Cuánto le gustan los Audi a los políticos... y a algunos tener más de uno

A Ernest Benach le ha caído un buen rapapolvo por el coste de su vehículo oficial, sobre todo ahora que se está en época de vacas flacas. El presidente del Parlament catalán decidió añadir a la adquisición de su nuevo Audi A8 unos extras (televisor, escritorio, reposapiés...) que suponían un gasto de 83.000 euros. Finalmente, Benach no contará con estos accesorios, que habrá que restar al precio del automóvil, que se queda en unos 74.000 euros. La polémica permite abrir la comparación a otras autoridades autonómicas, en la que el catalán no sale mal parado.

Un Audi A8 Largo 4.2 Quattro Triptonic, similar al del presidente del Parlamento catalán, Ernest Benach.

Aunque en la variedad está el gusto, las autoridades autonómicas apuestan por los vehículos oficiales de alta gama. Y dentro de estos, el Audi A8 es la estrella del parque automovilístico oficial. Es el coche que utiliza el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, los presidentes de los parlamentos de Andalucía, Aragón, País Vasco, Navarra, Castilla y León, así como los presidentes regionales de Cataluña, La Rioja o Murcia. En el caso del Parlament catalán, la adquisición del automóvil de Benach (un Audi A8 Largo 4.2 Quattro Triptonic) se hizo en régimen de 'renting' —alquiler sin derecho a compra—junto a otros diez más (A6) hace unas semanas, con lo que, según fuentes de la Cámara, "se ha hecho un ahorro de 81.000 euros".

Algunos, a falta de uno, cuentan con dos Audi: la presidenta del Parlamento de la Comunidad Valenciana, Milagrosa Martínez, sigue la estela de sus antecesores y tiene a su disposición estos automóviles de alta gama, a los que hay que sumar otros diez Audi A6 —para disfrute del vicepresidente de la Cámara, los portavoces de los grupos y los portavoces adjuntos—. Esto doce vehículos se adquirieron en noviembre de 2007 por un importe de 1.189.980 euros, en régimen de alquiler sin derecho a compra durante cuatro años. El presidente de la Generalitat, el 'popular' Francisco Camps, también cuenta con dos Audi A8, por si se estropea uno.

La presidenta de la Asamblea de Madrid, Elvira Rodríguez, cuenta también con dos vehículos: un Peugeot 607 —como los ministros y el presidente del Congreso José Bono— del año 2003, y un A6 —como el presidente del Senado— de 2006. Aunque la palma se la lleva el presidente de la Xunta de Galicia, el socialista Emilio Pérez Touriño, que tiene a su disposición tres vehículos (un A8 y dos A6): la última adquisición ha costado a las arcas públicas 480.000 euros, un precio que se justifica desde su Gobierno gallego "por cuestiones de seguridad" y que, según fuentes del sector, es "desorbitado".

La Junta de Castilla y León apuesta por Renault

Otras autoridades son más 'modestas', y el números de vehículos, modelo y coste son más reducidos. Así, por ejemplo, el presidente de la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, cuenta con un Renault Vel Satis V6, de aproximadamente 56.000 euros. Todos los miembros del Gobierno autonómicos, así como los altos cargos de la región, apuestan por vehículos de esta compañía, que tiene varias fábricas ubicadas en la Comunidad.

Por su parte, el Parlamento castellano-leonés abrió un concurso público en 2005 que ganó Audi, a quien se compró un A8 y cuatro A6, por un coste aproximado de 70.000 euros cada uno. La Cámara no tiene previsión de cambiar estos vehículos hasta dentro de otros tres años, pues la compañía les "garantizó una resistencia de 400.000 kilómetros". El coche del presidente parlamentario recorre, según fuentes de la institución, unos 65.000 al año, por la región con más provincias.

Miguel Ángel Revilla, presidente de Cantabria, también tiene sólo un vehículo (un Peugeot 607 en propiedad), que costó 38.550 euros en diciembre de 2005. El Gobierno regional no tiene intención de cambiar de automóvil hasta principios de 2011 —hay que tener en cuenta que Revilla no hace uso del vehículo oficial para sus desplazamientos a Moncloa, donde viaja en avión y luego en taxi—. En el caso de Navarra, el presidente foral cuenta con un sólo vehículo, un VW-Audi de gama alta, al igual que sus consejeros, pero el resto de los integrantes de su equipo no tienen coche oficial. También cuenta con un sólo automóvil (en este caso un BMW 740) la presidenta del Parlamento navarro, aunque costó 108.275 euros en febrero de 2001, y tiene una vida aproximada de entre diez y catorce años.

El blindaje, principal causa del encarecimiento

Casi todas las administraciones consultadas coinciden en señalar que sus vehículos oficiales no pueden comparase en precio con los de un particular, pues, por razones de seguridad, se ven obligados a establecer medidas de blindaje necesarias en un país —el único en Europa— que padece la lacra del terrorismo.

Desde la compañía Veblinter —una de las líderes del sector—, su gerente, José Manuel Amaro, apunta a que las modificaciones de blindaje de un vehículo de gama media o alta (sólo se pueden establecer en este tipo de automóviles por su potencia) encarecen entre un 15 y un 20% el coste final. "Además, hay que tener en cuenta que estos coches, por los cambios técnicos que se introducen, sufren más y tienen una vida más corta", añade Amaro.

Precisamente la seguridad es la principal razón por la que la Cámara Vasca cuenta en su parque automovilístico con tres vehículos oficiales de gama alta en propiedad, y otros tres, de gama media, en régimen de arrendamiento financiero, que se cambian cada poco tiempo. El coste de estos coches se integra en la partida de servicio de seguridad del Parlamento, que representan 45.800 euros al año. En esta Comunidad casi todos los cargos institucionales —desde el lehendakari (que tiene un Mercedes S 560 y un Audi A6) hasta los concejales de pequeños pueblos— se ven obligados a viajar en vehículos blindados.