Los presidentes latinoamericanos se atreven con el mandarín

Lima.-  Algunos presidentes latinoamericanos no han dudado en chapurrear el chino como cortesía hacia su colega Hu Jintao, quien triunfa en su gira por Latinoamérica como líder del mercado más grande y dinámico del mundo en plena crisis global.

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(EFE)

El presidente de China, Hu Jintao, que ha visitado Costa Rica, Cuba y Perú antes de participar desde hoy en la cumbre de dirigentes del APEC, no ha dicho una palabra en español, o si lo ha hecho, nadie se ha enterado.

El presidente de Cuba, Raúl Castro, al que siempre se le ha atribuido simpatía por las reformas emprendidas en China, interpretó en chino unas estrofas de una canción que rinde honor al fallecido líder Mao Tse Tung durante la reciente visita de Hu a su país.

La canción la aprendió en 1953 en un congreso internacional juvenil en Austria, donde se relacionó con la delegación china, según contó Castro al presidente Hu y a un grupo de estudiantes chinos el pasado martes en la localidad de Tarará, al este de la capital cubana.

"Como llegaron unos días antes, igual que yo, pues nos empezamos a enseñar canciones y, de ahí, nacen las únicas palabras chinas que conozco", explicó Castro.

Alan García, el presidente de Perú, no fue menos y pronunció este miércoles parte de un discurso en chino durante una recepción en honor de Hu, en el palacio presidencial de Lima.

Lo hizo en "pinyín", nombre que recibe el sistema de transcripción fonética que utiliza el alfabeto latino para describir los sonidos chinos, y leyendo un texto, pero aún así tuvo mérito.

Según el diario Perú.21, Hu se enteró de lo que decía García porque le dieron el mismo texto, pero con caracteres chinos, para que lo leyera mientras el otro hacía alarde de oratoria.

El único presidente de los países de esta gira al que no se le ha escuchado, al menos en público, ni siquiera un balbuceo en chino es el costarricense Oscar Arias.

Por su parte, Hu, que ha visitado Costa Rica, Cuba y Perú antes de participar desde hoy en la cumbre de dirigentes del Foro de Cooperación Económica Asia Pacífico, no ha dicho una palabra en español, o si lo ha hecho, nadie se ha enterado.

El chino mandarín es el idioma más hablado en China y en el mundo. Quien lo domine puede tener como interlocutores a casi 900 millones de personas, las mismas que con un poco de esfuerzo habrían entendido a Raúl Castro y a García en sus experimentos con la canción y la oratoria en chino.

Sin duda, la importancia de China es cuestión de números, pero no solo se debe a eso.

El mayor mercado del mundo, con más de 1.300 millones de habitantes, es además la economía emergente más importante.

En los últimos cuatro años el volumen de comercio sino-latinoamericano y caribeño ha mantenido un promedio de crecimiento anual del 40 por ciento, "batiendo en 2007 el récord histórico de 100.000 millones de dólares", subrayó Hu en una entrevista publicada esta semana en el diario "El Comercio" de Lima.

Pero comerciar no es todo lo que China quiere hacer con Latinoamérica.

El propio Hu dijo este jueves en el Congreso peruano que "China está dispuesta a esforzarse junto a los países latinoamericanos y caribeños por la configuración de la asociación de cooperación integral caracterizada por la igualdad en el beneficio compartido y el desarrollo de ambas partes".

Además de palabras en un chino casi ininteligible para sus oídos, acostumbrados a una gama de tonos distintos a los del español, Hu está escuchando en esta gira multitud de elogios a la pujanza económica de su país y a su milenaria historia.

En Perú las referencias a la dinastía ming se han mezclado en los discursos con votos para elevar el intercambio comercial y eliminar obstáculos para que los productos peruanos, sobre todo agrícolas, entren en el gigante asiático sin problemas.

Si Alan García hubiera tenido a mano el libro "Aprende chino en un pispás", editado por Pearson/Alhambra con motivo de los Juegos Olímpicos de Pekín, habría podido dar más fluidez y entonación a su discurso, pero sobre todo más fuerza a su deseo de elevar el intercambio comercial bilateral a 20.000 millones en 2015.

Actualmente la balanza comercial Perú-China son unos 5.300 millones de dólares.

En Lima estos días el mandarín se escucha más que nunca.