Las Cortes aragonesas reclaman alternativas viables para la autovía Cuenca-Teruel

Zaragoza.-  El pleno de las Cortes de Aragón ha aprobado hoy por unanimidad reclamar al Ministerio de Fomento la elaboración "urgente" de las alternativas medioambientalmente viables en el trazado entre Teruel y Cuenca de la autovía A-40 que permitan unir por carretera a la capital turolense con Madrid.

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(EFE)

Así, ha explicado Maite Pérez, ya ha mantenido una reunión con su homólogo castellanomanchego, José María Barreda, para plantear una alternativa al trazado que sortea las dificultades, y también está convocada otra con el Gobierno valenciano.

Así consta en una proposición no de Ley que recogió un texto pactado por el PP, PAR y CHA, que habían presentado para su votación sendas iniciativas ante la declaración de impacto ambiental negativo del trazado.

También se reclama la agilización de los trámites administrativos para impulsar la definitiva construcción, así como la reafirmación, vigencia y desarrollo del proyecto de ejecución de la autovía entre Teruel y Cuenca, tal y como prevé el Plan Estratégico de Infraestructuras de Transporte (PEIT).

Asimismo, los grupos apoyaron demandar de Fomento la actuación "rápida" en la carretera nacional que une Teruel con Cuenca y que la posible mejora como vía rápida o desdoblada de la N-211 entre Alcolea del Pinar y Monreal del Campo lo sea "sin detrimento" de las actuaciones necesarias para la puesta en marcha del corredor entre Teruel y Cuenca, y no con carácter alternativo.

En su intervención, la diputada del PP Carmen Cobo ha hecho hincapié en que la construcción de esta autovía es "clave" para el desarrollo del territorio y evitaría el aislamiento al que la provincia está sometida "continuamente".

Por eso, ha urgido al Gobierno de Aragón, que en su opinión ha estado desaparecido, y ahora su presidente, Marcelino Iglesias, se presenta como el "mesías" para solucionar los problemas, que reclame "con toda contundencia" esta vía al Gobierno central, que con el aragonés, en su opinión, ha "traicionado la confianza de los turolenses".

Miguel Ferrer, del PAR, ha resaltado que la declaración de impacto ambiental negativa ha supuesto un "verdadero mazazo" para las ilusiones de una provincia que espera esta resolución desde el año 2003, teniendo en cuenta además las mermas en infraestructuras de las que adolece Teruel como consecuencia de la falta de inversiones del Estado.

Es de justicia, ha agregado Ferrer, reivindicar una autovía que demanda la sociedad, considerando además que la A-23 no puede suponer "un parón" para el resto de actuaciones.

Bizén Fuster, de CHA, ha lamentado la inicial "sumisión" del Gobierno de Aragón a los "noes" del central, pero la "presión", ha apuntado, le ha obligado a rectificar, porque se trata de un tramo "importantísimo" que va hacia Madrid y que coloca a dos pequeñas capitales "en el mapa de las posibilidades".

Fuster ha denunciado que la tramitación sobre el trazado "ha batido todos los récords", porque han pasado casi seis años para resolver una DIA, y en sentido negativo. "Parece -ha señalado- que algunos sólo se atreven con Aragón para hacer este tipo de cosas".

Por su parte, el diputado de IU, Adolfo Barrena, ha planteado, mediante una enmienda "in voce" que los grupos proponentes no han admitido, marcar un plazo, finales de 2010, para que las alternativas y los estudios de impacto ambiental estén listos.

Maite Pérez, del PSOE, tras achacar parte de los problemas de la vía a los informes que ha emitido la Comunidad Valenciana, ha defendido la actuación del líder del Gobierno aragonés, quien ha liderado este asunto "fiel a su propio estilo", que pasa por buscar soluciones basadas en el consenso en lugar de "imponer".