El hambre y la desesperación se apoderan de miles de haitianos tras el paso de "Hanna"

Puerto Príncipe.-  El hambre y la desesperación se apoderaron hoy de los miles de haitianos atrapados en sus aisladas poblaciones tras el paso de la tormenta tropical "Hanna", que se cobró la vida de al menos 163 personas en el deprimido país.

La nueva primera ministra de Haití, la economista Michele Pierre-Louis, se comprometió hoy ayudar a las miles de víctimas dejadas por la tormenta tropical "Hanna", tras asumir formalmente el cargo cinco meses después de la destitución del anterior jefe de gobierno, Jacques Edouard Alexis.

Pierre-Louis dijo que su país atraviesa por una "tragedia" que "no tiene nombre", por lo que invitó a los ministros de su Gobierno a asumir sus puestos inmediatamente.

Los organismos de socorro nacionales e internacionales dedican todos sus esfuerzos a llevar ayuda humanitaria a los afectados por el fenómeno, que calculan que son más de 650.000, muchos de ellos niños que desfallecen por falta de agua o comida.

Sin embargo, llevar algún tipo de ayuda humanitaria por carretera a las víctimas de la norteña ciudad de Gonaives o a algunas de las localidades del sur, es casi imposible.

En Gonaives, declarada el jueves en estado de emergencia, escasea la comida, no hay gas licuado de petróleo (GLP) y la poca gasolina que queda es vendida en galones en las calles a un precio muy elevado, debido a que las siete estaciones de combustibles que operan en la localidad sufrieron daños a causa de "Hanna".

Tampoco hay energía eléctrica, por lo que varias emisoras tuvieron hoy que suspender sus respectivas programaciones.

El panorama es desolador y muchas personas están desesperadas principalmente en Gros-Morne, un poco más al norte de Gonaives, debido a que no pueden contactar a sus familiares ni circular por las inundadas calles de la ciudad para saber de sus parientes.

En Gonaives, que quedó completamente inundada por las lluvias y tiene una población de aproximadamente unos 150.000 habitantes, se cuentan 120.000 afectados, según la Cruz Roja, y apenas hay cien refugios habilitados.

Una situación parecida se vive en el departamento sur, donde persisten las lluvias, según declaró el responsable de Protección Civil en la zona Renan Valliere, que cifró en 6.035 las familias damnificadas y en 5.400 las personas trasladas a albergues provisionales.

El funcionario informó a la prensa de que las autoridades y varias organizaciones no gubernamentales realizan esfuerzos para llevar comida a la zona, pero insistió en las dificultades que atraviesan debido a las continuas lluvias.

La directora del organismo, Alta Jean-Baptiste, dijo hoy que la situación en el sur es bastante complicada debido a que siete localidades permanecen incomunicadas debido a las inundaciones, lo que imposibilita la llegada de los camiones con comida y agua para los afectados.

El panorama es más halagüeño en la capital, Puerto Príncipe, donde han cesado las lluvias en las últimas horas y las actividades comerciales y laborales han vuelto prácticamente a la normalidad.

El Ministerio de Finanzas local ofreció hoy ocho millones de gourdes (210.526 dólares) para asistir a las víctimas de Gonaives y cinco millones más (131.578 dólares) para las obras de infraestructuras afectadas por "Hanna".

En tanto, la organización humanitaria Oxfam Internacional alertó sobre los problemas de escasez de agua y alimentos y las condiciones sanitarias "extremadamente preocupantes" que viven puntos de Haití luego del paso de la tormenta tropical "Hanna".

En una nota enviada a Efe, Oxfam señaló que se contabilizan ya 650.000 afectados y calculó que el número de muertos aumentará "con toda seguridad" cuando descienda el nivel de las aguas en las amplias zonas inundadas del país.

La cifra total de muertos en menos de dos semanas en Haití asciende a 239, ya que el huracán "Gustav" dejó 76 víctimas, y "Hanna" ha causado al menos 163, según los últimos datos oficiales.

Más de 11.000 personas han buscado refugio en los albergues temporalmente habilitados en Gonaives, donde se ha registrado la mayoría de los muertos, señaló Oxfam, que destacó la situación crítica que también vive la población en la vecina localidad de Ennery.

"Escasea la comida, el agua y otros suministros básicos. Las condiciones sanitarias son extremadamente preocupantes, pues los desechos humanos se vierten en las aguas estancadas, que ya están contaminadas por los restos de animales muertos", indicó.