El Greco del color y de la luz se expone en el Paraninfo de Zaragoza

Zaragoza.-  El Greco del color y de la luz ha llegado a la capital aragonesa en una exposición de 27 lienzos del pintor cretense y su taller, entre ellos el conjunto del Apostolado, que ofrece una revisión de su figura y muestra la relación del artista con la ciudad de Toledo a principios del siglo XX.

ampliar foto

La exposición "El Greco. Toledo 1900", que se ha inaugurado hoy en el Paraninfo de la Universidad de Zaragoza, donde permanecerá hasta el próximo día 30 de noviembre, pretende transmitir, con las obras y fotografías inéditas, la vida de la ciudad toledana cuando se redescubrió la figura del pintor y sus técnicas vanguardistas.

"Toledo no se puede entender sin El Greco y El Greco no se puede entender sin Toledo", ha afirmado la consejera de Cultura, Turismo y Artesanía de Castilla-La Mancha, Soledad Herrero, al presentar la muestra itinerante en su primer acto público tras su toma de posesión ayer.

Castilla-La Mancha trae a Zaragoza su "bien más preciado, su tesoro, como son los grecos de Toledo", ha agregado Herrero, con una exposición que ha sido visitada por 200.000 personas durante su estancia en Sevilla y Valencia.

La consejera de Educación, Cultura y Deporte de Aragón, María Victoria Broto, ha señalado que, además de dar a conocer la figura del artista, la muestra "traslada una visión poliédrica del artista y la influencia que tuvo en los intelectuales del siglo XX y en las vanguardias artísticas".

Domenikos Theotokopoulos, El Greco, pasó 37 años de su vida en Toledo y desde su muerte, en abril de 1614, su obra cayó en el olvido y se convirtió en un pintor maldito y extravagante hasta 1908 cuando fue redescubierto por Bartolomé Cossio y otros artistas.

Y fue en 1900 cuando se creó el Museo de El Greco en Toledo, al que pertenecen la mayor parte de las obras que hoy se exponen en Zaragoza, del que han salido por vez primera con motivo del cierre, en noviembre de 2006, de la pinacoteca para emprender la gran reforma que lo convertirá en un museo del siglo XXI, ha explicado la comisaria de la exposición, Ana Carmen Lavín.

La estrella de la muestra, organizada por el Ministerio de Cultura y patrocinada por Caja Castilla La Mancha y la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, es el excepcional conjunto del Apostolado, una serie de doce apóstoles presididos por "El Salvador", que se pueden ver junto a "Las Lágrimas de San Pedro" o "La Verónica".

Además de los 27 lienzos del pintor y su taller, procedentes del Museo de El Greco, de los museos del Prado y de Bellas Artes de Sevilla o del Arzobispado de Toledo, se puede ver un ejemplar de las Obras completas de Jenofonte, anotadas por el cretense, que pertenece a la biblioteca del marqués de la Vega Inclán, y un retrato del marqués realizado por Sorolla en 1910.

Se muestra también una magnífica selección de fotografías del Archivo de Mariano Moreno realizadas por este fotógrafo en Toledo a principios del siglo XX, que pertenecen al Instituto de Patrimonio Cultural de España.

La exposición, en la que colabora la Universidad de Zaragoza y el Gobierno de Aragón, se centra en el redescubrimiento que de la pintura del artista cretense se produjo a principios del siglo XX y muestra la ciudad de Toledo en la época de la creación del museo.

Tras pasar por Zaragoza, se expondrá, sin las obras prestadas y con todos los cuadros del Museo de El Greco en el Museo de Santa Cruz de Toledo, de donde saldrán para su montaje definitivo en las salas de exposición permanente de la pinacoteca renovada, en cuyas obras el Ministerio de Cultura ha invertido tres millones de euros.

Así lo ha señalado la subdirectora general de Promoción de las Bellas Artes del Ministerio de Cultura, Elena Hernando, quien ha participado en la inauguración de la muestra, que ha calificado de "única", junto a las consejeras y los alcaldes de Toledo y de Zaragoza, Emiliano García-Page y Juan Alberto Belloch, respectivamente.

Por su parte, el rector de la Universidad de Zaragoza, Manuel López, ha afirmado que esta es la primera actividad pos Expo del Paraninfo, que abre así sus puertas a las exposiciones itinerantes y a la cultura.