Paraguay protegerá a los productores brasileños de soja de las amenazas campesinas

Asunción.-  El Gobierno paraguayo reafirmó hoy que las haciendas de los colonos y los terratenientes brasileños en las regiones productoras de soja serán resguardadas de posibles ocupaciones y amenazas de grupos de campesinos.

ampliar foto

(EFE)

Grupos de labradores organizados del departamento de San Pedro dieron un plazo de ocho días a partir de hoy a los brasileños que cultivan soja en esa región, conocidos como "brasiguayos", para que abandonen sus haciendas.

Grupos de labradores organizados del departamento de San Pedro (centro) dieron un plazo de ocho días a partir de hoy a los brasileños que cultivan soja en esa región, conocidos como "brasiguayos", para que abandonen sus haciendas.

El director de Asuntos Especiales de la Cancillería, Hugo Peña Bareiro, dijo que el presidente Fernando Lugo ha garantizado a su homólogo del vecino país, Luiz Inácio Lula da Silva, "el respeto de los derechos humanos, civiles y políticos de cualquier residente" brasileño en Paraguay.

Bareiro indicó en una reunión con periodistas que el canciller Alejandro Hamed Franco ha hecho la misma promesa a su par de Brasil, Celso Amorim, y que corresponde a los organismos de seguridad paraguayos dar cumplimiento a ese compromiso.

Productores del departamento de Alto Paraná (este) pidieron protección el martes a las autoridades de la localidad brasileña de Foz do Iguazú, que limita con esa región, al declararse amenazados por los "sin tierra" en plena época de siembra de soja.

Se calcula que unos 300.000 "brasiguayos", muchos de ellos con grandes explotaciones agrícolas, viven en Paraguay a lo largo de la extensa línea fronteriza con Brasil.

La mayoría se dedica al cultivo de soja, principal fuente de divisas de Paraguay.

En varias regiones agrícolas del país, cientos de campesinos se mantienen acampados alrededor de las haciendas y fincas agrícolas bajo amenaza de volver a ocuparlas, después de una tregua acordada con el Gobierno.

Los campesinos radicalizados argumentan que en el pasado grandes extensiones de tierra fiscales fueron cedidas a personas no sujetas a la reforma agraria y que el cultivo mecanizado de soja depreda los bosques y contamina el medio ambiente con las fumigaciones masivas.

"Vamos a proteger los derechos de todas las personas, vamos a llevar adelante la reforma agraria, siempre a través de los conductos correspondientes", afirmó el ministro de Interior, Rafael Filizzola, al instar a los productores brasileños a recurrir a los organismos de seguridad paraguayos.

"Paraguay es una República independiente y la seguridad está siendo garantizada a través de nuestro Gobierno y no vamos a admitir ningún tipo de interferencia ni presiones ni injerencia de ninguna otra instancia", enfatizó Filizzola.

La tensión en el campo se agudizó hace tres semanas luego de la muerte de un campesino en un incidente ocurrido durante el desalojo de la hacienda de un brasileño ocupada por labradores, en el departamento de Alto Paraná.