'Txeroki', el terrorista más buscado de ETA, cae en Francia

MADRID.-  El máximo responsable del aparato militar de ETA, Mikel Garikoitz Aspiazu, alias 'Txeroki', fue detenido hoy junto a una mujer en la localidad francesa de Cauterets, en el suroeste del país, en una operación conjunta de la Guardia Civil y los Servicios de Información General franceses. Se encontraban durmiendo cuando las autoridades entraron en el apartamento donde se encontraban.

WEB ERTZAINTZA (EFE)

Mikel Garikoitz Azpiazu Rubina, alias

El Servicio de Criminalística de la Guardia Civil ha confirmado que la mujer que le acompañaba es Leire López Zurutuza, nacida en Beasain en abril de 1977, huida a Francia y una de las terroristas de ETA más buscadas.

Tanto 'Txeroki' como ella iban armados en el momento de la detención. Ambos ocupaban una casa en la localidad de Cauterets, perteneciente al departamento de Altos Pirineos, ubicada a 32 kilómetros de Lourdes. Esta localidad es un conocido punto turístico ya que cuenta con una estación de esquí y otra termal

En el registro, que aún no ha concluido y en el que están presentes los dos detenidos, las fuerzas de seguridad francesas han encontrado dos pistolas, dos ordenadores, varios lápices de memoria, mapas de las zonas de Biarritz y Anglet (en el País Vasco francés), junto con algo más de 3.000 euros, una peluca, una gorra blanca y unas gafas. También han hallado varios documentos de identidad falsos, de nacionalidad británica, francesa y española, así como un permiso de conducir británico.

El 'rastro' de Txeroki en la red ha sido decisivo para su localización en suelo francés. Desde hace un mes el Centro Nacional de Inteligencia (CNI), había conseguido localizar dos cuentas de correo que utilizaba el terrorista. Los servicios secretos españoles pusieron esta información en conocimiento de la Guardia Civil, que ha conseguido finalmente cerrar el 'cerco' a quien se le consideraba como el número uno de lo que denominan 'aparato militar' de ETA.

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha calificado la operación de "determinante para la lucha antiterrorista", aunque ha reconocido que la banda "no ha perdido su capacidad de atentar".

En una comparecencia en el palacio de La Moncloa, Zapatero se ha referido al perfil "extraordinariamente dañino" de 'Txeroki', que tiene 22 causas pendientes en los seis juzgados centrales de instrucción de la Audiencia Nacional, entre las que destacan los asesinatos de los guardias civiles Raúl Centeno y Fernando Trapero en Capbreton hace casi un año. Todo apunta, según el presidente, a que fue este etarra quien disparó contra los agentes.

Zapatero ha querido mostrar su "profundo agradecimiento a Francia y a Sarkozy" porque "una vez más han demostrado su voluntad de cooperación". El presidente ha informado de que a partir de las 17:30 el ministro del Interior ofrecerá una rueda de prensa para dar algunos detalles de la operación.

Por su parte, el presidente francés, Nicolas Sarkozy, aseguró que la detención del presunto jefe del aparato militar de ETA, Mikel Garikoitz Aspiazu, "Txeroki", prueba "la excelente colaboración entre Francia y España en la lucha contra el terrorismo vasco". En un comunicado, el jefe del Estado francés señaló, asimismo, que el arresto del supuesto etarra muestra "una vez más, el compromiso fuerte de los servicios de policía y gendarmería franceses" en la lucha contra el terrorismo.

Sarkozy pidió a su ministra del Interior, Michèle Alliot-Marie, que felicite "al conjunto de las fuerzas de policía que han detenido en la noche en Altos Pirineos al presunto jefe del aparato militar de la organización terrorista vasca ETA".

El más buscado

El atentado con más repercusión de los que encargó 'Txeroki' fue el que puso punto y final de hecho al 'proceso de paz' y que costó la vida a dos hombres ecuatorianos en el aparcamiento de la T-4 de Barajas el 30 de diciembre de 2006. Un año después, el día de Reyes de 2008, la Guardia Civil detuvo a Igor Portu y Mattin Sarasola, dos de los integrantes del 'comando Elurra' (nieve, en euskera) autor de aquella acción terrorista. Con la detención de estos dos terroristas y la de sus otros dos compañeros 19 días después en San Juan de Luz quedaba completamente desarticulado el comando más efectivo de 'Txeroki', un grupo compuesto por 'legales' y sin antecedentes a salvo de las pesquisas policiales.

