Las fuerzas de seguridad israelíes desalojan el bastión del movimiento colono

Hebrón.-  Centenares de efectivos de seguridad israelíes evacuaron hoy a 250 colonos atrincherados en una vivienda en disputa en Hebrón, símbolo del movimiento ultraderechista judío, y cuyo desalojo mantenía en jaque a las autoridades.

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(EFE)

Soldados israelíes llevan en volandas a un joven de la vivienda desalojada hoy en la ciudad cisjordana de Hebrón.

Las fuerzas de seguridad han sorprendido con la guardia baja a primera hora de la tarde a los miles de colonos y simpatizantes, en su mayoría menores de edad, que prometían resistir por todos los medios la expulsión del inmueble.

En apenas 45 minutos, medio millar de policías israelíes lograron sacar uno por uno a los amotinados dentro de la polémica casa, cuya propiedad se halla en disputa, razón que llevó, el pasado 16 de noviembre, al Tribunal Supremo de Israel a ordenar su evacuación.

Durante el desalojo se produjeron forcejeos entre las fuerzas de seguridad y los ocupantes, aunque sólo se registraron cinco israelíes heridos leves, dijo a Efe el portavoz de la Policía, Miki Rosenfeld.

Asimismo, un agente resultó herido grave en el rostro y la cabeza después de ser rociado con un líquido arrojado por colonos.

Un mando policial en la zona, Avshalom Feld, manifestó a los medios que se realizó la operación por sorpresa "porque sabíamos que (los amotinados) habían almacenado todo tipo de piedras y ácido".

En la operación participaron de forma coordinada centenares de efectivos antidisturbios, agentes de la Policía de Fronteras, y el Ejército, que a lo largo de la tarde tuvieron que emplearse a fondo para impedir que los jóvenes se acercaran nuevamente al lugar.

Granadas de estruendo y gases lacrimógenos fueron disparados contra masas esporádicas de radicales judíos, que en respuesta al desalojo incendiaron terrenos de cultivo y propiedades palestinas colindantes al inmueble y al asentamiento de Kiriat Arbá, baluarte del movimiento colono y donde residen 6.500 israelíes.

Dos palestinos resultaron heridos por disparos de bala efectuados por colonos judíos en Hebrón, donde residen 110.000 palestinos y medio millar de judíos en cuatro barrios incrustados en su casco antiguo.

La ciudad -donde judíos y musulmanes veneran las tumbas de los patriarcas bíblicos, Abraham, Isaac y Jacob- es la única de Cisjordania con asentamientos en el interior.

"Hebrón es la raíz más profunda del pueblo de Israel, tiene 5.000 años de historia y lo que ha hecho hoy el Gobierno es ilegal", afirma un colono de nombre Yaacov.

El colono acusó al ministro de Defensa, Ehud Barak, de haber tomado la decisión en coincidencia con las primarias de su partido, el Laborista, para ganar votos de cara a las elecciones generales del próximo 10 de febrero.

Uno de los jóvenes atrincherados hasta hoy en la vivienda, Simón Cohen, de apenas 17 años y que resultó herido en la cabeza, denunció que el desalojo "se ha producido violando el derecho internacional".

Los colonos aseguran que compraron a un palestino la vivienda, que denominan "Casa de la Paz", de forma legal, en tanto que éstos, apoyados por una ONG local, denuncian que los documentos fueron falsificados.

Los jueces no se han manifestado en la cuestión de la propiedad pero, hasta que lo hagan, han ordenado el desalojo con carácter preventivo.

Barak se reunió por la mañana con los dirigentes colonos, sin alcanzar un acuerdo para que abandonasen la casa de forma pacífica.

"La habilidad del estado para hacer cumplir la ley se ha visto sometida hoy a prueba en Hebrón", declaró Barak tras el desalojo, aunque algunos analistas se preguntan si detrás de la escasa resistencia ofrecida por los colonos no existe algún tipo de pacto.

Poco después de la evacuación, otros sucesos violentos se reprodujeron en el caso antiguo de Hebrón y diversos puntos de Cisjordania, donde los colonos cortaron carreteras y arrojaron piedras a los palestinos.

También se desplazaron a la entrada de Jerusalén, donde 20 personas fueron arrestadas y tres policías resultaron heridos por los manifestantes.