"En un año he reducido mi flota de camiones a la mitad"

El sector automovilístico no está en su mejor momento. Eso está claro. Los productores de coches sudan la gota gorda, y los de camiones, también. La razón, obviamente, no es otra que la crisis. Si la venta de vehículos pesados ha caído —en octubre las matriculaciones descendieron un 50%— es porque las empresas de transporte no tienen trabajo. Y si no, que se lo digan a Emilio Pérez.

En sólo doce meses ha tenido que deshacerse de más de la mitad de su flota, ¡que se dice pronto! En diciembre de 2007 su empresa, que puso en marcha su abuelo hace unos 30 años en Lugo, vivía su mejor momento. "Alcanzamos nuestro pico y creíamos que el buen ritmo iba a seguir, pero de repente se produjo el parón", explica. La crisis económica le ha obligado a pasar de 70 a 34 camiones.

"Mejor que tenerlos aquí parados y que generasen gastos era venderlos", comenta. Con el dinero obtenido, Emilio ha podido inyectar liquidez a su empresa. "No estamos obteniendo ingresos suficientes para hacer frente a los gastos", afirma, y los que van recibiendo son con demora. "Los clientes antes pagaban a 30 días y ahora a 60 ó 120. Ha habido alguno que ha pedido pagarnos a 200 días, pero eso no lo hemos podido aceptar", cuenta.

Menos camiones, menos empleados

La falta de contratos y la demora en los pagos han hecho que alrededor de una tercera parte de la flota nacional de camiones se encuentre ahora 'en tierra', y eso ha mandado al paro a cientos de camioneros. "Yo he tenido que echar a 36 personas", explica Emilio. Según este empresario, "no es nada agradable tener que tomar esta medida", pero "a veces no queda otro remedio para subsistir". De todas formas, confía en que, tarde o temprano, todo mejore y pueda "volver a contratarlos".

Pero ni siquiera para los que están trabajando la situación es la ideal. "Están muy cansados porque se pasan el día fuera de casa", comenta. En principio esto no debería ser un problema para alguien que se dedica a transportar mercancías al extranjero, sin embargo ahora lo es. "Constantemente se nos repite la misma historia, tenemos camiones en alguna ciudad y no hay mercancía que traer a Galicia", explica. La solución entonces es desplazarse al punto más cercano que tenga carga disponible, aunque eso implica "horas de carretera extra" y más gastos para la empresa, "200 kilómetros suponen unos 130 euros de combustible".

Respiro del gasoil

Ahora los precios de los carburantes ya no son su principal problema, pero sí que lo fueron. No hace ni seis meses que transportistas de toda España protagonizaron un paro general de cinco días. ¡Cómo para olvidarlo! "Estamos en un periodo de tregua, pero no sabemos hasta cuándo durará", cuenta.

La suerte de este momento es que han podido ajustar al máximo su presupuesto. "Hemos reducido costes entre 70.000 y 80.000 euros", dice Emilio. Gracias a esto pueden ir subsistiendo. Ahora, su objetivo es mantenerse como están sin tener que reducir plantilla y sin tocar el sueldo de los empleados, algo que mantienen intacto hasta el momento. "Habrá gente que esté mejor y otros, mucho peor. Nosotros estamos en el medio e intentaremos seguir así".

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