El rescate de Wall Street como apuesta electoral

WASHINGTON.-  El Senado de los Estados Unidos aprobó anoche el plan de rescate de Wall Street. Después del rechazo por parte del congreso y con cambios a gusto de republicanos y demócratas, muchos se preguntan ahora a quién beneficiará más en las urnas dentro de un mes: a Barack Obama o a John McCain.

KEVIN LAMARQUE (REUTERS)

Judd Gregg, senador republicano que se ha hecho cargo de la negociación del plan, ha logrado el apoyo de sus compañeros de filas.

El plan, que muchos medios norteamericanos han calificado de "endulzado" para que fuera aprobado por el Senado, ha salido adelante con 74 votos a favor y 25 en contra. Los dos candidatos a la presidencia han apoyado el plan de rescate de 700.000 millones de dólares en una votación que, según el New York Times, "definiría las condiciones del resto de la campaña electoral".

Siguiendo el argumento del presidente George W. Bush, quien declaró esta semana que otro fallo del plan provocaría un daño a la economía que sería "largo y duradero", el candidato republicano McCain afirmó que la crisis actual corría riesgo de convertirse en "desastre".

Barack Obama apoyó el plan durante su intervención antes de emitirse los votos en el Senado con los mismos argumentos que utilizaba horas antes en un acto de campaña. Para el senador y candidato demócrata, cada día es más difícil para los ciudadanos conseguir préstamos por parte de los bancos, lo que hace que la crisis no afecte sólo a Wall Street, sino que la convierte en una crisis "estadounidense", a nivel nacional.

El apoyo de Obama al plan de rescate coincide con su liderazgo no sólo en la carrera hacia la Casa Blanca, sino también en las encuestas en estados clave como Ohio, Florida o Pensilvania, donde el apoyo de los votantes supera el 50%, según una encuesta de Quinnipiac University. Además, las declaraciones de cada candidato cuentan ahora como nunca antes, pues estados como Ohio han comenzado ya a recoger votos.

"Los republicanos, ¿se preocupan ahora por los gastos?"

Tras el fracaso en el Congreso el pasado lunes, muchos medios pasaron a analizar rápidamente las razones que llevaron a republicanos y demócratas a rechazar el plan. A pesar de que la propuesta inicial venía del presidente Bush, del partido republicano, fueron más los miembros de este partido que votaron en contra del plan.

Michelle Caruso-Cabrera, encargada de la cobertura de Wall Street para la cadena CNBC, reflexionaba tras la aprobación del Senado: "Lo que muchos hemos encontrado casi divertido es que los congresistas republicanos estaban en contra de la medida porque no estaban de acuerdo con la cantidad a invertir, pero… ¿ahora se preocupan por los gastos? Hemos visto durante ocho años que eso no les ha preocupado demasiado".

Medios como el Washington Post publicaron la lista detallada de la votación y hubo hasta quienes cruzaron los votos con los congresistas cuyo puesto está abierto a la reelección o no. Y es que el próximo 4 de noviembre no sólo se elige presidente en Estados Unidos.

Así McCain, que anunció una pausa en su campaña electoral para regresar a la Cámara de Representantes y apoyar una resolución impulsada por su partido, afirmaba anoche tras la votación que esta crisis venía provocada por un gobierno que va "por el camino equivocado", en un intento por distanciarse del legado de Bush.

Otro peligro para McCain si gana: gobernar sin apoyo de su partido

Pese a las críticas por haber irrumpido con la campaña presidencial en las labores del Congreso, McCain recortaba esta semana a cuatro puntos el liderazgo de Obama en las encuestas. El día después al debate, Gallup le daba ocho puntos de ventaja al demócrata. La falta de comentarios de Obama en el debate ha sido considerada por algunos como la prueba de que la decisión de McCain pudo no ser tan desacertada.

Sin embargo, el rechazo al plan por parte de los republicanos en el Congreso puede perjudicar a su candidato en el futuro, explicaba Dan Baltz para el Washington Post. Si McCain pierde las elecciones, el Partido Republicano puede quedarse hundido durante mucho tiempo: desde 2006, tanto el Congreso como el Senado están liderados por los demócratas y se espera que este liderazgo quede renovado en noviembre. En caso de ganar las elecciones, McCain puede sufrir muchos de los problemas a los que se ha enfrentado Bush: gobernar con un sector de su propio partido en contra.

Associated Press titulaba ayer que McCain estaba "en vía muerta" en cuanto detuvo su campaña para apostar por el plan de rescate que su propio partido rechazó. "De esta forma, se ata a una apuesta por el plan como no lo ha hecho su oponente", explicaba el reportaje. Hasta el 4 de noviembre no sabremos a quién le ha salido mejor la jugada.