El voto americano 'made in Spain'

A menos de una semana de las elecciones presidenciales en EE.UU, la comunidad de estadounidenses que vive en España también se prepara para una cita que muchos creen histórica. Sondeamos cómo están los ánimos entre los votantes que residen en Madrid.

ALEX CHACON, empresario, 42 años

Obama es el candidato del mundo. Yo he votado por Obama porque creo que es fabuloso: tiene visión, buen temperamento, imagen presidencial y es una figura histórica. Además creo que representa los valores americanos: se ha hecho a sí mismo, es educado, cree en la democracia, tiene una actitud muy positiva: es increíble lo que ha conseguido ya en esta campaña. Esta va a ser una elección muy especial y no tanto por el cambio de signo ideológico del ocupante de la Casa Blanca, como mucha gente cree. Los cambios ideológicos son frecuentes: pasamos de Bush padre a Clinton y después otra vez a Bush.

Estas elecciones van a ser históricas por Obama, porque es bastante probable que vayamos a tener un presidente negro y eso es estupendo pero también sorprendente. No podemos olvidar que hace sólo 50 años había segregación racial en Estados Unidos. Los negros tenían que sentarse en la parte trasera de los autobuses. Si Obama alcanza la presidencia será algo asombroso para todo el mundo, incluso para Europa, que nunca ha tenido un presidente negro. Un cambio así sería refrescante. Mucha gente atribuye la ventaja de Obama al programa económico que ha presentado, considerado superior al de McCain para enfrentar la crisis. Pero conviene recordar que esta campaña se inició mucho antes de la crisis y que las propuestas de Obama en campos como salud o educación han sido cruciales para ganarle adeptos.

DAVID FLITTERMAN, inversionista , 50 años

Estas elecciones se han presentado como históricas en gran medida porque un afroamericano es candidato a la presidencia y una mujer, a la vicepresidencia. Pero a mí me interesan más las cualidades de los candidatos en relación a los cargos a los que aspiran. Obama es sin duda un hombre brillante, un gran orador, muy carismático y seguro de sí mismo cuando se dirige al público, enormemente convincente. Yo lo vi por vez primera en televisión durante uno de sus iniciales discursos públicos en el que habló de reunificar Estados Unidos y fue electrizante. En su contra tiene que es joven y carece de mucha experiencia. Y lo que me preocupa es que esa falta de experiencia le haga caer en la trampa de intentar llevarse bien con todo el mundo y ser demasiado conciliador, incluso ceder terreno a los enemigos. Por contra McCain nunca comprometería sus valores, su patriotismo es incuestionable y nunca negociaría con quien nunca se debe negociar. En su contra tiene la edad, es mayor, y su compañera en la candidatura, Sarah Palin, tiene poca experiencia.

¿Qué sería lo mejor para Estados Unidos? ¿Y para el mundo? Esta es una pregunta difícil de responder. Fuera de Estados Unidos, la gente quiere ver un cambio y la figura de Obama ofrece eso. Pero me pregunto si es mejor elegir a un presidente que da la imagen que todo el mundo quiere ver o elegir a un presidente quizás menos popular pero también menos ambivalente. ¿Qué tipo de Estados Unidos me gustaría ver con la nueva presidencia? Para mi un país con una imagen internacional mejor, como la que tenía hace una década. Yo solía estar orgulloso de ser un norteamericano en el extranjero y quiero seguir sintiendo lo mismo. Un país de ideas, que ofrece igualdad de oportunidades, un país que no es beligerante, que tiene una visión clara de los valores del mundo y que no titubeará en comprometerse y defender esos valores si fuera necesario. No quiero una América débil, sino un país que sea más diplomático, que vuelva a sus ideales. En todo caso, gane quien gane, no creo que veamos diferencias abismales. Estados Unidos no es una sociedad bipolar y los presidentes no tienen enfoques radicalmente distintos. Además, no se trata de dar marcha atrás sino de corregir la dirección en que avanza el barco.

