Fable II: ¿existe el juego para todos?

Para un título que sin duda está entre los más ambiciosos de la historia de los videojuegos, puede que el más de millón y medio de unidades vendidas no sea una cifra espectacular. Es más rentable hacer clones de ‘Brain Training’ que aventuras como ‘Fable II’, un juego que requiere muchísimo esfuerzo y que sólo el empeño de Microsoft y el talento de Peter Molineaux han hecho posible. Puede que no llegue a ser ese juego que una a diferentes tipos de jugadores, pero es que hay algo más importante que las ventas de un juego: el que sea capaz de vender consolas por sí mismo. Y eso es precisamente ‘Fable II’, una de las mejores razones para comprarse una Xbox 360.

No temáis, se pasa mucho más tiempo en el bar que disparando monstruos como éste.

A pesar del aspecto de cuento de Dickens, ‘Fable II’ no tiene nada de juego clásico. Es más bien una perversión de la etiqueta 'Action RPG' (literalmente, juego de rol de acción), ya que es tanto un GTA medieval como un Zelda con sexo. Es tan ambicioso que se atreve a partir de cero en muchos aspectos, huyendo de las convenciones establecidas en todas las aventuras. En lugar de un mapa, una luz muestra el camino hasta el próximo objetivo y el combate está extremadamente simplificado para que sea muy fácil jugar. Pero, aún así, es profundo, y tiene mucho que ofrecer a los jugadores más curtidos. Si en un principio cuesta un poco acostumbrarse —sobre todo a la ausencia del mapa— se debe más a que hay que olvidarse de lo aprendido en otros juegos y no a fallos achacables a Lionhead.

La historia principal, un cuento no demasiado original, sirve como excusa para que avance el tiempo en Albión —territorio imaginario donde transcurre el juego— pero no es ni mucho menos lo más importante. Se puede interactuar con cualquier personaje o edificio, y de hecho cada jugador puede elegir de qué manera desarrollar su personaje. Hay muchos juegos que ofrecen libertad de acción y misiones secundarias, pero pocos tienen tantas y tan bien integradas como ‘Fable II’. Desde los clásicos en los juegos de rol como buscar tesoros, competir en torneos o ayudar a los aldeanos, hasta otros más propios de otros géneros como trabajar, robar o especular con inmuebles. Y al contrario de lo que ocurre en muchos casos, como por ejemplo en GTA IV, donde algunas acciones secundarias son tediosas y además el jugador está prácticamente obligado a realizarlas si quiere avanzar, en ‘Fable II’ todas son divertidas, y sin obligaciones.

El juego consigue no penalizar las elecciones por su moralidad y, de hecho, a veces ser altruista puede ser la peor opción. Todo tiene ventajas e inconvenientes, y a menudo hay que pararse a pensar bien qué decisión tomar, porque son irreversibles. Un ejemplo de cómo funciona esta mecánica, este minijuego titulado ‘La Historia de un Héroe’.

Lo malo

• Los tiempos de carga, demasiados y demasiado largos.
• El doblaje es un ejemplo más del esfuerzo que hace Microsoft por convencer al resto del mundo de que compren su consola. Un juego inglés, de una compañía americana y que sale simultáneamente en todo el mundo traducido y doblado. Todos los diálogos y menús están traducidos a la perfección. ¿Dónde está el pero? Pues que no permita elegir el idioma en el que quieres jugar. Desconozco si es un problema de memoria o simplemente no parece interesante, pero a mucha gente nos gusta disfrutar de las películas y también de los juegos en versión original. Por cierto, el doblaje es bueno, pero en inglés es aún mejor.
• A mediados de diciembre debería estar disponible en Xbox Live Arcade un parche que corrija algunos problemas graves, y otros simplemente molestos, como personajes que desaparecen o incluso bloqueos que impiden continuar con el juego.
• Hay poca variedad de enemigos, y su comportamiento es muy previsible, pero en cambio no es tan importante por lo bien que se controla la acción y el sistema de recompensas. Al contrario que en otros juegos como ‘God of War’, las cadenas no se producen por impactos consecutivos, sino por estilo y coordinación, y dominarlas se convierte en un placer en sí mismo.

Travestismo, ludopatía, alcoholismo, avaricia… Y eso que parece un juego para niños.

Lo bueno

• Es increíblemente fluido. El arranque es un prólogo jugable que cuenta la infancia del protagonista y desde ahí hasta el final apenas hay vídeos, los justos para vertebrar una historia que, por lo demás, se construye al jugarse.
• La ambientación y el diseño de Albión y la coherencia de su universo. Su literatura, sus negocios, sus habitantes, sus religiones y su sentido del humor; es, en los detalles que llenan el juego, donde está lo mejor de ‘Fable II’.
• La preciosa banda sonora —con tema principal de Danny Elfman— y el uso funcional del sonido: para encontrar 50 calaveras escondidas habrá que subir el volumen, porque muchas no están a la vista y se encuentran por el ruido que hacen, y sobre todo el perro que acompaña al protagonista desde su infancia, una especie de menú con patas. Simplifica muchas tareas, de modo que para encontrar un tesoro el jugador puede esperar sentado porque el perro llamará su atención con un ladrido cuando sepa dónde se encuentra.

Veredicto

• Muchos jugadores se quejan del final y de que los personajes flotan, pero lo hacen después de llevar más de 50 horas de partida. Aunque la aventura principal es corta, Peter Molineux prometía un juego en el que el jugador decidiría cómo sería su personaje y ‘Fable II’ es exactamente así: puedes ser una heroína valerosa que ayuda a los pobres y juega una partida de 20 horas o un traficante de esclavos que se tira pedos en los funerales y que en un año no habrá tenido suficiente. No plantea un reto al jugador basado en la dificultad, sino en la elección: te lo acabarás, pero será tan bueno como lo seas tú.

Ficha técnica

• Título: Fable II, Lionhead, Xbox 360 (59,95 euros)
• Lanzamiento: 25 octubre 2008.
• Web oficial