A la caza de la osa 'Hvala'

Desde hace unos días, guardas forestales con perros, apoyados desde el aire por un helicóptero, tratan de capturar a una osa que atacó la semana pasada a un cazador en el Val dŽAran (Lleida) cuando participaba en una partida de jabalíes. Esta particular 'fugitiva' es 'Hvala', una de las osas eslovenas soltada hace dos años dentro del programa de reintroducción de la especie en los Pirineos. Si bien estos ataques a humanos son raros (éste ha sido el primero que se produce en doce años), pueden ocurrir a veces cuando hay crías de por medio.

La convivencia entre osos y humanos vuelve a complicarse.

El cazador Lluís Turmo, de 73 años, armado y con perros, fue sorprendido por 'Hvala' durante una partida de jabalíes. Tal como se recomienda en estos casos trató de ahuyentarla gritando y gesticulando, pero en esta ocasión la osa atacó con un resultado de catorce puntos de sutura en una pierna. Una herida que ha vuelto a complicar la convivencia entre humanos y osos en las montañas de Pirineos.

Lo cierto es que las batidas para capturar ha 'Hvala' han comenzado sin saber aún que se hará después con el plantígrado. Se ha llegado a tener localizado al animal, al que se espera capturar con dardos tranquilizantes o alguna trampa, pero el mal tiempo y la posibilidad de que la osa cruce a Francia dificultan o tal vez imposibilitan su apresamiento. Mientras las reacciones de los defensores de los osos no se han hecho esperar: algunas asociaciones ecologistas como Ipcena aseguran que la captura de la osa es un delito según la normativa europea por lo que en caso de captura emprenderán acciones legales. La mayor parte de colectivos y autoridades ambientales coinciden en que el ataque ha sido un hecho aislado que está tomando proporciones desmesuradas. En cambio, para el Síndic d’Aran, Francesc Boya, "los osos que fueron reintroducidos en el Pirineo en 1996 deben ser expulsados de la Val d’Aran, porque atacan a la gente y provocan un sentimiento de miedo".

La población de osos pardos se ha estabilizado en el Pirineo con 20 ejemplares, de los que sólo dos machos y un cachorro pertenecen al "grupo" autóctono pirenaico, y los demás son animales que fueron introducidos en los años 1996, 1997 y 2006 o crías de éstos. Pero todos coinciden en un hábitat fronterizo: el Pirineo franco-español. En el Val dŽAran, ni los cazadores, ni los políticos, ni los ganaderos, ni los hosteleros quieren a los osos, mientras que otros sectores de la sociedad sí entienden que ese territorio es del oso y están dispuestos a convivir con estos animales. En cualquier caso, los osos no entienden de fronteras administrativas y se mueven entre el Vall, Cataluña, Aragón y Francia.

Llama la atención la diferencia en la convivencia con el oso de la Cordillera Cantábrica. Según FAPAS,no tiene que ver nada la situación de las poblaciones oseras pirenaicas con las cantábricas, donde conviven 130 osos y asociaciones cinegéticas que realizan unas 1.000 batidas de jabalíes al año y gestionan territorios de caza donde habita el oso, llegándose a una situación en la que dichas asociaciones de cazadores son los más firmes defensores de la conservación de esta especie. En la última década no se conoce ninguna incidencia entre hombres y osos, pero sí decenas de sucesos entre cazadores y jabalís heridos, además de accidentes de caza en los que cazadores hieren o dan muerte a otros compañeros, siendo ésta la situación de mayor riesgo que se produce en las batidas de caza mayor en las montañas.

Por otro lado, Depana también ha defendido que la caza bien gestionada y las poblaciones de osos son compatibles, tal y como se demuestra en la Cordillera Cantábrica, y en el resto de territorios europeos donde existe esta especie.

La polémica está servida. Sin embargo cabe reflexionar, ¿por qué mientras que en Aragón sólo se constató un ataque en 2007, en Vall d’Aran llegaron a 29 ovejas muertas? Precisamente este verano en el Vall d’Aran se lanzó un plan para evitar ataques de los osos al ganado: los propietarios de ovejas aceptaron participar en el mismo para agrupar a sus rebaños, y contratar a un pastor que vele por ellos durante todo el verano. ¿No sería también efectivo que los rebaños estuvieran guardados por perros y pastores eléctricos?

[Actualización: 30/10/08].— Las ONG's francesas están pidiendo a las españolas que envíen un escrito a las administraciones de Vall d'Aran y Cataluña porque piensan que la osa está preñada. Argumentan que al ser una especie en peligro de extinción, retirar a una hembra preñada de una población tan pequeña como la de los Pirineos es crítico y amenaza la conservación de esta población. "La captura de la osa Hvala sería catastrófica para la población del oso pardo en los Pirineos: unos veinte osos viven en esas montañas y menos de diez en los Pirineos catalanes. Por eso, esta población podría desaparecer. Esta primavera se ha visto a Hvala relacionarse con un macho. La osa debería parir este invierno y su captura podría inducir la retirada de dos a cuatro osos", dice el texto.

— Documento de debate en contra y a favor del Oso en los Pirineos (en pdf)

* Amanda del Río es ambientóloga y trabaja en la Fundación Global Nature

(Las conclusiones y puntos de vista reflejados en este artículo son responsabilidad únicamente de su autor y no representan, comprometen, ni obligan a las instituciones a las que pertenece).