporada impecable que le ha convertido en uno de los hombres de 2008. Ahora Rafael Nadal se queda también con el look Federer. Nada de camisetas sin mangas de colores fuertes y pantalones piratas, Nadal estrena el año uniformado con un polo clásico y un pantalón por encima de la rodilla. Y se estrena con victoria.

(EFE)

Nadal se formaliza y deja atrás los pantalones piratas.

Fue a mediados del año pasado. El mallorquín se encaminaba hacia su liderazgo en la ATP y Nike tomó la decisión: el número 1 del mundo debía tener un aspecto más maduro, más formal. Nadal lo aceptó, que para eso un patrocinador suelta la pasta que suelta, aunque con reparos. Cambiaría de look, sí, pero después de jugar en Flushing Meadows, ya que sólo había tenido unos días —desde el final de los Juegos Olímpicos— para probar la nueva vestimenta. Y eso a pesar de que el equipo de Nike llevaba meses hablando con el tenista, que hasta les recibió en Mallorca para discutir el tema.

Nadal prefirió dejar el armario tranquilo, que le había ido muy bien con su atuendo durante toda la temporada y ya se sabe que los deportistas son muy suyos con eso de las costumbres. No obstante, el hábito no hace al monje y Nadal perdió contra Murray en aquel torneo.

Pero año nuevo, vida nueva y camiseta nueva también. Ya no había excusas y el tenista ha aparecido hoy en Abu Dhabi con pantalón por encima de la rodilla y polo, un look más propio de Federer. Atrás quedan, tal y como asegura su página oficial, las camisetas sin mangas y los pantalones piratas que ni siquiera abandonó en Wimbledon, la cancha más tradicional del circuito —obliga a los jugadores a vestir de blanco y con decoro—.

Ahora que la estrella de Federer brilla un poquito menos parece que Nike ha apostado por Nadal para dirigirse a un público mayor, más clásico, más formal y probablemente con mayor nivel adquisitivo que los jóvenes que ahorraban todo el mes para poder comprar la camiseta verde sin mangas con la que el mallorquín conquistó Roland Garrós.

El viraje de Nike resulta curioso pues la marca siempre se ha caracterizado por jugar a dos bandas: un jugador trasgresor, de apariencia juvenil y más a la moda frente a otro tradicional, clásico, todo un gentleman para el deporte de los gentleman. Así ocurría hasta ahora con Federer y Nadal, así ocurrió también con Agassi —atuendo extravagante donde los haya— y Pete Sampras, el chico formal. Puede que la marca sea consciente de que Djokovic y Murray se quieren quedar con el número 2 de la ATP. Puede que sepan que Nadal no va a ceder el podio al suizo. En cualquier caso, ya le han metido en su armario.