Viena.- La renovada Francia de Raymond Domenech vuelve a Austria, el escenario de su naufragio en la pasada Eurocopa, para tratar de recuperar la fe en su fútbol con una victoria en el primer partido de clasificación para el Mundial de Suráfrica 2010.
El jugador de la selección francesa, Thierry Henry, durante un entrenamiento.
Austria, convertida en la pasada Eurocopa en el peor anfitrión de la historia del torneo, también se ha transformado de la mano del ex entrenador checo Karel Brückner y ha despertado cierta ilusión entre los aficionados.
Francia jugará contra Austria en Viena con un equipo rejuvenecido, con el portero de 23 años Steve Mandanda bajo los palos y sin los veterano Lilian Thuram y Claude Makelele en sus filas.
La baja más importante será la del centrocampista Franck Ribéry, aunque la pólvora gala estará garantizada con el dúo atacante formado por Thierry Henry y Karim Benzema.
La principal duda será saber si Domenech dará una oportunidad desde el inicio a la joven estrella Samir Nasri, que ha empezado la Premier con el Arsenal despertando elogios a su paso.
Domenech ha mentalizado a sus jugadores para no tratar de confiarse ante un rival mucho más débil, aunque motivado por su nuevo seleccionador y con ganas de agradar a los 47.000 aficionados que verán el partido en Viena.
El entrenador galo, consciente de la gran potencia física de los austríacos, con varios jugadores de más de 1,90 en sus filas, ha advertido: "si no somos capaces de luchar por el balón, entonces no tenemos que hacernos muchas ilusiones".
Por su parte, Brückner ha ocultado sus cartas para el partido y ha pedido a sus jugadores más madurez, para no permitir al rival que remonté un marcador adverso, como fue el caso del último partido jugado contra Italia en Niza.
El sorprendente rendimiento de los alpinos en el primer partido de la nueva era de Marcello Lippi con los "azzurri", con un empate por 2-2 después de ir venciendo por dos goles de ventaja, ha levantado expectación.
El bloque austríaco es el mismo de la pasada Eurocopa, pero la mano del veterano técnico checo se deja ver en la profundidad del juego alpino, el orden táctico y una mayor agresividad.
Brückner además cuenta con un impresionante historial en las fases de clasificación. Durante sus ocho años al frente de la República Checa clasificó al equipo para todas las fases finales, cosechando sólo tres derrotas en 32 partidos.
La principal novedad en Austria será la presencia como único punta de Marc Janko, un fornido delantero de 1,96 metros de altura que ha explotado este año como goleador en la liga austríaca en el Red Bull de Salzburgo y que ya marcó un tanto en el último partido contra Italia.
El entrenador checo también ha vuelto a contar con el defensa Paul Scharner, del Wigan, con gran experiencia en la Premier, pero descartado por el anterior seleccionador por diferencias personales.
Alineaciones probables:
Austria: Alex Manninger; Gyorgy Garics, Sebastian Proedl, Martin Stranzl, Emanuel Pogatetz; Paul Scharner; Joachim Standfest, Juergen Säumel, Andreas Ivanschitz, Christian Fuchs, Marc Janko.
Francia: Steve Mandanda; Bakary Sagna, Philippe Mexes, William Gallas, Patrice Evra; Sidney Govou, Jeremy Toulalan, Lassana Diarra, Florent Malouda; Thierry Henry, Karim Benzema.
Árbitro: Klaus Bo Larsen (DIN)
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