Uruguay despide el año con un un complicado panorama político y económico

Montevideo.-  El primer Gobierno de izquierdas de Uruguay encara el 2009 y las elecciones de octubre con disensiones en la coalición en el poder, conflictos laborales, la pugna de las papeleras con Argentina y una fractura social en un tema tan sensible como el del aborto.

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(EFE)

El gobernante Frente Amplio, una variopinta amalgama de partidos de izquierdas, deja el 2008 con una brecha entre los más moderados seguidores del propio presidente Tabaré Vázquez y del ex titular de Economía Danilo Astori, y los más radicales que apuestan por José Mujica para revalidar la victoria del 2004. EFE [ARCHIVO]

El gobernante Frente Amplio, una variopinta amalgama de partidos de izquierdas, deja el 2008 con una brecha entre los más moderados seguidores del propio presidente Tabaré Vázquez y del ex titular de Economía Danilo Astori, y los más radicales que apuestan por el histórico ex dirigente guerrillero y también ex ministro José Mujica para revalidar la victoria del 2004.

Astori y Mujica son dos de los potenciales candidatos del FA, junto al socialista y ministro de Industria Daniel Martínez de cara a los comicios nacionales que Uruguay celebrará en octubre.

Estos dos senadores, el tecnócrata Astori y el septuagenario ex tupamaro "Pepe" Mujica, plasman dos formas distintas de entender la política en el Frente Amplio y, por extensión, en Uruguay.

Hasta que dejó en septiembre pasado su cargo para optar por la carrera electoral, Astori propugnó una estrategia económica y diplomática más abierta, incluso con acuerdos destinados a impulsar las relaciones comerciales con Estados Unidos.

Washington es la bestia negra del Movimiento de Participación Popular de Mujica, donde aún priman el proteccionismo en lo económico e ideologías revolucionarias muy cercanas a Cuba y Venezuela, y con muchas simpatías en las bases del Frente Amplio.

Tales disensiones internas han erosionado el respaldo popular al FA: según las últimas encuestas, los tres partidos opositores, el Nacional o Blanco, el Colorado y el Independiente, superaron en intención de voto, sumados sus apoyos respectivos, al Frente Amplio, por primera vez desde la victoria de 2004.

De esta situación también aparece responsable la creciente preocupación económica y los primeros coletazos de la crisis financiera internacional, que en el caso de Uruguay está afectando al sector agropecuario, al verse reducidas drásticamente las compras de carne desde Rusia y la Unión Europea.

El sector automotriz vio en los últimos meses del año una caída notable (del 25 por ciento en octubre) y la sequía tampoco se lo puso fácil a la agricultura, con importantes pérdidas en el cuarto trimestre por la falta de lluvias.

Sólo la aparente solidez del sistema financiero uruguayo, ha impedido una mayor debacle, pero los expertos ya han advertido sobre los efectos negativos del elevado gasto público.

La plena aplicación en el 2008 del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) también fue origen de conflicto, después de que jubilados y pensionistas denunciaran su inconstitucionalidad, y de que la Justicia diera la razón a algunos de ellos.

A los interminables paros en la banca, el campo, la industria y el funcionariado, el 20 de agosto pasado se añadió la primera huelga general contra la Administración Vázquez, en demanda de mejores salarios, aumentos para jubilados y mayor presupuesto de educación.

También en el ámbito social, a lo largo del 2008 se amplió la fractura en torno al aborto, que alcanzó su hito con la aprobación en noviembre de la reforma legal para la despenalización parcial de la interrupción del embarazo, por parte del Parlamento, y su inmediato veto por el presidente Vázquez.

Este alegó razones científicas y éticas para argumentar su postura, que le enfrentó en las dos cámaras del legislativo a sus propios correligionarios, y desató airadas manifestaciones en la calle de grupos tradicionalmente votantes del FA.

El 2008 tampoco fue tranquilo en las relaciones con los vecinos, pues se ahondó la pugna con Argentina sobre la papelera instalada en los límites con este país y alcanzó el ámbito regional al vetar el Gobierno uruguayo al ex presidente argentino Néstor Kirchner como primer secretario general de la UNASUR.

Así, continuaron los bloqueos en los puentes internacionales que unen los dos países sobre el río Uruguay por parte de ambientalistas argentinos que protestan contra la puesta en marcha hace un año de la planta de celulosa de la firma finlandesa Botnia.