Cibercampañas: ¿sirven para algo las buenas intenciones en la red?

Los bloggers, como los seres humanos, pueden ser idealistas o escépticos. Y se les nota especialmente en las "cibercampañas", movilizaciones por una buena causa nacidas en la red. Hace unos meses veíamos una contra la anorexia, otra contra las 65 horas, la semana pasada se celebró el ambicioso 'Blog Action Day' contra el hambre en el mundo, hoy se convoca otra más contra la pornografía infantil. Algunos se apuntan a un bombardeo y llenan de banners sus páginas personales. Otros jamás participarían en una.

cindiann (Flickr)

Manuel M. Almeida reconoce que ha participado en "muchísimas" cibercampañas y considera que "siendo los blogs un medio de comunicación libre es normal que se produzcan". El autor de Mangas Verdes distingue entre las consolidadas (como el Blog Day o el Blog Action Day) y aquellas puntuales, en apoyo o protesta de una cuestión concreta. Considera que cada vez hay más, sean de temas sociales, políticos o reivindicativos.

En cambio Jaime Rubio, el creador de La Decadencia del Ingenio, no cree en las movilizaciones por la red. "Estas campañas son como los lacitos contra el cáncer o contra el sida, con la diferencia de que el lacito te lo dan a cambio de un donativo. Apaciguan las conciencias (que no tiene nada de malo) con la ventaja de que son gratis. No ayudan a cambiar nada, porque nadie está a favor del hambre en el mundo o a favor de las guerras. Hacerlo constar en el Facebook o en un blog es un ejercicio absurdo de declaración de principios evidentes", cuenta.

El veterano blogger sólo participó en una campaña, la que movilizó a la mayor parte de la incipiente blogosfera española en 2002 para exigir responsabilidades tras el vertido del Prestige. Fue la primera vez que los dueños de weblogs en castellano se unían por una causa. "Me puse el lazo, pero por supuesto no fui a limpiar una mísera piedra. Era joven, idealista... y vago", ironiza Rubio. Desde entonces ha llovido mucho. Y aunque normalmente las campañas no suelen salir de la red, en ocasiones se consigue, desde el "pásalo" hasta las últimas manifestaciones contra Bolonia convocadas a través de Tuenti.

La actividad ha seguido a las personas, y se ha trasladado de los blogs a las redes sociales. Facebook, recuerda Rubio, está lleno de campañas contra los malos tratos, páginas de políticos y clubes de fans. Desde esta red social se promovió, por ejemplo, la muy poco virtual protesta "Un millón de voces contra las FARC". El propio Mark Zuckerberg, fundador de Facebook, presentaba en Madrid la semana pasada la iniciativa "Facebook for Good: comparte tu historia", que pretende premiar las historias más optimistas sobre cómo la red contribuye a cambiar el mundo.

Pero, ¿hasta qué punto son efectivas estas campañas? "Está muy bien que la gente se exprese, pero creo que si se queda simplemente en palabras bonitas pueden convertirse en un 'meme' más", explica Almeida. "Puede ocurrir igual que en los supermercados y en los bares, donde la gente se queja pero no hace nada". Para muchos es una forma de resolver el post del día. "Internet pone los medios, pero no el contenido. Al final todos acabamos con tres o cuatro blogs, cuentas en todas las redes sociales, treinta álbumes web, pero sin nada que decir", matiza Rubio.

Contra la pornografía infantil

Imagen de la campaña iniciada hoy por La Huella Digital y Vagón-Bar.

Las razones para liderar una movilización también son muy variadas. El periodista Nacho de la Fuente impulsa desde hoy una "blogocampaña" contra la pornografía infantil junto a Paco Sánchez. Su objetivo, que el próximo día 20 de noviembre (día Universal del Niño) los participantes publiquen un post en el que aparezcan términos buscados por los pornógrafos infantiles, y así, confundir a los buscadores (Google Bombing). Explica que su única intención es "aunque suene ingenuo, que los que busquen este tipo de contenidos se encuentren algo en contra".

Las buenas intenciones son poderosas. Basta un cartel y hacer un llamamiento a la 'comunidad'. "No he parado en todo el día", explica de la Fuente. "Ya ha salido en muchos medios, y necesitaría horas para ponerme al día de todas las repercusiones que ha tenido en la blogosfera". El blogger niega que este este tipo de acciones se realicen buscando tráfico o influencia: "al revés, estoy sacrificando mis horas libres".

Acciones locales

Pero muchos creen que, como en la vida real, son más efectivas las acciones cercanas que los brindis al sol. Una pequeña academia de refuerzo escolar de Donostia, Ikaste Akademia, ha creado un proyecto de cooperación con Ghana aliándose con una ONG catalana también diminuta. Un blog les sirve para comunicarse con los cooperantes (a los que los jóvenes de entre 12 y 18 años envían mensajes y dan consejos). Y también para conseguir fondos a través del programa publicitario 'Adsense' de Google. De momento, no es mucho dinero. Pero "intentamos transmitirles a los chavales un cierto espíritu crítico. Es una generación por la que nadie apuesta, pero que está respondiendo muy bien", explica Xavier Iglesias, uno de los fundadores de la academia. "Muchos quieren donar, están aprendiendo sobre usuarios y páginas vistas, se les ocurrió hacer captación de voluntarios mediante Tuenti... nuestras clases están empapeladas con las estadísticas de Google Analytics", añade Iglesias.

La blogosfera hispana, especialmente la aragonesa, también anda movilizada estos días para salvar a José Carlos Galera Lázaro, un niño de 6 años que sufre una enfermedad rara, la adrenoleucodistrofia (conocida por inspirar la película 'El aceite de la vida'), y que necesita para salvarse un transplante de médula ósea o un tratamiento en Estados Unidos. La página web Una vida para Carlos explica cómo realizar donativos. De momento llevan unos muy tangibles 415.000 euros, la mitad donados por particulares. Una cifra que puede hacer pensar hasta al más escéptico de los bloggers.