Riesch se exhibe en La Molina y reta a su amiga Vonn

La Molina (Gerona).-  La alemana Maria Riesch se exhibió en el eslalon de La Molina, que ganó hoy con gran autoridad y en el que presentó sus credenciales a anotarse la Copa del Mundo de esquí alpino tras relegar al segundo puesto a la estadounidense Lindsey Vonn, que recuperó la cabeza de la competición.

En una jornada marcada por la fuerte nevada, Riesch se 'paseó' en la estación catalana que albergó este fin de semana, por primera vez en su historia, pruebas de la Copa del Mundo de esquí.

En la pista Supermolina de la estación gerundense, la esquiadora bávara dobló mejor tiempo en ambas mangas. Tardó 53 segundos y 81 centésimas en sortear las 63 puertas que marcó Petr Zahrobsky, padre y entrenador de la checa Sarska Zahrobska, que finalizaría cuarta.

Y, después, invirtió 59 segundos y 17 centésimas en superar el trazado diseñado por el austriaco Armin Moser, de otras 66 puertas, en la pista que -con salida a 1.903 metros de altitud y un desnivel de 208- resistió sin problemas a las inclemencias meteorológicas.

Donde presentó su firme declaración de unas intenciones que apuntan a la gran Bola de Cristal, tras imponerse de forma abrumadora, con casi segundo y medio de ventaja, sobre su buena amiga Lindsey Vonn (C. Kildow de soltera), que ganó ese trofeo la temporada pasada y que, después de ceder unas horas el primer puesto de la general a la finesa Tanja Poutiainen -ganadora del gigante-, recuperó la sonrisa, al verse de nuevo al frente de la clasificación principal tras el eslalon dominical.

Riesch pulverizó los registros y marcó un crono global de un minuto, 52 segundos y 98 centésimas, mejorando en dos segundos y 36 centésimas el de la austriaca Kathrin Zettel, que completó el podio y, de alguna manera, se rehizo del disgusto del sábado, cuando, tras ganar la primera manga, la 'pifió' en la bajada decisiva del gigante.

La germana dejó a más de segundo y medio a Zahrobska, campeona mundial de la disciplina. Le endosó 2.66 a la súper-campeona sueca Anja Paerson, que fue quinta; tres centésimas más a la simpática Poutiainen y 2.77 a la francesa Sandrine Aubert, que acabó séptima.

Todo ello, ante la atenta mirada de los Duques de Palma, la Infanta Cristina y don Iñaki Urdangarín, testigos de lujo del golpe de efecto de una esquiadora muy versátil de sólo 24 años que firmó su primer triunfo de la temporada y el séptimo de su carrera en Copa del Mundo.

Que podían ser muchísimos más a fecha de hoy, de no haber sufrido tantas lesiones. La de Garmisch-Partenkirchen, que había sido tercera en la general final de la temporada 2003-04, acumuló, a continuación, una lesión en el hombro izquierdo, en noviembre de 2004; y dos roturas de ligamento cruzado, durante 2005.

La segunda de ellas, en diciembre de ese año, por lo que no pudo representar a su país en los Juegos Olímpicos de Turín'06.

Riesch vuelve por sus fueros y, de no sufrir nuevos contratiempos, está llamada a rememorar para Alemania los grandes tiempos de las Katja Seizinger, Hilde Gerg o Martina Ertl, presente este fin de semana en La Molina como comentarista de televisión.

La primera referencia válida en la segunda manga -en la que no participó la catalana Mireaia Clemente, única española participante, que fue la 48 en la primera- la marcó la austriaca Nicole Hosp, que con el tercer mejor tiempo en ese acto (59.51) deshizo el entuerto de la primera bajada y ascendió de la 26 a la novena plaza final.

Su tocaya, la italiana Gius, firmó el octavo puesto. Y después de las buenas bajadas de Poutiainen y Zahrobska, Vonn logró el segundo mejor tiempo de la manga (59.37), desbancó del segundo puesto provisional a Zettel y salió de La Molina aún mejor de lo que entró: sigue primera en la general -con 438 puntos, 38 más que Poutiainen- y con el liderato de eslalon reforzado.