Los ataques en Bombay llaman la atención mundial sobre los atentados en la India

Nueva Delhi.-  Los atentados en Bombay han llamado la atención del mundo hacia el terrorismo, no sólo de corte islámico, que la India padece desde hace décadas y que hoy golpeó de nuevo en Assam con tres muertos y 30 heridos por una bomba en un tren.

El atentado tuvo lugar en un tren de pasajeros parado en la estación de Diphu, a unos 300 kilómetros al este de la principal ciudad del estado nororiental de Assam, Guwahati, informó un portavoz policial citado por la agencia india IANS.

Una persona falleció en el acto, mientras que otras dos perdieron la vida en el hospital local, según la fuente, que añadió que "hay un gran número de mujeres y niños entre los heridos", seis de los cuales están en estado crítico.

La acción fue reivindicada horas después por un portavoz del Frente para la Liberación Nacional Karbi Longri (KLNLF), que lucha por la independencia para la mayoritaria tribu karbi en Assam.

El pasado 30 de octubre, Assam fue escenario de una serie de explosiones de bombas en cuatro ciudades del estado que causaron la muerte de 95 personas y heridas a otras 300.

Aunque los atentados fueron reivindicados por el grupo integrista Fuerzas de Seguridad Islámicas, el Gobierno regional concluyó que eran obra de dos grupos separatistas: el Frente Nacional Democrático de Bodoland (NDFB), que lucha por la independencia para la tribu "bodo", y el Frente Unido para la Liberación de Assam (ULFA), que reivindica la independencia de toda la región.

El complicado nordeste de la India ha sido en los últimos años escenario de una verdadera sangría por la acción de los grupos separatistas: en casi 1.500 acciones violentas registradas en 2007, murieron 498 civiles y 79 agentes de seguridad, según datos oficiales.

La violencia en el nordeste, donde los separatistas recurrieron cada vez más a ataques contra civiles en lugares concurridos como mercados, causó más víctimas que la acción terrorista de los maoístas en varios estados del centro y el este del país e incluso que de los cachemires.

Al atentado múltiple de octubre en Assam siguió el que la semana pasada aterrorizó a la ciudad portuaria de Bombay durante tres días, con 188 muertos y más de 300 heridos por la acción de un comando terrorista islámico.

El asalto a Bombay -una ciudad que ha sufrido los peores ataques de la historia del terrorismo en la India, con 257 muertos en marzo de 1993, otros 52 en agosto de 2003 y 185 en julio de 2006- ha colmado la paciencia del pueblo indio.

En los últimos seis meses, casi 500 personas han muerto en atentados en los principales centros urbanos indios -Nueva Delhi, Bangalore, Jaipur, Guwahati, Ahmedabad o Bombay- y en la embajada india en Kabul.

La mayoría de los ataques fueron reivindicados por un nuevo grupo llamado Indian Muyahidin, que los investigadores indios asociaron a la proscrita organización autóctona SIMI.

Pero para los indios, Bombay es su 11-S, un ataque que ha dejado al descubierto su vulnerabilidad, explicó a Efe un experto en terrorismo, para quien esta ha sido la primera acción inspirada por Al Qaeda en suelo indio.

"La India es objetivo (del terrorismo) desde hace muchos años, aunque sea ahora cuando se empieza a ver de forma palpable", dijo la fuente.

En su opinión, el propio Gobierno "ha hecho lo posible para que no se le viera vulnerable frente al radicalismo islámico".

Un desconocido grupo Deccan Muyahidin (Deccan alude a una zona del sureste indio) se atribuyó el atentado, pero el Gobierno indio ha acusado al Lashkar-e-Toiba (LeT), una organización con base en Pakistán que lucha por la anexión de Cachemira a ese país.

"El LeT no puede hacer solo esta masacre. Bombay ha sido una de las operaciones más magistrales de la última fase del terrorismo islámico", abundó el experto, que opinó que el ataque es obra de un "grupo más cohesionado, internacional, independientemente de que los actores hayan sido paquistaníes".

La "muestra de impotencia e incapacidad pavorosa" que ha dado el Gobierno durante el asalto a Bombay "ha mostrado la vulnerabilidad india", por lo que sólo pueden esperarse más atentados, alertó.