MAUREEN MEEHAN, escritora y traductora, 59 años

Yo votaré por Obama porque me parece un candidato fantástico, alguien quien por vez primera en mi vida realmente representa lo que Estados Unidos puede llegar a ser. Después de ocho años de administración Bush no votaría por los Republicanos en cualquier caso pero creo que el programa de Obama es distinto, incluso dentro de la tradición Demócrata. Me convence sobre todo la relevancia que le da a la educación, a los servicios de salud y a la economía para intentar que el sistema sea más justo. La mayoría de los europeos no lo pueden creer, por ejemplo. cuando se enteran de que más del 40% de los estadounidenses no tienen ninguna prestación sanitaria.

También me gusta los cambios que Obama propone al sistema impositivo, eliminando las ventajas de las que disfrutaban las grandes corporaciones y evitando aumentar los impuestos para la gran mayoría de los norteamericanos, es decir introduciendo correcciones en el sistema para hacerlo más equilibrado. En política exterior comparto con Obama su oposición a la guerra en Irak, algo que mantuvo desde el principio (a diferencia de Hillary que la apoyó). Esta guerra hizo que las relaciones de Estados Unidos con Europa se agriaran, y yo creo que Obama logrará que vuelvan a mejorar. Al menos, es un candidato que sabe dónde cae España. Nunca pensé que en toda mi vida vería a un candidato de color como presidente de mi país, ni tampoco que mi hijo, que tiene 16 años lo vería. Y eso ahora es una probabilidad muy grande.

ALEJANDRO BUESO, director de análisis de Bolsamanía.com, 34 años

Estas elecciones llegan en un momento histórico para Estados Unidos y para el mundo. No en vano el tratado de Bretton Woods, que regula las finanzas globales, está a punto de renegociarse, lo que va a tener consecuencias cruciales para todas las economías. Esto es relevante porque en las últimas semanas la campaña electoral norteamericana parece pivotar sobre la economía y para mí, en ese campo, Obama no es el mejor candidato: tiene poca experiencia en asuntos internacionales y propone una serie de reformas contrarias a los principios del liberalismo económico que Estados Unidos necesita para salir de la crisis actual.

Votaré por McCain porque es el único candidato capaz de llevar a cabo las restructuraciones masivas y los reajustes económicos que precisa el país para salir adelante. McCain respalda el liberalismo y tiene sólidos valores profesionales y personales, de los que ha hecho gala a lo largo de toda su vida mientras que Obama tiende a cambiar de discurso según le vayan las encuestas. Me gustaría que la política exterior de Washington cambiase considerablemente sobre todo en lo relativo a Oriente Medio pero no estoy de acuerdo con la propuesta de Obama de retirar las tropas de Irak, por ejemplo, creo que eso sería un gran error y dejaría al país expuesto a grandes riesgos.

MAGGIE POLICARPO, Codirectora de la agencia de publicidad on-line Fullsix, 36 años

Después de los ocho años de decadencia que ha representado la Administración Bush, las elecciones de la semana que vienen significan esperanza porque pueden cambiar mucho la vida de los estadounidenses. Yo voto por Obama porque siento que tiene una personalidad fuerte y será capaz de impulsar los cambios que necesita el país -y que trabajará por la paz a nivel global. Hace algunos meses yo era algo indiferente a ambos candidatos, pero a medida que se fue desarrollando la campaña me decanté por Obama porque creo que ha sido capaz de llegar al público mucho mejor. Y ese valor de saber venderse, de hacer marketing, es muy importante para el país.

También me parece un hombre muy inteligente, capaz de enfrentar los desafíos que ahora tiene el país: paro, problemas educativos y la crisis económica. Además creo que Obama es capaz de mejorar las relaciones de Estados Unidos con el resto del mundo, inspirar confianza y retirar las tropas de Irak, una guerra con la que yo estuve en contra desde el principio. Necesitamos un Estados Unidos que no tenga miedo, que vuelva a sentirse libre. Ahora se vive una época que ha limitado la libertad de expresión, por ejemplo, y hace falta perder el miedo, abandonar el inmovilismo y recuperar la ilusión.