Guerra se muestra escéptico en cuanto al "papel exterior" de la Unión Europea

Santander.-  El presidente de la Fundación Pablo Iglesias, Alfonso Guerra, ha dicho hoy que no tiene una "visión muy esperanzada" sobre la evolución de la UE porque "los datos no llevan a ser muy optimistas", pero ha matizado que "el pesimismo puede ser derrotado por la voluntad de construir una Europa más integrada".

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(EFE)

El presidente de la Fundación Pablo Iglesias y ex vicepresidente del Gobierno, Alfonso Guerra.

Para Alfonso Guerra, el "escepticismo de la inteligencia" se deriva de una observación objetiva de lo que están haciendo las instituciones europeas en materia de política exterior, pero también ha destacado que tiene un "sentimiento de optimismo" en cuanto a la voluntad de conseguir una Europa "internamente más integrada" que abandone "cierta dependencia de las decisiones de Estados Unidos".

Guerra ha considerado necesario "colaborar de igual a igual con estadounidenses, chinos e indios con el objetivo claro de modificar el desorden ético imperante en la distribución de la riqueza".

El presidente de la Fundación Pablo Iglesias se ha expresado así durante la inauguración del curso "La política exterior europea: perspectivas tras la vigencia del Tratado de Lisboa" que se celebra durante esta semana en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) de Santander, donde, al tiempo que ha destacado los avances conseguidos por la Unión Europea, tanto económicos como sociales, ha lamentado la "hipocresía" con que se trata el fenómeno de la inmigración.

Guerra ha hecho hincapié en las diferencias existentes entre los "tres pilares de poder y fuerza" que son Estados Unidos, Europa y el "Asía en ascenso" frente a los "polos de pobreza" de Latinoamérica, África y el "Asia pobre", entre los que se abre un "abismo" que, en su opinión, hace que sea inevitable la "traslación humana" de unas zonas a otras.

Bajo su punto de vista, es un error pensar que la inmigración es sólo una búsqueda de puestos de trabajo, ya que, subraya, se trata de una "inversión familiar para el futuro de generaciones posteriores ".

El diputado socialista ha opinado que la inmigración existe porque hay un "desorden ético" en el mundo en el que unos tratan de mantener su situación de opulencia sin preocuparse de la miseria en la que vive el resto.

En este sentido, ha hecho hincapié en que "la suma de todas las ayudas que se envían a los países pobres no alcanzan los beneficios que se traen de ellos", lo que considera que es como si se hiciera una "transfusión de sangre de un cuerpo enfermo a uno sano".

Guerra ha aludido también a las "dos respuestas paralizantes y contradictorias" que se han dado ante el "encallamiento" o "encanallamiento" del tratado constitucional europeo, con unos estados que se muestran partidarios de "reflexionar" y otros que apuestan por "ir hacia delante".

"El malestar que se extiende por Europa sólo puede ser combatido con una política verdadera de integración interna", subraya Guerra, porque sin ella considera que no es posible alcanzar una "auténtica" unidad europea.

No obstante, Guerra también ha destacado algunos de los "importantes progresos" que se han producido en Europa en los últimos años, como la eliminación de las fronteras, el libre movimiento de capitales o la moneda única "hoy bastante más fuerte que el dólar".

Y también ha destacado que el "modelo social" europeo aventaja al de Estados Unidos en cuanto a índice de alfabetización y menor grado de pobreza y de desigualdades sociales, aunque, matiza, "la contrapartida es el desempleo que es mayor en Europa".