Mucha animación ante las 'patadas' al reglamento

Madrid.-  Los asistentes al "II Torneo Iker versus Rafa por un Mundo Libre de Malaria" vivieron con gran animación las pruebas disputadas hoy por los equipos de deportistas que capitaneaban Iker Casillas y Rafael Nadal, debido a las infracciones del reglamento permitidas.

Semejante número de astros del deporte juntos no podían pasar inadvertidos. Si el año pasado Iker Casillas, Rafael Nadal y sus amigos lograron llenar el Telefónica Arena de Madrid, en el primer partido Por un Mundo Libre de Malaria, el 'Rocódromo' se quedaba pequeño para la segunda edición.

El ambiente en ebullición del martes por la tarde en el Palacio de los Deportes de la capital presagia que este II Torneo hará más caja que la primera tentativa, en la que se obtuvieron 117.000 euros.

Niños y no tan niños se agolpaban ante las puertas del recinto, esperando ansiosos poder ver a todos sus ídolos juntos: los grandes futbolistas, pilotos de Fórmula Uno y Motociclismo, golfistas, atletas, gimnastas y tenistas del momento, reunidos bajo el mismo techo y enfrentándose en distintas disciplinas.

A punto de colgar el cartel de 'completo', en el circuito de karts, el favorito estaba claro. Los vítores delataban a Fernando Alonso como el elegido por el público, aunque los coches dieron la victoria a Dani Sordo.

A la raqueta, Nadal y Raúl se hicieron merecedores de todos los "ooohs", los "aaahs" y los aplausos ante David Ferrer y Santi Cazorla. Pero el punto más aclamado, tras el cambio de parejas, fue el derechazo que Casillas encajó a Nadal y que este no supo rebatir.

Sin duda, el momento álgido, en el que se comprobaron las destrezas de todos los participantes, fue durante la tercera prueba: el deporte rey. El fútbol sacó lo mejor de cada uno de los deportistas, y el público no se quedó atrás y vivió esta última parte con mucha más animación.

Esta fue la jornada del "todo está permitido". Incluso Iker Casillas salió de su portería durante la primera parte y, de una carrera, dejó a Carlos Sastre sin defensa en la meta contraria; y se pitaron faltas inexistentes, mientras que otras, provocadas con sorna, se dejaron de lado.