El nerviosismo se generaliza en las bolsas latinoamericanas, que acentúan sus pérdidas

Sao Paulo.-  Las bolsas latinoamericanas vivieron una nueva semana de turbulencias y pérdidas generalizadas, por los efectos de la crisis en las economías de la región, con sangrías especialmente intensas en las plazas de Sao Paulo y Buenos Aires.

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(EFE)

Con una de las mayores pérdidas, el Ibovespa de la Bolsa de Sao Paulo, se desplomó un 6,45 por ciento y bajó hasta los 31.250 puntos.

El corro de Buenos Aires sufrió la mayor caída de la región, con un retroceso del 18,95% en su índice Merval, en medio de las sacudidas internas por la nacionalización de los fondos de pensiones privados.

El índice Ibovespa de la Bolsa de Sao Paulo, principal parqué de América Latina, fue el segundo que más sufrió en el período, con una caída del 14,76%, que se cebó en sus principales empresas, destacadas exportadoras de petróleo, minerales y metales.

La plaza mexicana, segunda en capitalización de Latinoamérica, también fue víctima de las turbulencias internacionales y perdió el 6,70% en el cómputo de la semana.

Las únicas plazas que cerraron con signo positivo fueron Montevideo, cuyo índice Imebo ganó el 4,56%, y Lima, que cerró con un mínimo avance del 0,19%.

No obstante, el corro peruano no operó los dos últimos días de la semana, cuando el resto de plazas sufrieron especialmente por los tambores que anuncian una recesión mundial, que conllevará una caída de la demanda de materias primas y afectará a las exportaciones de estos países.

El lunes, con México y Colombia cerrados por festivos, estuvo marcado por la tendencia negativa de Wall Street, influenciado por el anuncio de recesión en Japón y los despidos anunciados por Citigroup, lo que supuso un lastre para la mayoría de las bolsas latinoamericanas que operaron.

El martes, con un ojo puesto en el debate en el Comité de Banca del Congreso de EE.UU. sobre el futuro de la industria automovilística, las plazas de la región volvieron a sucumbir, pese al cierre positivo en Wall Street.

Un nuevo día de nerviosismo se vivió el miércoles, donde fue decisivo el cierre negativo de Nueva York, que perdió el sustento de los 8.000 puntos por primera vez desde marzo de 2003, por las pérdidas registradas por las firmas financieras.

El jueves, con Sao Paulo cerrado por festivo, el resto de plazas latinoamericanas continuaron en terreno negativo, afectadas por la fuerte caída de Wall Street por el aumento del desempleo y la crisis de la industria automovilística.

El viernes fue una nueva jornada de pérdidas, encabezada por Sao Paulo, que sufrió con las turbulencias diarias, acentuadas por las de la víspera en la que no había operado.