El pasado viernes terminaba Pasarela Cibeles con un pobre resultado. El escaparate de la moda española agoniza en su empecinamiento de sólo renovarse en superficie, de mantener en cartel nombres que ya no deberían estar ahí y otros que nunca debieron llegar. Y mientras tanto, en ese día de la marmota que es Pasarela Cibeles, las quejas de los diseñadores se repiten: qué difícil es producir, qué difícil es vender.
Vestido de alta costura de Josep Font.
Pero sólo hay que desenroscarse la boina, o el tocado, o el sombrerito y echar un vistazo a marcas españolas que sí venden, que sí producen. Sin victimismos, reinvirtiendo cada peseta que ganan, trabajando a destajo. Al menos esa es la fórmula Josep Font. Un hombre que produce (en España) que cuenta con 4 tiendas propias y 180 puntos de venta multimarca, que vende en 13 países del mundo, que desfila en París. "El éxito no tiene ningún secreto. Trabajar, trabajar y trabajar. Llevo muchos años dedicándome a esto con el mismo empeño que el primer día", explicó a soitu.es Font. Pero, dirán algunos -les encanta decirlo-, Josep Font viene de una familia acomodada de la alta burguesía catalana, Y así es más fácil lanzar una primera colección.
Sí, es más fácil. Lo mismo dicen de Amaya Arzuaga algunos compañeros que presumen de orígenes humildes. Y es cierto. Pero no hay que olvidar que fue Amaya la que hizo resurgir la fábrica materna de Lerma tintando prendas de punto, cambiando cortes y modernizando la confección. Sí, es más fácil producir si tienes -y sabes- cómo. Pero eso es sólo el primer empujón. Después hay que mantenerse y son de sobra conocidos otros diseñadores que aún contando con un enorme respaldo monetario venden poco, a pesar de que se erijan en dictadores de la moda.
Y eso que, según nos contó Ana Locking -y corrobora la página del ICEX Fashion from Spain- la moda española goza de buenísima salud: "tenemos un pique sano entre los diseñadores españoles. Se están haciendo cosas muy interesantes y eso nos estimula", explica. Claro que luego las cifras -y las quejas- lo desmienten. En 2007 la facturación en el comercio textil descendió por primera vez desde 1997 y sólo llegó a los 22.083 millones, de los cuales cerca de 14.000 se los reparten las grandes marcas -Inditex, Mango, Cortefiel, Adolfo Domínguez, Pepe Jeans, Saenz Merino...-. En cualquier caso hay un reducto que logra vivir de la moda.
Lurdes Bergada tiene 58 años. A los 23 decidió dejar de diseñar para otros y montó su propia marca, Plexiglás. "No tenía un duro. Ni para coger el autobús. Vendía los vestidos de uno en uno, con lo que ganaba compraba más tejido". Hoy tiene 6 tiendas propias en Madrid y Barcelona y produce 60.000 prendas al año, y eso que se ha replegado porque a mediados de los 80 su empresa tenía también sede en París y vendía su producto a tiendas multimarca. "Pero un día se me cruzó el cable y lo dejé. A mí me gusta diseñar y no el papeleo. Pensé que no quería acabar rica e infeliz".
Y ¿qué opina de las quejas de los diseñadores? "Creo que hay un 'fifty fifty': es cierto que es difícil producir con una colección corta". Aún así no es imposible: "hay que reinvertir cada peseta", aunque también es cierto que muchos de los que se lamentan de las dificultades "no tienen los pies en la tierra. La moda es un arte funcional. Si quieres hacer un vestido para colgar en una pared, haz un cuadro". Al menos así es como se plantea ella la moda. "Aspiro a que esto de vestirme cada día me haga ilusión, pero quiero que mi ropa se pueda lavar en la lavadora, que puedas ir en moto o sentarte en el suelo con uno de mis vestidos". En definitiva, diseñar para la gente de a pie, "una prenda que no gusta no sale de la tienda ni regalada".
Xabi y Víctor, de Loreak Mendian.
Ahí está el quid de la cuestión. Como explica Xabi Ciriquiain, fundador junto a Víctor Serna de Loreak Mendian "es muy fácil ir de divino, diseñar un pantalón con tres patas y luego hacerte el incomprendido. La ropa es algo para llevar puesto. Lo difícil es hacer prendas que gusten a la gente, encontrar lo que falta en el mercado". Y hacerlo "sin dar bandazos", preocupándose del cómo y sin copiar, como hacen los dos emporios que mantienen el estatus de éxito de la moda española, Mango e Inditex.
