Más igualdad de sueldos para ejecutivas pero no para 'curritas'

El primer Gobierno de mayoría femenina, un Ministerio —con una ministra— dedicado a la Igualdad, la primera mujer al mando de Defensa, que, además, tomó posesión de su cargo estando embarazada... Tomando estos casos como ejemplo, podríamos pensar que la situación laboral de las mujeres en España ha mejorado. Pero eso no es lo que dice el informe anual del Foro Económico Mundial sobre paridad sexual. En el ránking general, que analiza 130 países, España ocupa el número 17, siete puestos más abajo que el año pasado.

(EFE)

Pero, como para todo, para las desigualdades en el trabajo también hay clases. Mientras España escala puestos en el ránking específico de mujeres que desempeñan puestos de poder e influencia (ocupa el sexto lugar), las diferencias de sueldo entre hombres y mujeres aumenta según descendemos en nivel de cualificación. Para Juan José Dolado, coordinador del grupo de Macroeconomía y Economía Laboral de la Universidad Carlos III de Madrid, hay una razón principal: "Los hombres con poca preparación —menos que el bachillerato— suelen percibir salarios más altos que las mujeres que realizan el mismo trabajo. Se trata de puestos en los que no se exige mucha experiencia y donde esa formación corre por cargo de la empresa, que decide priorizar al hombre porque piensa que existen más posibilidades de que la mujer abandone el puesto", explica. Lo demás es una consecuencia lógica: si ellos reciben mayor formación, tendrán mejor sueldo.

Y es que, socialmente sigue presuponiéndose que las mujeres son las encargadas de llevar el peso de la familia. Lo piensan las empresas pero también las propias trabajadoras. "En la cuestión de las diferencias de sueldos también hay bastante de profecía que se autocumple: por ejemplo, una pareja puede decidir que sea ella la que se ocupe de la casa y no trabaje porque, de entrada, se tiene la idea de que va a cobrar menos", comenta Dolado.

José María Gasalla, profesor de la Escuela de Negocios ESADE, apoya la idea de que es necesario que la mujer se mentalice de que puede tener el mismo sueldo que el hombre. "Durante años he realizado encuestas a mis alumnos de Administración de Empresas. A la pregunta de '¿qué sueldo esperas obtener al finalizar los estudios?', las chicas solían pedir alrededor de un 20% menos que sus compañeros. En muchos casos, dentro de la psicología femenina se mantiene la idea de que el sueldo de la mujer es un complemento al del hombre y eso es algo que hay que combatir", cuenta Gasalla.

La tercera clave para explicar la diferencia de sueldos es mucho más directa: las mujeres sufren una discriminación directa en los puestos en los que se requiere poca cualificación, como en el sector de la hostelería. "En muchas ocasiones, la diferencia se debe a un abuso directo por parte del empleador que, de entrada, hace una oferta más baja porque intuye que la mujer se puede conformar con menos, explica Gasalla.

A mayor responsabilidad, menos diferencias... y menos oportunidades

Los sueldos entre directivos y directivas no distan tanto. Pero, claro, para tener el mismo sueldo que un ejecutivo, antes hay que llegar a ocupar un puesto similar, algo que no resulta muy fácil para las féminas. En estos casos, las mujeres no sólo son objeto de una discriminación directa (a igual currículum, experiencia y puesto, cobran menos) sino que siguen necesitando derribar más barreras para llegar a ocupar esos puestos de responsabilidad a pesar de que su potencial.

"Que la mujer no desempeñe ciertas funciones es una lástima porque son un agente de cambio cultural muy significativo", explica José María Gasalla. "Si no tienen puestos de influencia mantendremos culturas empresariales que parecen más responsables socialmente, más respetuosas con la diversidad, pero que realmente apenas han evolucionado".