Compromiso entre la CHE y el Gobierno de Aragón para acelerar las obras pendientes

Zaragoza.-  El consejero de Agricultura del Gobierno de Aragón, Gonzalo Arguilé, y el presidente de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), Rafael Romeo, se han comprometido hoy a trabajar conjuntamente para acelerar las obras del Pacto del Agua de Aragón y también la transformación en regadíos en la Comunidad.

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(EFE)

El consejero de Agricultura del Gobierno de Aragón, Gonzalo Arguilé, y el presidente de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), Rafael Romeo, se han comprometido hoy a trabajar conjuntamente para acelerar las obras del Pacto del Agua de Aragón y también la transformación en regadíos en la Comunidad.

Así lo han manifestado en declaraciones a los medios de comunicación en la sede de la CHE en Zaragoza, donde hoy se han reunido por primera vez desde que Romeo fuera nombrado presidente del organismo de cuenca por el Consejo de Ministros, el pasado 31 de octubre, en sustitución de José Luis Alonso.

Rafael Romeo ha resaltado el "espíritu de absoluta colaboración y la buena disposición y sintonía" entre las dos administraciones para resolver los problemas que tiene la CHE con el Gobierno de Aragón, porque el objetivo de esta legislatura es "acelerar y coordinar mejor" estas actuaciones, ha recalcado.

Por su parte, Gonzalo Arguilé ha repasado las infraestructuras pendientes de llevar a cabo por la CHE y que fueron acordadas en los planes coordinados de transformación en regadío, unas obras que "llevan cierto retraso", por lo que ha pedido a Romeo que "se aceleren lo más que se pueda".

Estas obras se encuentran en todos los sistemas de riego de la Comunidad: Alto Aragón, Monegros, Cinca, Bardenas, Calanda, Alcañiz y Civán de Caspe, ha dicho el consejero, al tiempo que ha advertido que son una necesidad, ya que podrían prevenir los problemas que el clima pudiera causar en algún momento.

Respecto a la transformación en regadío, "la más crucial" de las necesidades según el consejero, ha dicho que hay obras en marcha en 36.000 hectáreas, pero ha hecho hincapié en que los sistemas de Bardenas y Monegros requieren "una mayor dotación de agua".

Una de las piezas de regulación de estas zonas es Biscarrués, y sobre esta infraestructura ha recordado que ya hay una decisión tomada para llevarla adelante en la dirección que marcó la Comisión del Agua, por lo que "ya hemos ganado bastante", porque "tener claras las ideas acortan muchos los plazos".

Respecto a Yesa, el consejero ha insistido en que "va en buena dirección", y ha reconocido que aunque el Gobierno de Aragón va más avanzado en la transformación en regadíos en esa zona se funciona bien con la ayuda de las balsas de Laberné y Malvecino y "sobre todo con la aportación de Itoiz, que de vez en cuando nos echa una mano en ese sistema".

Otras de las zonas a las que se ha referido Arguilé ha sido Calanda-Alcañiz, donde no se tienen problemas de abastecimiento y por tanto se pondrá poner la segunda fase en marcha en 2009, según la CHE, y el Civán de Caspe, una zona regable de poco más de mil hectáreas y que hay que acelerar.

El consejero ha explicado que a Caspe le expropiaron 9.000 hectáreas para el pantano de Mequinenza y no recibió compensaciones por ello, y en este sentido ha dicho que "estas cosas hay que tenerlas en cuenta" y "tener sensibilidad para acelerar esas alternativas".

En su opinión, el regadío de Civán "no llegará a pagar la expropiación pero sí compensará sentimentalmente y económicamente aquella expropiación", y además es "un regadío fácil, en el que hay suficiente agua y está bastante avanzado".