¡Ojo con las nuevas fórmulas para hacerte con una casa!

MADRID.-  Las llaves de la vivienda de tus sueños pueden llegar a ti en forma de boleto para un sorteo, y no nos referimos a los décimos de la Lotería de Navidad, sino a las rifas de pisos o terrenos que en los últimos tiempos se han convertido en moneda común para deshacerse del stock sin vender. Por los 75 euros que cuesta un calefactor, una promotora catalana ofrece la posibilidad de participar en el sorteo de un piso en Santa Coloma de Gramanet (Barcelona). Mientras tanto, una conocida marca de pacharán regala a los clientes que se tomen una copa de su licor en un bar un número para participar en el sorteo de una finca en Navarra. ¿Podemos fiarnos de estas iniciativas, o simplemente están jugando con nosotros?

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Nadie regala euros a céntimos, y mucho menos una vivienda.

¿Quién no querría probar suerte?

"Por 75 euros podría estrenar su piso durmiendo calentito", dice la promotora catalana Grupo Rob en su web. ¿Cómo? La compañía regala boletos para la rifa de una de las 31 viviendas que tiene sin vender con la compra de uno de los calefactores que quiere introducir en el mercado. "Fabricamos este sistema de calefacción, y, como en Cataluña no puedes sortear viviendas a personas que no son tus clientes, decidimos hacerlo entre quienes nos compren el calefactor. Es una iniciativa muy similar a la del algunos bancos", explica el promotor de la idea y director de la inmobiliaria, Manuel Pérez. Los calefactores cuestan 75 euros, "el precio al que se van a comercializar en breve en las cadenas de electrodomésticos nacionales", afirma Pérez.

En tan sólo unos días, la inmobiliaria confiesa estar "desbordada". "No esperábamos tanta repercusión en tan poco tiempo", dice su director general. A partir de mañana, asegura, las bases del sorteo podrán encontrarse en su web. De momento, nos ha adelantado que los interesados deberán pagar una reserva de 50 euros, "que le da derecho a participar en el sorteo y a la entrega de un calefactor en la fecha en que éste se celebre, y tras la correspondiente entrega de los 25 euros restantes".

Su intención es alcanzar las 7.000 participaciones, es decir, vender ese mismo número de calefactores. Sólo entonces solicitarán la autorización correspondiente a la Generalitat. Según explica Pérez, han realizado "consultas previas a las autoridades pertinentes y nos han dicho que es factible". Sin embargo, desde la Dirección General de Juegos y Espectáculos de la Generalitat nos aseguran que "cuando solicite la licencia para realizar tal sorteo se le denegará", porque "no cumple los requisitos exigidos por la ley". A saber: "destinar los beneficios obtenidos a la beneficencia o para utilidad pública, pero no para enriquecimiento propio", nos explican desde este organismo público que depende de la Consejería de Interior.

Según Pérez, el objetivo es "recuperar el valor del piso" y desprenderse de una promoción que, pese a que se entregará en dos meses, "aún no está vendida". Echando cuentas, con la venta de las 7.000 participaciones a 75 euros, la promotora se embolsaría 525.000 euros por piso (más de 87 millones de las antiguas pesetas). Pérez nos explica que no todo este capital sería beneficio, ya que habría que descontar los gastos del seguro, el notario, la tasa del 10% del sorteo y el coste de las placas de calefacción, por lo que, "al final, daremos las viviendas a precio de coste", afirma. Según nuestros cálculos, unos 240.000 euros, 30.000 euros menos del precio al que se vendía hace unos seis meses.

Con la ley en la mano

Hemos consultado con el despacho legal F&J Martín Abogados, y nos aseguran que sortear pisos en Cataluña sí es legal; pero "tienes que vender papeletas por el equivalente al valor del objeto sorteado". Así se puede comprobar en el artículo 10.1 del decreto 240/2004, de 30 de marzo, de aprobación del catálogo de juegos y apuestas autorizados en Cataluña y de los criterios aplicables a su planificación, que dice lo siguiente:

"10.1 Se entiende por rifa [...] el sorteo de un bien previamente determinado, mueble o inmueble, pero en ningún caso valores, metálico o signo que lo represente. [...] se celebra entre varias personas mediante la adquisición de boletos o billetes de importe único. El total de los boletos emitidos ha de satisfacer como mínimo el valor del objeto sorteado".

Hasta ahí, parece que la legalidad del sorteo de Grupo Rob no se puede poner en duda. Pero la cosa cambia cuando hablamos del destino del dinero obtenido con la rifa, ya que no se entregará a la beneficencia ni a una utilidad pública. Además, otro decreto, el 294/1995, de 7 de noviembre, que aprueba el Reglamento de rifas, tómbolas y combinaciones aleatorias, establece como obligatoria la solicitud de autorización previa al sorteo, y esto incluye el comenzar a publicitarla, así como el pago del canon correspondiente: 10% de lo obtenido. Algo que la promotora aún no ha hecho, según indican desde la administración catalana.

El director de Grupo Rob asegura que si no consiguen la licencia o no llegan a vender las 7.000 participaciones que consideran necesarias para efectuar el sorteo, "en un plazo máximo de tres meses, devolverán el dinero de la reserva".

A la vista de lo que nos han dicho desde la Dirección General de Juegos y Espectáculos de la Generalitat, parece que éste será el final para esta iniciativa. Es más, los abogados de F&J Martín nos han explicado que el hecho de no solicitar la licencia correspondiente para la rifa está considerado una infracción "muy grave", y se castiga con multas de hasta 600.000 euros, según estipula el artículo 6 de la Ley 1/1991.

Casos similares

Algo similar ocurrió en Madrid con el famoso caso del "piso de los 5 euros". Aquel de un joven llamado Miguel Marina, que allá por el mes de mayo decidía sortear su casa entre aquellos que le comprasen una papeleta de tan sólo 5 euros. Al principio, la prensa le llamó "lince", pero, días después, se hacía eco de su desgracia. Hacienda le abría un expediente sancionador y le obligaba a pagar 64.000 euros de multa por no haber pedido la autorización pertinente a Loterías y Apuestas del Estado.

Marina, que llegó a recaudar 55.000 euros con esta iniciativa, asegura que "no actuó de mala fe" y en su página web reconoce que ya ha devuelto la mayor parte del dinero, e incluso aconseja los pasos a seguir para realizar un sorteo.

Teniendo en cuenta la 'pasión' española por la lotería, y los juegos de azar —entre enero y septiembre Loterías y Apuestas del Estado recaudó 4.102 millones de euros—, no es de extrañar que las rifas también hayan aterrizado en el mercado de la vivienda. Pero hay que tener cuidado e informarse bien antes de lanzarse de cabeza a uno de estos sorteos. Como diría mi abuela, recurriendo al saber popular, "nadie da duros a pesetas" —traducido a la era euro: "nadie da euros a céntimos"—. Es decir, que los 'chollos' no existen y no hay que fiarse de este tipo de ofertas 'maravillosas'.