Un experto de la UE recomienda que África consensúe su hidráulica para evitar guerras

Sevilla.-  El investigador del CSIC Rafael Rodríguez, coordinador del proyecto MELIA de la UE de cooperación sobre el agua en el Mediterráneo, ha dicho a Efe que los países africanos deben consensuar su política hidrográfica como hizo la UE con la Directiva Marco, para evitar que las actuales tensiones deriven en guerras.

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(EFE)

El investigador del CSIC Rafael Rodríguez, coordinador del proyecto MELIA de la UE sobre política de agua en el Mediterráneo, durante una entrevista a Efe.

Rodríguez ha recordado, en una entrevista con EFE, que tanto la zona del Magreb como la del Sahel u otras áreas africanas han vivido graves enfrentamientos causados por el agua y soportan actualmente tensiones por el control de este elemento que pueden desembocar en conflictos armados.

En su opinión, el problema del agua es "el más grave" de estas zonas y se agravará en los próximos años porque los actuales recursos no podrán satisfacer el incremento explosivo de la demanda que causará el "aumento demográfico disparatado" de estos países o por el desarrollo turístico de naciones ribereñas.

"Si los países mediterráneos y africanos no hacen algo similar a lo que Europa hizo cuando consensuó su Directiva Marco del Agua, la guerra por el agua está ahí", ha advertido.

Este investigador, que durante seis años fue delegado del CSIC en la Unión Europea y otros cinco, en Andalucía, coordina desde Sevilla el proyecto MELIA, que promueve el diálogo euromediterráneo sobre gestión sostenible de recursos hídricos en ambas orillas del Mediterráneo.

También colabora en el proyecto comunitario MIRA, encaminado a seleccionar los ámbitos estratégicos de la cooperación científica entre Europa y el Magreb.

El proyecto MELIA, vigente hasta 2011, agrupa a 45 socios de 16 países y celebrará su próximo taller de trabajo del 29 de octubre al 4 de noviembre en Marrakesh (Marruecos), donde debatirá sobre investigación y tecnologías para el uso racional del agua.

Rodríguez ha advertido de que algunos conflictos por el agua sólo se contienen por la imposición "del poder militar puro y duro", como ocurre con Israel frente a las aspiraciones palestinas sobre el agua del río Jordán; Turquía, que construye embalses en las cabeceras del Tigris o el Eúfrates que perjudican a territorios kurdos, o Siria, que controla ríos que desembocan en territorios turcos.

"Deberíamos pasar de estas guerras subterráneas por el agua a la concertación y a la racionalización de su uso, como ha hecho Europa, porque si no, desde luego, la guerra del agua está ahí", ha apostillado.

También ha destacado que la falta de agua "es una de las primeras causas" de las migraciones de millones de personas en África y de conflictos como el de Dafur, con el consiguiente riesgo de desestabilización de los países de esta zona y de toda la ribera del Mediterráneo.

En su opinión, estos riesgos se agravarán en los próximos años como consecuencia del cambio climático.

Respecto al programa MIRA, ha destacado la necesidad de consolidar "estructuras" que faciliten la cooperación científica y tecnológica de la UE con África, reforzada por el proyecto de la Unión por el Mediterráneo que impulsa el presidente francés, Nicolás Sarkozy.