Inversores extranjeros en España exigen más flexibilidad del mercado laboral

Madrid.-  Las empresas extranjeras que invierten en España demandan mayor flexibilidad en el mercado laboral español a la hora de contratar y despedir a trabajadores, al tiempo que critican las dificultades existentes para acceder a la financiación de capital riesgo o a los mercados de valores.

Estos son los principales obstáculos con los que se encuentran las empresas extranjeras ubicadas en España según el Barómetro del Clima de Negocios de 2008, que refleja que estas sociedades prevén aumentar sus planes de inversión en España el 35 por ciento este año, porcentaje muy inferior al 70 por ciento que preveían para 2007.

Este es el segundo Barómetro del clima de negocios en España elaborado por la sociedad estatal "Invest in Spain", en colaboración con el Instituto de Empresa IESE, y en esta ocasión ha sido realizado durante los meses de mayo y agosto con la participación de casi 300 empresas extranjeras implantadas en España.

La secretaria de Estado de Comercio, Silvia Iranzo, presentó hoy este informe según el cual los inversores extranjeros mantienen cierta cautela ante la actual crisis económica, a pesar de lo cual el 76 por ciento de ellos prevén mantener o aumentar sus inversiones en 2009 en España.

Además, el 31 por ciento de los inversores extranjeros cree que aumentará la contratación en España y el 44 por ciento que mantendrá la actual, tras otorgar una la calificación de "notable bajo" al clima de negocio.

La secretaria de Estado de Comercio destacó que de enero a junio la inversión extranjera directa bruta procedente de las empresas implantada en España y de nuevas inversiones alcanzó los 30.323 millones de euros, y aumentó el 490 por ciento respecto al mismo período del año anterior, gracias a las fusiones y adquisiciones de empresas.

Detalló que en el primer semestre del año uno de cada cuatro nuevos proyectos se destinaron a sectores de alto valor añadido como el de energías renovables, software, tecnología de la información y telecomunicaciones y que actualmente España es el séptimo país del mundo y el cuarto en Europa en recepción de Inversión Extranjera Directa (IED).

Las sociedades que han participado en el Barómetro valoran con una nota media de 3,16 sobre 5 el clima de negocios en España, y están satisfechas de la situación general del país, aunque advierten de aspectos "preocupantes" como el elevado coste de los despidos, el difícil acceso a la financiación de capital ligado al negocio y la falta de transparencia en los procedimientos administrativos.

En sentido contrario destacan como las principales "fortalezas de España", la competitividad de los sectores, la calidad de los proveedores cualificados, de las escuelas de negocio y de los centros especializados.

A pesar de que el estudio refleja que las previsiones de las empresas extranjeras en España son "menos optimistas" que el año pasado, debido a la coyuntura económica internacional, el consejero delegado de "Invest in Spain", Javier Sanz, consideró que el "riesgo está más amortiguado" que en el resto de economías del mundo.

No obstante, los inversores extranjeros implantados en el mercado español valoraron el entorno político, económico y social este año con una calificación de 3 sobre 5, lo que supone 3 décimas menos que la de 2007.

En el mismo sentido, la valoración sobre el entorno de negocios también descendió este año hasta el 3,3 frente al 3,6 por ciento y señalaron como debilidades que no exista una demanda local pujante.

En el área de costes operativos, las empresas extranjeras en España mantienen la misma calificación del 3,2 sobre 5 que el año pasado y destacan como obstáculos, el coste del suelo industrial, de las oficinas y los costes medioambientales y de tratamiento de residuos.

Sobre los costes financieros y fiscales, los inversores consideran que España cumple con sus expectativas aunque la directora del proyecto del IESE, María Luisa Blázquez, consideró que la administración "debe seguir insistiendo sobre la fiscalidad directa e indirecta y el acceso a incentivos y subvenciones".

Otro de los aspectos que más valoran los inversores extranjeros es la fuerza laboral que puntuaron con un 3,1 sobre 5 y otorgaron una importancia media de 3,9, aunque demandan mayor facilidad para contratar y despedir a trabajadores y directivos, así como un mejor conocimiento de idiomas.

En el apartado de recursos tecnológicos, el Barómetro refleja las fortalezas de España en la calidad y disponibilidad de los servicios en infraestructuras de telecomunicaciones y la facilidad de acceso a centros tecnológicos locales.