Del caballo de madera y el tragabolas a la escultura de vanguardia

Murcia.-  Los artesanos murcianos José Luis Gómez y José María Bermejo, finalistas del premio Nacional de Artesanía, han desarrollado durante 22 años de trabajo desde caballitos de madera, muñecos tragabolas y carrozas de desfiles populares hasta diseños vanguardistas de muebles y esculturas, para la decoración de interiores.

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(EFE)

Los artesanos murcianos José Luis Gómez (en la imagen) y José María Bermejo, finalistas del premio Nacional de Artesanía.

La evolución de estos creativos se traduce en la transformación que se ha realizado a partir de una pieza de gran tamaño que en su origen fue un duendecillo para un desfile infantil, más tarde un dios egipcio para un entierro de la Sardina y ahora se ha convertido en una vanguardista escultura, cuyo nombre "señor Segura", recuerda al río que atraviesa Murcia.

Bermejo, un empleado de taller de carrocería, y Gómez, estudiante que realizó un cursillo de utilización de cartón piedra, se unieron en 1968 en un viejo almacén donde comenzaron a realizar pequeñas figuras de artesanía, gigantes, cabezudos; tanto ideas propias "no tradicionales" como otras inspirados en maestros como Goya o Velázquez.

Gómez recuerda que el conocimiento de la artesanía del cartón junto al oficio de carrocista sentaron las bases de todo el desarrollo de Zigurat como empresa artesana.

Explicó a Efe que el sistema, en la actualidad, es el mismo que hace 22 años porque un taller artesano funciona como un laboratorio: las figuras se modelan en barro, se obtiene un molde de escayola, se vacía el molde con cartón y engrudo, aunque ahora la unión del tradicional cartón piedra y materiales tecnológicos de última generación como el porexpan o la fibra de vidrio, junto a la introducción del diseño, producen obras diversas y mejora de las técnicas.

A raíz de realizar carrozas para desfiles populares, una de sus especialidades, los artesanos decidieron realizar esculturas para reclamo publicitario y de empresas o comercios, y tuvieron gran éxito con su primera pieza: el camarero "gordo, entrañable y servicial" que nos ofrece su servicio en un tradicional café de la calle Trapería murciana.

Para José Luis Gómez, la versatilidad y la capacidad de adaptación les llevó a diversificar el producto artesano sin perder sus señas de identidad, ampliar los mercados y mejorar su potencial comercial, por lo que defiende que la artesanía no es algo anticuado, anacrónico o folclórico sino un sector que sabe evolucionar y aportar soluciones a las demandas de sus variados clientes.

De esa manera pasaron a realizar escenografías para teatro, escaparatismo, acciones publicitarias, decoración temática de locales como hoteles, discotecas, una farmacia y ahora una óptica, parques infantiles y atracciones de feria. Ahora, sus clientes son, además de los tradicionales, agencias de publicidad, estudios de arquitectura y diseño, interioristas o franquicias.

En la actualidad, Gómez, Bermejo y su joven equipo trabajan en una moderna nave diseñada por el arquitecto Javier Peña, ubicada en medio de la huerta, donde cada producto tiene su propia zona de trabajo y donde aplican una mejora de las técnicas que ha permitido innovar en diseño de muebles y de conjuntos escultóricos para discotecas, farmacias u hoteles.