Juanjo Oliva confirma al beige como color estrella de la próxima temporada

MADRID.-  Juanjo Oliva fue el último diseñador en presentar sus propuestas para la temporada Primavera-Verano 2009 en esta segunda jornada de la Cibeles Madrid Fashion Week. El madrileño ha ideado su colección 'Dix', en referencia a su décimo desfile en la pasarela de la capital, en torno a la costura como base de la moda y al color beige, presente en todas y cada una de las prendas. Esta uniformidad de color contrasta con la variedad de tejidos, que van desde el lino hasta la piel, pasando por las sedas y los algodones.

EP (Europa Press)

Juanjo Oliva fue el último diseñador en presentar sus propuestas para la temporada Primavera-Verano 2009 en esta segunda jornada de la Cibeles Madrid Fashion Week. El madrileño ha ideado su colección 'Dix', en referencia a su décimo desfile en la pasarela de la capital, en torno a la costura como base de la moda y al color beige, presente en todas y cada una de las prendas. Esta uniformidad de color contrasta con la variedad de tejidos, que van desde el lino hasta la piel, pasando por las sedas y los algodones.

Para las ocasiones informales, Oliva apuesta tanto por la falda por la rodilla como por el pantalón, ya sea en su versión pitillo o en la antagónica: shorts milimétricos que dejan al descubierto toda la pierna de la mujer. Los pantalones, que en ocasiones se abomban en las caderas, se combinan con jerseys que rozan la transparencia, camisas amplias de gasa, corpiños o chaquetas cortas.

Para vestir, el madrileño presenta vestidos ajustados al cuerpo de la mujer y trajes entallados, con un cierto aire a lo Grace Kelly. Al igual que en los pantalones, este estilo da lugar a tímidas formas globo en el vientre, para presentar finalmente faldas de gran volumen, conseguido a base de tules y volantes o de relieves de figuras geométricas que logran un aspecto acartonado. En un estilo intermedio, Oliva presenta vestidos de inspiración griega, con pliegues en la falda y dejando un hombre al aire, así como envolventes faldas que se dejan caer hasta los pies.

El único toque de color lo ponen los cinturones y zapatos marrones y negros. El ancho de los cinturones varía según la ocasión, y destacan especialmente aquellos con hebillas de motivos geométricos, rompiendo la uniformidad del beige. Los lazos y hojas gigantes también dan a los diseños un toque atrevido. En cuanto al calzado, de día la mujer de Oliva se decanta por las sandalias de tiras anchas y tacón rotundo, mientras que por la noche elige un zapato más discreto, de punta y tacón finos. Finalmente, el madrileño aboga por pequeños bolsos planos a modo de billetera apenas imperceptibles.