Ocupación de fincas de brasileños es motivada por la necesidad y no xenofobia, dice Lugo

Asunción.-  El presidente paraguayo, Fernando Lugo, considera que las ocupaciones de fincas de brasileños radicados en su país están motivadas más por la necesidad de los campesinos que por actitudes xenófobas.

ampliar foto

(EFE)

El presidente paraguayo, Fernando Lugo, habla durante una entrevista en la residencia presidencial en Asunción, Paraguay, donde afirmó que los gobiernos de América Latina tienen una gran deuda con los jóvenes de la región, que serán el tema central de la XVIII Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno de El Salvador, a finales de este mes.

Las ocupaciones de haciendas en demanda de la reforma agraria han aumentado en varias regiones del país tras la toma de posesión de Lugo, el pasado 15 de agosto, y algunos de los movimientos de los "sin tierra" han amenazado con expulsar de las propiedades a los "brasiguayos" como se conoce a los productores brasileños.

En entrevista con Efe, el gobernante exhortó a la racionalidad para buscar una salida a la tensión instalada en el campo al afirmar que los movimientos de campesinos están "movidos por la necesidad y no quisiera interpretar como una actitud xenófoba, de persecución a extranjeros".

Se calcula que unos 300.000 brasileños, algunos de ellos con extensas explotaciones agrícolas, residen en Paraguay en varios departamentos, principalmente fronterizos con Brasil, y gran parte de ellos se dedican al cultivo mecanizado de soja, principal fuente de divisa de Paraguay.

"Muchos de los llamados brasiguayos ya son paraguayos, tienen sus hijos, sus nietos y están (radicados) legalmente sin motivo de preocupación", refirió Lugo, quien precisó que hasta ahora se han registrado 74 ocupaciones desde que se instaló su Gobierno.

Agregó que todas ellas fueron resueltas pacíficamente salvo "el triste episodio de Puerto Indio" en alusión al enfrentamiento ocurrido el 3 de octubre en esa localidad fronteriza con Brasil, a 510 kilómetros al noreste de Asunción, en donde murió un campesino y tres policías resultaron heridos.

Lugo realizó hoy una jornada de Gobierno en San Pedro, epicentro de las amenazas de ocupación y región en la que durante más de una década fue obispo y en donde grupos de campesinos se mantienen acampados alrededor de las haciendas y fincas agrícolas.

El acoso de los "sin tierra" a los "brasiguayos" se produce en momentos en que los gobiernos de Asunción y Brasilia discuten las reclamaciones paraguayas sobre los beneficios de la hidroeléctrica de Itaipú, sobre el río Paraná, compartida por ambos países.

Brasil accedió a instalar una mesa de negociaciones para debatir las demandas paraguayas, centradas en seis puntos, como el precio de la energía, la libre disponibilidad de Paraguay de su excedente que ahora vende a Brasil a precio de costo, administración paritaria y la revisión de la deuda por la construcción de la represa.

Paraguay satisface el 90% de su demanda de electricidad con el 5% de la energía que le corresponde de Itaipú, y el resto, por imposición del Tratado de fundación de la hidroeléctrica, la vende a Brasil por unos 300 millones de dólares al año, mientras que Asunción considera que a precio de mercado alcanzaría los 2.000 millones de dólares.

Lugo ratificó que "ninguno de los seis puntos planteados por Paraguay ha sido rechazado. Creo que uno ya está contemplado como una especie de acuerdo y consenso" y explicó que el asunto será debatido en una reunión técnica programada para este lunes en el área de la represa.

El gobernante destacó, asimismo, que la posibilidad de disponer libremente con la energía excedente puede permitir a Paraguay negociar por cuenta propia en el mercado brasileño o, incluso, en Argentina, con quien comparte la hidroeléctrica de Yacyretá, también sobre el río Paraná.