Payá exige que nadie hable por el pueblo de Cuba mientras no tenga libertad

La Habana.-  El opositor cubano Oswaldo Payá exigió hoy que nadie hable por los cubanos mientras no tengan libertad de expresión y aseguró que la alternativa para su país es la libertad y que el sucesor en el poder será el pueblo soberano.

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(EFE)

El premio Sajarov de 2002 recuerda que no pudo viajar a Estrasburgo, sede del Parlamento Europeo, porque las autoridades cubanas no le dieron el permiso para salir del país.

Payá indicó en una carta enviada al Parlamento Europeo con motivo del XX aniversario de los premios Sajarov, y divulgada hoy en La Habana, que el pueblo cubano "no es libre, sufre la opresión totalitaria de un régimen que le niega mucho de los derechos que en el mundo son reconocidos como humanos".

"Que nadie hable por el pueblo cubano mientras este no tenga libertad de expresión, de viajar, de elegir, de soñar y cantar", agrega.

El líder del Movimiento Cristiano Liberación afirma, además, que a los presos de conciencia en Cuba "el odio y el miedo no los ha derrotado, pero mientras estén en prisión todo el pueblo estará cautivo".

El premio Sajarov de 2002 recuerda que no pudo viajar a Estrasburgo, sede del Parlamento Europeo, porque las autoridades cubanas no le dieron el permiso para salir del país y señala que "los cubanos no tienen derecho a salir de Cuba y entrar libremente".

Afirma que "muchos insultan al pueblo cubano y le tratan como humanos disminuidos como si hubiesen renunciado a la libertad y a la dignidad para alabar un gobernante y un partido", mientras otros hablan de "modelos semiesclavos como alternativa al totalitarismo en Cuba".

"Que nadie se confunda, la alternativa para Cuba es la libertad y el sucesor en el poder será el pueblo soberano, sin intervenciones extranjeras y sin caudillos", añade.

Payá agradece al Parlamento Europeo por ofrecer un espacio "para levantar la antorcha de los derechos humanos en el mundo y por ofrecer su lugar para que tengan voz los que no tienen voz" y menciona a la Nobel de la Paz y líder de la oposición birmana, Aung San Suu Kyi, y al activista chino Hu Jia.

"Nos une la misma prohibición de salir de nuestros países, pero también la misma determinación de luchar por la libertad de conciencia de todos los seres humanos", afirma.