España, indiscutible favorito en un grupo con rivales menores

Madrid.-  La selección española, invicta en los últimos 28 partidos, vigente campeona de Europa y mejor selección actual del mundo en la clasificación FIFA, afrontará la Copa Confederaciones 2009 como indiscutible favorita de su grupo, el A, en el que se cruzará con rivales menores en el fútbol mundial.

Ni Nueva Zelanda, ni Iraq, ni Sudáfrica, sus tres contrincantes en el camino hacia las semifinales y los tres peores conjuntos de los ocho que entraban hoy en el bombo del torneo, aparecen como equipos capaces de ensombrecer la dinámica ganadora y la seguridad del conjunto español, imparable desde meses antes de la Eurocopa 2008.

No pierde desde el 15 de noviembre de 2006, cuando cedió 0-1 con Rumanía en un encuentro amistoso disputado en Cádiz, y ha sumado quince victorias en sus últimos dieciséis choques, incluida la cita continental del pasado verano en Austria y Suiza, en la que asombró a Europa con un fútbol brillante y un título merecido.

La marcha de Luis Aragonés, tras ese campeonato europeo, y la llegada de Vicente Del Bosque al banquillo tampoco ha alterado la confianza de la selección española, que en esta etapa con nuevo seleccionador ha sido infalible: seis triunfos en otros tantos partidos, con 16 goles a favor y sólo uno en contra.

Todos esos datos avalan su condición de favorito en el grupo A, aumentada aún más por la abismal diferencia entre España y sus tres rivales, que caminan por posiciones irrelevantes de la clasificación de la FIFA, pese a los últimos títulos de Iraq y Nueva Zelanda en los campeonatos asiático y oceánico, respectivamente.

De los tres contrincantes, Sudáfrica, que jugará la competición como anfitriona del torneo y del próximo Mundial 2010, es el peor equipo del grupo según el ránking mundial. Su puesto 85 demuestra la caída de esta selección desde sus últimas presencias en los Mundiales de Francia 1998 y Japón y Corea 2002.

En esas dos citas, sus últimas participaciones en el torneo intercontinental, no pasó de la primera fase. Los 'Bafana bafana' fueron terceros de grupo en ambas ediciones, en 2002 con derrota incluida con España por 2-3, pero ahora preparan su siguiente Mundial, el de 2010, del que serán los organizadores.

El brasileño Joel Santana, sustituto como seleccionador de su compatriota Carlos Alberto Parreira (que quería residir en Brasil ante la grave enfermedad de su mujer) en mayo de 2008, dirige ahora el destino del equipo con la misión de olvidar su gris actuación en la última Copa de África, de la que se marchó sin ningún triunfo.

El veterano Benny McCarthy, viejo conocido de la Liga española tras su paso por el Celta y ahora en el Blackburn Rovers, o Sibusiso Zuma son algunos de los ilustres de la selección, en la que el nombre de Steven Pienaar, centrocampista del Everton inglés, es otros los destacados del conjunto sudafricano.

Tampoco Nueva Zelanda cuenta con prestigio en el mapa futbolístico mundial. Derrotado por la débil Fiyi en su último compromiso (2-0), sólo la petición de Australia de jugar en la Confederación Asiática de Fútbol por el bajo nivel competitivo de Oceanía ha dado a los 'kiwis' alguna opción de ir al Mundial 2010.

En la posición 54 del ránking FIFA, sin jugadores importantes en sus filas y con su presencia en España 1982 como éxito más relevante -perdió sus tres partidos en ese Mundial-, se ha ganado un puesto en la eliminatoria de repesca para Sudáfrica 2010, en el que se cruzará con el quinto de Asia por un puesto en el torneo.

Ya participó en una ocasión en la Copa Confederaciones, en 2003, pero su actuación fue desastrosa -cedió ante Japón (0-3), Colombia (3-1) y Francia (5-0)-. Esos resultados, incluso, pesaron en la decisión de la FIFA de devolver medio cupo a Sudamérica a costa de Oceanía para la repesca del Mundial de Alemania 2006.

El grupo A se completa con Iraq. El campeón asiático, ya eliminado de la carrera hacia Sudáfrica 2010 tras su derrota por 0-1 con Qatar, cuenta con un grupo de jóvenes prometedores, como ya demostró en los Juegos Olímpicos de Atenas, en los que alcanzaron las semifinales, o como confirmó con el título continental de 2007.