Sage y Dovos, extranjeros que se afincaron en Mundaka para disfrutar de sus olas

Mundaka (Vizcaya).-  El australiano Craig Sage, de 51 años, y el norteamericano, Mike Dovos, de 41 años, son dos surfistas que un día decidieron establecer su residencia definitiva lejos de sus lugares de origen, concretamente en la localidad vizcaína de Mundaka, y disfrutar así de la reconocida calidad de sus olas.

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(EFE)

El surfista estadounidense Mike Dovos se asoma entre unas tablas de surf en la localidad vizcaína de Mundaka, a la que llegó en 1999 atraído por la fama de sus olas en una visita que "se convirtió en algo más, en una estancia permanente". Desde entonces reside en Mundaka, donde puede practicar su "estilo de vida", que gira en torno al surf.

Según explica Craig Sage, natural de Newcastle (Australia), en 1980 era un joven estudiante de Derecho que decidió "descubrir" Europa junto a "un amigo y su tabla de surf".

Sage relata que antes de llegar al País Vasco trabajó como socorrista en Cornualles (Inglaterra) y añade que tras esa experiencia llegó en un ferry a Santander y desde allí se dirigió a Bilbao.

A comienzos de los 80, remarca en un perfecto castellano, Bilbao "era muy industrial" y "parecido" a la zona de Australia de la que proviene, pero le impresionaron "principalmente dos cosas: las olas de Mundaka y las chicas".

En 1982, dos años después de su primera visita, regresó de nuevo a Mundaka, pero esta vez con la idea de quedarse, por lo que "para ganarse la vida" comenzó a vender material para la práctica del surf importado de Australia, ya que en esa época en Euskadi "había muy poco", recuerda.

Aunque al principio "parecía un negocio arriesgado y nadie daba un duro por que funcionara", Sage explica que en la actualidad es propietario de un consolidado establecimiento de venta de artículos de surf y uno de los impulsores de la única prueba del circuito profesional de este deporte (WCT) que se disputa en España: el Billabong Pro de Mundaka.

Este australiano, casado con una mujer de Bilbao y que tiene dos hijos nacidos en Euskadi, dice que tiene "mucha suerte de vivir aquí" y, en este sentido, valora "la cultura, tan distinta a lo que había visto; la belleza de los paisajes; el poder disfrutar de unas olas de categoría mundial; y lo bien que se come".

Por su parte, Mike Dovos, de Florida (Estados Unidos), visitó en 1999 el País Vasco con el objetivo de probar su habilidad sobre la tabla en las olas de Mundaka, pero esta visita "se convirtió en algo más, en una estancia permanente", porque se quedó "enamorado de este lugar", matiza.

Dovos logró un empleo en el mismo hotel en el que se hospedaba como cliente y hoy en día compagina el turno nocturno en el hotel con su trabajo como monitor de surf, lo que le permite poner en práctica su "estilo de vida", que consiste en hacer lo que más le gusta, el surf, remarca.

Además, confiesa que le enganchó el ritmo de allí, "más relajado que en Estados Unidos, con más vida social, y por supuesto las olas de Mundaka".

El surfista norteamericano recalca que sus planes pasan por "comprar una casa" en Euskadi, aunque "está bastante difícil", y expresa su deseo de perfeccionar su castellano, además de aprender euskera.