El legado inédito de Buñuel une a Latinoamérica y a España en una exposición mexicana

México.-  La faceta inédita de fotógrafo del genial cineasta Luis Buñuel y su trascendencia como vínculo entre España y América Latina quedan patentes en una exposición en México con motivo del Primer Congreso de la Cultura Iberoamericana, y que hace uso de elementos interactivos y un elegante uso de la imagen.

ampliar foto

(EFE)

Vista de una parte de la exposición "Buñuel Entre dos Mundos", presentada por la Sociedad Estatal de Acción Cultural en el Exterior (SEACEX) España en el Centro Nacional de las Artes de Ciudad de México.

"Buñuel: entre dos mundos", como se titula la exposición abierta hasta noviembre en Ciudad de México, sumerge al visitante en las distintas facetas de la vida y obra de este creador universal nacido en 1900 en Calanda (Aragón) y fallecido en 1983 en Ciudad de México.

España, donde creció y se formó, y México, donde desarrolló buena parte de su labor tras las cámaras, son esos dos mundos que los comisarios de la muestra, Javier Espada y Elena Cervera, desmenuzan en las cuatro secciones del recinto inaugurado el miércoles por los Príncipes de Asturias y el presidente de México, Felipe Calderón.

La primera es la más novedosa, pues expone un aspecto desconocido del director en su etapa mexicana, iniciada en 1946: las fotografías que tomó cuando buscaba localizaciones para sus filmes, acompañadas de los fotogramas que encajan con aquel trabajo previo.

"Se dice que Buñuel prácticamente no hacía descartes porque rodaba lo que luego montaba", explicó hoy a Efe en la exposición Cervera, de la Filmoteca Española, frente a la cámara Leika que usó el autor de "El perro andaluz" o "Belle de jour".

Según Espada, director del Centro Buñuel de Calanda, eso permitió al director rodar la famosa cinta "Los olvidados" en apenas 21 días, por poner un ejemplo.

Con motivo del veinticinco aniversario de la muerte del cineasta, la Filmoteca y el museo de Calanda acogieron el pasado mes de julio una exhibición simultánea que acabó por germinar en la muestra mexicana, una versión revisada y ampliada de esas anteriores.

La segunda sección está dedicada a la biografía del personaje, recuperada a través de fotografías, montajes audiovisuales y premios como el Oscar a la mejor película extranjera recibido en 1972 por "El discreto encanto de la burguesía".

También es posible ver una imagen del homenaje que aquel mismo año le ofrecieron varios cineastas de la talla de Alfred Hitchcock, Billy Wilder o Robert Wise en la casa de George Cukor.

Un entusiasta Carlos Saura, invitado estelar al Primer Congreso de la Cultura Iberoamericana, recordó junto a las piezas que forman el rompecabezas vital de Buñuel la relación de amistad que les unió, al tiempo que confesó su devoción por el mítico director.

Fue "un cineasta extraordinario" que se convirtió en un ejemplo de cómo "utilizar la imaginación en un sentido más creativo" para "entrar más profundamente en lo que es un ser humano", opinó.

Saura lo equiparó además con otros dos mitos cinematográficos, el sueco Ingmar Bergman y el italiano Federico Fellini, con quienes coincidieron los dos directores españoles en el Festival de Cannes de 1960.

"Tres maneras distintas de manejar la imaginación: la de Buñuel, latina pero apoyada en la tradición española; la de Fellini, mucho más dislocada, mucho más mediterránea, y la de Bergman, que era más nórdica", apuntó.

La tercera sección de la muestra recoge la filmografía del cineasta aragonés y presenta como principal aliciente las copias de los guiones originales de las películas "Viridiana", "Nazarín", "Los olvidados" y "Tristana", así como la máquina de escribir que usó para elaborarlos.

La cuarta consiste en la proyección del documental "El último guión", creación de Espada y Gaizka Urresti que propone un acercamiento a la figura del director a través de conversaciones con su hijo, Juan Luis Buñuel, y su estrecho colaborador Jean-Claude Carrière.

A la inauguración de "Buñuel: entre dos mundos" asistieron, además de Saura, el director portugués Manoel de Oliveira y la actriz mexicana Silvia Pinal, una de sus musas, que expresó "una emoción terrible" al rememorar el legado de esa figura inolvidable.

"Es el personaje ideal para hablar de esa relación cultural y cinematográfica entre dos países, porque él tenía un pie en México y otro en Europa y sobre todo en España", dijo Saura