El conflicto por la papelera le pasa factura a Kirchner

Bogotá.-  El conflicto entre Argentina y Uruguay por la instalación de una papelera en la orilla oriental del río Uruguay, frontera natural entre ambos países, le pasó hoy factura al ex presidente argentino Néstor Kirchner en el ámbito de la Unasur.

El Gobierno uruguayo comunicó a los partidos opositores que no respaldará a Kirchner para el puesto de secretario general de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) por el apoyo que prestó cuando era mandatario al movimiento argentino contra la papelera de la empresa finlandesa Botnia.

La decisión se conoció por fuentes del opositor Partido Nacional o Blanco de Uruguay y enseguida produjo reacciones en Argentina y en otros países miembros del bloque.

Portavoces de la Cancillería calificaron como "un agravio para los argentinos, para Unasur y para los países que apoyaron la candidatura de Kirchner" la decisión del Gobierno de Tabaré Vázquez.

"Uruguay está mezclando todo", señalaron portavoces del Gobierno de la presidenta Cristina Fernández, esposa de Kirchner.

El Gobierno uruguayo no ha hecho comentarios sobre lo que ha trascendido a través de la oposición, que ha dado su pleno respaldo a la negativa a apoyar la candidatura de Kirchner, promovida por el presidente de Ecuador, Rafael Correa.

Además de Kirchner, es candidato al puesto Pablo Solón, embajador plenipotenciario para negociaciones comerciales de Bolivia, quien hoy se encontraba en Estados Unidos.

El senador opositor y ex canciller uruguayo Sergio Abreu dijo hoy que el Partido Nacional respalda "claramente al Gobierno, que debe actuar con firmeza en la defensa del derecho internacional".

Abreu indicó que la decisión del Ejecutivo uruguayo de vetar a Kirchner "no puede entenderse como una medida contra el Gobierno argentino, porque se refiere a una persona que no le da las garantías suficientes" a Uruguay.

El jefe de Estado de Paraguay, Fernando Lugo, dijo hoy a Efe que respeta la decisión de Uruguay de no apoyar la designación de Kirchner a la secretaría general de Unasur y destacó tienen "un buen tiempo todavía para estudiar bien la candidatura".

Fuentes de la Cancillería brasileña consultadas por Efe señalaron que no comentarían la decisión uruguaya, al considerar que se trata de un asunto bilateral, mientras que el Gobierno de Bolivia salió en defensa del ex mandatario argentino y pidió a Montevideo reflexionar sobre su veto.

El canciller boliviano, David Choquehuanca, indicó que se pondrá en contacto con sus colegas de Unasur para intentar "encaminar por consenso" la elección del secretario general y ver cómo se puede superar el veto de Uruguay.

En caso de no haya un acuerdo unánime, se podría optar por la votación, comentó Choquehuanca, quien al ser preguntado sobre cómo queda en esta polémica la candidatura de Solón, pidió no apresurarse, porque todavía "Uruguay puede reflexionar".

El conflicto entre Argentina y Uruguay por la papelera de Botnia, que está instalada cerca de la ciudad uruguaya de Fray Bentos y en funcionamiento desde noviembre de 2007, se inició hace ya cinco años y derivó en un contencioso internacional que se dirime desde fines de 2006 en la Corte Internacional de Justicia de La Haya.

Argentina demandó a su vecino por violación del Estatuto del Río Uruguay, que otorga derechos sobre el cauce a ambos países, mientras que Montevideo protestó por los bloqueos de parte de los argentinos en los pasos entre ambas naciones, con efectos negativos en el comercio y el turismo.

La Unasur está integrada por Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Chile, Ecuador, Guayana, Perú, Paraguay, Surinam, Uruguay y Venezuela.

El asunto de la designación del secretario general de Unasur iba a ser tratado en una cumbre fijada para este mes en Chile, pero fue desconvocada porque los presidentes del bloque se reunieron dos veces en septiembre.

La primera de esas reuniones tuvo lugar el 15 de septiembre en Santiago de Chile y fue convocada con carácter extraordinario por la mandataria chilena, Michelle Bachelet, presidenta "pro tempore" del grupo, para tratar el caso de Bolivia, que atravesaba por una difícil situación política a causa de las protestas de la oposición.

En la segunda, que se celebró en Nueva York el 24 de septiembre, sí buscó un consenso para el nombramiento del secretario general de Unasur, que tendrá su oficina en Quito.

Se espera que el asunto resurja cuando los presidentes de las doce naciones coincidan a fines de octubre en El Salvador con motivo de la Cumbre Iberoamericana y en diciembre en Brasil para una reunión regional y otra del Mercosur.

Como primer secretario general de Unasur fue nombrado el ex gobernante ecuatoriano Rodrigo Borja, pero renunció el 22 de mayo pasado, un día antes de que se constituyera oficialmente el bloque, por "profundas discrepancias" con la mayoría de los jefes de Estado de los países miembros.

Aunque después trascendió que existía prácticamente un consenso entre los países andinos para apoyar al boliviano Solón, la canciller ecuatoriana, Isabel Salvador, subrayó en junio pasado que su Gobierno deseaba que el secretario general de la Unasur fuese un ex jefe de Estado "o alguien de mucho peso".