La campeona del mundo, Estados Unidos y Egipto calibran la corona de Brasil

Madrid.-  La campeona del mundo, la selección de Italia, Estados Unidos, dominador en Norteamérica, Centroamérica y el Caribe, y Egipto, vencedor de la Copa de África, pondrán en jaque el trono de Brasil, que pone en juego la corona de la Copa de las Confederaciones que se adjudicó hace cuatro años en Alemania.

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(EFE)

El secretario general de la FIFA, Jerome Valcke, con la papeleta de Brasil durante el sorteo de la Copa de las Confederaciones que se ha realizado en el centro de convenciones Sandton de Johannesburgo. La Copa de las Confederaciones se celebrará en cuatro ciudades sudafricanas, del 14 al 28 del próximo junio 2009, y se presenta como todo un ensayo para la, más trascendente, Copa del Mundo de Sudáfrica 2010.

El bicampeón de la competición, honor que comparte con Francia, dos únicos combinados que se han adjudicado la corona en dos ocasiones en las siete ediciones precedentes, puede convertirse en el primer equipo en lograr tres éxitos si sale airoso de los enfrentamientos de Sudáfrica.

La principal y más fructífera factoría futbolística del mundo y el combinado más laureado de la historia entrará en acción el 15 de junio, en Bloemfontein ante Egipto.

La decepción en el Mundial de Alemania 2006, con Carlos Alberto Parreira como responsable de una de la mayor constelación de estrellas que ha dado aquél fútbol a lo largo de los tiempos, supuso un golpe de timón de las autoridades deportivas del país.

Por eso será Carlos Dunga, capitán de la selección que triunfó en el Mundial de Estados Unidos 1994, el encargado de exprimir las últimas gotas de talento de una camada de ensueño. Kaká, Ronaldinho, Ze Roberto o Lucio, junto a la recuperación de Adriano y la madurez ya adquirida por jugadores como Robinho o Daniel Alves, entre otros.

Brasil, que ya obtuvo la Copa Confederaciones en Arabia Saudí 1997, no ha respondido hasta ahora a las expectativas esperadas por la Confederación Brasileña de Fútbol y el proyecto de Dunga, que nunca hasta ahora había dirigido a equipo alguno desde que se retiró como jugador.

El ex capitán firmó la jubilación de contrastadas figuras y dio paso al impulso de la nueva hornada de atletas que conquistaron la Copa América en Venezuela tras superar a Argentina en la final. Ahora, transita con sosiego por su grupo de clasificación mundialista y suspira por engrosar su historial con la edición de la Copa de la Confederaciones.

Italia se advierte como principal oponente de Brasil. Al menos, en cuanto a palmarés, potencial y tradición. En la primera ocasión en la que dispute partidos oficiales en territorio africano, el cuadro caído otra vez a manos de Marcello Lippi ansía su reencuentro competitivo después del sinsabor de la Eurocopa de Austria y Suiza 2008.

Italia, rival a batir, comenzará contra Estados Unidos en Pretoria. El revés del torneo continental, cuando cayó en cuartos de final frente a España, supuso el final de la etapa de Roberto Donadoni.

Lippi pretende reinstalar a Italia en la primera línea del escenario internacional. Es una baza segura. Acumula siete partidos sin conocer la derrota. Incluidos los del trayecto mundialista. Aunque frente a adversarios sin excesivo renombre. En sus dos tramos como seleccionador Italia ha estado 31 encuentros sin perder.

Con la media más baja de goles en contra -0,58 goles recibidos por partido-, el campeón del mundo se sostiene en futbolistas clásicos, componentes aún de la vieja guardia. Veteranos como Fabio Cannavaro, Gennaro Gattuso, Luca Toni o Gianluca Buffon. Con ellos como base afrontan su primera participación en la Copa de las Confederaciones.

El torneo supone un escaparate impensable para Estados Unidos, el mejor de Norteamérica, Centroamérica y el Caribe. Vencedor de la Copa Oro de la CONCACAF 2007, tras superar a México, fue el primero de los participantes en amarrar su pasaporte para esta competición, sin contar los presentes por derecho propio, como Italia como campeón del Mundo y Sudáfrica como anfitriona.

En su cuarta participación, con dos terceros puestos en las actuaciones previas, está sostenido por las decisiones de Bob Bradley, amarrado al cargo a pesar de la provisionalidad inicial de su designación.

El preparador ha formado un equipo joven y entusiasta, amparada en la cuantiosa cantera del país. Entre ellos destaca su hijo, Michael, líder del equipo. Tras jugar en el fútbol holandés, ahora juega en Alemania, en el Borrussia Moenchenglambach. Junto a él, Carlos Bocanegra, en el fútbol francés, Stade Reims, Landon Donovan, de Los Ángeles Galaxy o DaMarcus Beasley, que juega en el Rangers escocés o Jozy Altidore, fichado esta temporada por el Villarreal.

Las abultadas derrotas en la Copa América y en choques como ante Suecia, Inglaterra y Brasil no han minado las expectativas norteamericanas en Sudáfrica.

El Grupo B de la Copa de las Confederaciones lo completa Egipto, actual campeón de África, después de la exitosa defensa en Ghana 2008 de su título.

'Los Faraones', asentados en su continente, suspiran por un definitivo salto de calidad en el fútbol mundial de la mano de su preparador, Hassan Shehata.

El impulsivo seleccionador ha formado parte de la explosión de talentos como el portero Essam Al Hadari o el centrocampistas Hosni Abd Rabou. Shehata ha recurrido con los jugadores del Al Ahly, principal club egipcio y base de la selección. Sólo seis futbolistas que salieron campeones en Ghana 2008 juegan fuera de Egipto. Ahmed Hassan, el capitán y cerebro del equipo; los defensas Wael Gomaa y Ibrahim Said; los medios Mohamed Shawky y Hassan Mostafa; y el delantero Mohamed Zidan.

El líder del combinado es junto a Hassan, sucesor del mítico Hossam Hassan y que juega en el Anderlecht, Mohamed Aboutrika, el autor del gol que le dio el título a los "Faraones".