En el año 1995 Xabi y Víctor lanzaron unas camisetas con una margarita y el lema 'Loreak Mendian' -las flores en el monte-. Las camisetas "empezaron a chutar". Con 100.000 pesetas cada uno decidieron abrir una tienda. No pretendían montar una colección sino prendas de 'streetwear' que no llegaban a España con facilidad, "pero también demostrar que nuestras camisetas se podían vender", porque sí ocurre, dice Xabi, que uno llega con un producto Made in Spain y "es más difícil que apuesten por él, que lo quieran vender en tiendas multimarca". A partir de ahí Loreak no ha parado de crecer, siempre poniendo énfasis en el grafismo -la famosa margarita era el dibujo con la que Xabi firmaba los baños y paredes de Donosti-, en el concepto detrás de las colecciones y en algunas colaboraciones con artistas jóvenes "que son bastante 'outsiders' y de los que nos interesa más el cómo que el qué".
Loreak Mendian empezó por casualidad: "era una forma de canalizar una expresión artística muy relacionada con una 'escena musical' que se dio en Donosti a mediados de los 90 -música electrónica, djs- y el soporte elegido fue la ropa". Empezaron dos personas, ahora son 43 y tienen 200 puntos de venta (la mitad en España y el resto en Europa, Japón, Rusia, Australia...). Respecto a la producción reconocen que es difícil, pero con "trabajo, trabajo y más trabajo y reinvirtiendo todo lo que ganas durante bastantes años" se puede hacer. Ellos producen en Portugal, Túnez y Turquía. "Al principio fabricábamos en España, pero cada vez es más difícil, los talleres están desapareciendo". Esto obliga a producir fuera, lo que también es costoso porque hay que controlar de cerca un producto que se fabrica lejos para que cumpla unos estándares de calidad. Y luego está otra de las claves del éxito "hay que servir a tiempo y tener el 100% del muestrario. Sin excusas", explica Xabi.
"En España existe la figura del diseñador no comprometido con la empresa, que sólo piensa en dibujar prendas pero que cree que no es su trabajo que éstas lleguen al público", cuenta Xabi. La marca Skunk Funk lo tiene claro: "hay que tener un planteamiento comercial, de diseño y de marca, ahora mismo estamos haciendo un gran esfuerzo para innovar en diseño teniendo en cuenta los precios. No queremos ser una marca elitista", explica Gixon Bilbao, director de marketing de la compañía. Skunk Funk comenzó en los 90 vendiendo camisetas en festivales de música en toda Europa "esto nos facilitó la expansión porque ya nos conocían internacionalmente". Hoy en día venden en Europa, Estados Unidos, Australia, Rusia y Japón y facturan cerca de 7 millones de euros.
"Entendemos que la gente no se lance, pero no todo depende de la producción, también cuenta la magia que tengas en el mercado", es decir, que el público quiera comprar tu ropa. Para ello, como recuerda Lurdes Bergada, es importantísimo el punto de venta "que en este momento, por desgracia, lo tiene Inditex". Claro, pero también hay que trabajar. Este martes, sin ir más lejos, los dos hermanos Dalmau propietarios de la marca Custo -que facturó en 2007 cerca de 40 millones de euros-, estaban en la feria de tejidos de invierno 2009-2010 en París y acuden cada temporada al Bread & Butter. Porque para poder comer de la moda primero hay que vender.
Si quieres firmar tus comentarios, regístrate o inicia sesión »
En este espacio aparecerán los comentarios a los que hagas referencia. Por ejemplo, si escribes "comentario nº 3" en la caja de la izquierda, podrás ver el contenido de ese comentario aquí. Así te aseguras de que tu referencia es la correcta. No se permite código HTML en los comentarios.
¿Skunk Funk no elitista?. Pues tiene unas sudaderas, con motivo de los "Space Invaders", a unos precios superiores que "New Yorker" +
Soitu.es se despide 22 meses después de iniciar su andadura en la Red. Con tristeza pero con mucha gratitud a todos vosotros.
Fuimos a EEUU a probar su tren. Aquí están las conclusiones. Mal, mal...
Algunos países ven esta práctica más cerca del soborno.
A la 'excelencia general' entre los medios grandes en lengua no inglesa.
Tópicos, realidades y estereotipos cazados a vuelva pluma por las calles de Madrid
En: El País
Recomendación: Diego Bayón
Uno de cada tres jóvenes accede a Internet desde su teléfono móvil. Aunque sea casi imposible conseguir el dato, cada vez es más frecuente encontrarse a personas con un iPhone en sus manos en cualquier lugar. O de cualquier otro dispositivo móvil con acceso a Internet. Terminales multidispositivo que han están cambiando radicalmente el comportamiento del usuario.
En: E-Campanya
Recomendación: Albert Medrán
Lo sentimos, no puedes comentar esta noticia si no eres un usuario registrado y has iniciado sesión.
Si quieres, puedes registrarte o, si ya lo estás, iniciar sesión ahora.