Mark agrega amigos en Madrid

Llamadme ingenua, pero una se imaginaba que el multimillonario más joven de la lista de Forbes, el hombre que ha pasado de cero a 1.500 millones de dólares en sólo cuatro años, el soltero de oro de Silicon Valley que dejó sus estudios en Harvard porque antes de acabar ya había fundado Facebook; ese, tenía que ser por fuerza un tipo interesante. Con algo del cerebro de Gates, el carisma de Jobs o la primaria energía de Ballmer.

Y quizá algo de eso haya en Mark Zuckerberg, pero desde luego no se ha visto en la reunión que ha mantenido esta mañana con la prensa en su primera visita a España. Vestido con ropa deportiva pero impecable (polar de The North Face, camiseta gris, vaqueros y zapatillas), Zuckerberg es la prueba viviente de que los empollones con éxito siguen teniendo pinta de empollones. Su voz grave ha desgranado un discurso muy medido, salpicado por frases como "nuestra misión es que la gente comparta información" o "Facebook está muy preocupado por la privacidad de sus usuarios".

Impasible, el joven de 24 años no se ha inmutado al hablar de crisis ("nos afectará como a todo el mundo, aunque tenemos la ventaja de no estar en bolsa"), del rediseño de su página ("la gente es reacia al cambio, pero hemos observado que con el nuevo diseño se está compartiendo más información"), su discutido modelo de negocio ("más de 100.000 pequeños anunciantes y dos tercios de los 'top 100' estadounidenses se anuncian en Facebook") o su financiación ("tenemos una buena reserva para seguir adelante en la crisis que viene, no hay planes de refinanciación inmediata"). Microsoft es "un buen socio dispuesto a probar cosas distintas". Y que se organizara una pequeña revolución en Colombia contra las FARC a través de la red social fue "algo interesante".

Tampoco tiembla cuando se le menta Tuenti, o a Sónico, que se le han comido parte del pastel hispanohablante. "En otros países había otras redes dominantes y cuando se introdujo Facebook se pasaron. En Reino Unido eran Bebo y MySpace, y la gente se cambió. El 30% de los británicos está en Facebook". La traducción al español de su servicio (realizado por los propios usuarios) ha sido vital para su expansión en Latinoamérica. "Antes teníamos muy pocos usuarios allí, pero desde la traducción al español el crecimiento está siendo muy rápido en México, Argentina, Colombia... Chile probablemente sea el primer país en el que la mitad de la población internauta esté en Facebook".

Cuando uno de los muchos periodistas de la sala le hace la pregunta que flota en el aire (por qué él y por qué Facebook) Zuckerberg culpa del triunfo de su empresa (que tiene 110 millones de usuarios en todo el mundo, 12 de ellos en español y 1,4 en España) al hecho de que está basada en un buena idea, sencilla y universal: favorecer la comunicación. A las dos semanas de fundar Facebook como una especie de anuario estudiantil on line, dos tercios de Harvard se habían apuntado. El servicio se fue extendiendo entre universitarios, y a los pocos meses dejó las aulas para dirigir su empresa al más puro estilo Silicon Valley, con comida y servicio de lavandería gratis. En septiembre de 2006 era en un 97% una página para universitarios norteamericanos. Un año después Microsoft compraba un 1,6% de la compañía por la cantidad récord de 240 millones de dólares. Todo le ha sucedido a una velocidad de vértigo. Pero con la mayor tranquilidad, sonríe y reconoce que "sí, soy un hombre afortunado". El mito dice que sigue viviendo en su diminuto apartamento y que duerme en un colchón tirado en el suelo.

Zuckberg está de visita relámpago en España para presentar dos iniciativas. La primera, "Facebook for Good: comparte tu historia" las mejores historias sobre cómo han conseguido cambiar un poco el mundo a través de la red social. La segunda es un concurso de aplicaciones que presentará esta tarde a la comunidad de desarrolladores españoles. Su conferencia de mañana en la Universidad de Navarra podrá seguirse vía Twitter.