'Txeroki' acudía a la frontera de Francia para citarse con este comando, al igual que hizo con el último comando Navarra, con el que Aspiazu Rubina se citó en una casa de Hendaya para impartirle un curso de armas y explosivos. Una vez más, 'Txeroki' sorteaba por poco la acción policial, ya que el comando estaba siendo controlado.

STRINGER/FRANCE (Reuters)

La zona donde se ha producido el arresto.

Pero de aquel encuentro entre Aurken Sola, Xabier Rey y el jefe militar de la banda surgió un dato muy revelador. Según declararon ambos a la Policía, 'Txeroki' les confesó que él era el autor material del doble crimen de Capbreton, por el cual ETA rompió la consigna de no atentar en suelo francés, unas informaciones que fueron confirmadas posteriormente por el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba.

Apuntes biográficos

Mikel Garikoitz Aspiazu Rubina, 'Txeroki', nació el 6 de julio de 1973 en Bilbao. Curtido en la 'kale borroka' durante los últimos años de los noventa se 'estrenó' en ETA incorporándose al 'comando Olaia', que se mantuvo activo en la provincia de Vizcaya entre noviembre de 2001 y septiembre de 2002. A pesar de los pocos meses transcurridos, ese comando es responsable de varias acciones terroristas, entre ellas el asesinato del juez José María Lidón y el atentado contra Eduardo Madina. Se sospecha que él fue el terrorista que descerrajó varios disparos contra el magistrado.

En mayo de 2002, dejó precipitadamente el bar del círculo radical en el que trabajaba, ubicado en el Casco Viejo de Bilbao, y en el país vecino comenzó su rápida ascensión hacia la cúpula militar de ETA. Con su huida también abandonó sus estudios de Educación Física y a su novia, una atractiva joven de procedencia más acomodada que la suya, Amaia Urizar de Paz, detenida con posterioridad por dirigir la red de captación en la provincia de Vizcaya. Cuando un fiscal de la Audiencia Nacional le preguntó años después quién le había dado la orden de poner en marcha aquella estructura, ella respondió: 'Txeroki'. Al insistirle el fiscal si éste era en realidad Mikel Garikoitz Aspiazu Rubina, ella, desafiante, se limitó a contestar: "Será".

Adiestrado por Soledad Iparraguirre, 'Anboto', la jefa etarra compañera sentimental el jefe del aparato político, Mikel Albizu, 'Antza', pronto se puso a las órdenes directas del entonces responsable de la estructura militar de la banda en ese momento, Gorka Palacios. Este fue detenido al año siguiente, lo que propició el ascenso de 'Txeroki'.

Aquella era una época en la que los golpes policiales lograban descabezar las cúpulas de los distintos aparatos con frecuencia. Con 'Txeroki' llegó la obsesión por la seguridad al aparato militar y el intento de blindaje de éste. Frente a la histórica distribución en el seno de la banda, el aparato militar pasó a dotarse de su propia logística, que le aprovisiona de armas, explosivos y refugio, lo que evita contacto con otras estructuras etarras, limitándose así las posibilidades de ser infiltrada por las Fuerzas de Seguridad.

El 'mito' de 'Txeroki' se fue apagando. Uno de sus encargos fue el de asesinar al Rey y lo hizo a un antiguo conocido, Javier Pérez Aldunate, al que entregó un rifle de mira telescópica con el que difícilmente se podía alcanzar una distancia prudente para realizar con éxito el atentado. A Pérez Aldunate se le incautó una carta de 'Txeroki' en el que éste le instaba a "poner patas arriba a un enemigo uniformado" y decía que para mantener alta la moral de la banda había que "dar caña".

Posteriormente, los Servicios de Información fueron rebajando su ascendente dentro del aparato militar y de jefe lo 'degradaron' a responsable de los comandos. Esta actividad de 'Txeroki' quedó acreditada sobradamente en varios golpes policiales ocurridos en los estertores del 'proceso de paz' y posteriores. Los detenidos, caso de Iker Aguirre en Portbou o Aritz Arginzoniz en Santander, explicaban cómo su última reunión antes de cruzar la frontera se producía con Aspiazu Rubina, que les entregaba armas, dinero e instrucciones.